Ciclo de debates

Sueños y conflictos de la Unidad Popular: "La izquierda necesita la diversidad para sobrevivir, cuando ha arrasado con la diferencia ha sido catastrófico"

Sueños y conflictos de la Unidad Popular
Los historiadores Verónica Valdivia y Peter Winn, el ex ministro de la UP, Jorge Arrate y la médica feminisma María Isabel Matamala participaron del segundo debate a 50 años del triunfo de Allende.
Los historiadores Verónica Valdivia y Peter Winn, el ex ministro de la UP, Jorge Arrate y la médica feminisma María Isabel Matamala participaron del segundo debate a 50 años del triunfo de Allende.
Salvador Allende nacionalizó el cobre y planteó aplicar un impuesto retroactivo a todas las empresas extranjeras que habían tenido ganancias excesivas de la extracción en Chile.
Salvador Allende nacionalizó el cobre y planteó aplicar un impuesto retroactivo a todas las empresas extranjeras que habían tenido ganancias excesivas de la extracción en Chile.
El 22 de septiembre a las 18.30 horas se realizará el tercer y último debate en este ciclo dedicado a los 50 años del triunfo de Salvador Allende.
El 22 de septiembre a las 18.30 horas se realizará el tercer y último debate en este ciclo dedicado a los 50 años del triunfo de Salvador Allende.

“La Unidad Popular fue un tiempo inverosímil”, dice la historiadora Verónica Valdivia. El hecho de que un grupo de partidos de izquierda, con diferentes improntas se hubiese unido y logrado llegar a dirigir Chile, era algo totalmente impensado a mediados de los años 50. Sin embargo, 15 años después era una realidad. Salvador Allende el candidato que había fallado dos veces antes, en las elecciones de 1958 y 1964, se alzó por fin como presidente por mayoría el 4 de septiembre de 1970. “La derecha estaba en shock”, apunta la académica de la Universidad de Santiago y de la Universidad Diego Portales, quien fue una de las voces participantes en el segundo debate del ciclo en conmemoración de los 50 años del triunfo de la UP.

El encuentro, organizado por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones (Vexcom), se desarrolló el pasado miércoles 9 de septiembre y fue transmitido a través del Facebook Live de Vexcom, U.Chile y de la radio Universidad de Chile, con la participación del historiador de la Universidad de Tufts (Boston, EEUU) y especialista en América Latina, Peter Winn; el abogado, economista y ex ministro de la UP, Jorge Arrate, y la médica cirujana, feminista y ex militante del MIR, María Isabel Matamala.

En esta ocasión la discusión giró en torno al análisis de las aspiraciones que perseguía el proyecto popular de Allende, los obstáculos con los que se encontró siendo presidente, las estrategias utilizadas por la oposición para impedir que se cumplieran las 40 medidas de su campaña y las diferencias internas que hubo en la izquierda y complicaron también su permanencia en el poder.

En su primera intervención, el historiador británico Peter Winn enfatizó en el empoderamiento que vivieron las clases populares y obreras al ver en la Unidad Popular un campo fértil donde alcanzar sus sueños por tanto tiempo anhelados que sin embargo giraban en torno a cosas tan básicas como trabajo para todos, vivienda digna y salud gratuita. Especialista sobre todo en el caso de la toma de la fábrica Yarur, a través de su libro Tejedores de la revolución -traducido y editado por Lom Ediciones- Winn planteó de qué forma el triunfo de Allende animó a los trabajadores a tomar la revolución en sus manos en una experiencia pionera en su especie.

Verónica Valdivia, sin embargo, citando el mismo caso de la Fábrica Yarur, que fue tomada por los trabajadores y luego expropiada de sus dueños y traspasada a una cooperativa, señaló que fueron justamente hechos como estos los que fueron aprovechados por la derecha para desestabilizar el gobierno de Allende. “Gran parte de las disidencias dentro de la unidad popular se debieron a que Allende se negó a reprimir, para evitar las tomas tendría que haber ido con las Fuerzas Armadas a sacar a los obreros o hacer una zona de emergencia para arrancar las tomas, eso es lo que habían hecho todos los presidentes, pero se negó, no lo hizo y esa es la violacion al Estado de derecho que reclama la derecha. Allende creía en la democracia y en la posibilidad de la disidencia y la negociación y por eso se negó a usar el aparato coercitivo del Estado”, afirmó.

En ese sentido, Jorge Arrate, el ex ministro de Estado de Allende, apuntó la diferencia que existe entre hablar de una vía pacífica a una vía no armada, que fue la que la Unidad Popular artículo para su proyecto político y social. No armada, porque sin duda Allende apoyó a otros movimientos revolucionarios latinoamericanos que estaban o habían estado enmarcados en la guerrilla y en la lucha armada, a pesar de que no fuese esta su opción para el caso de Chile. Arrate destacó la capacidad de esa izquierda de aunar justamente las diferencias. “Se tuvo la extraordinaria virtud de que ese movimiento lograra manejar las diferencias. La izquierda es una masa que para sobrevivir necesita una cierta diversidad que necesita ser respetada, que no puede ser arrasada porque cuando lo ha sido se ha llegado a resultados catastróficos. A partir de los 50 esa izquierda entendió que esas diferencias enriquecen en gran medida un proyecto transformador y eso quien lo enseñó y lo repitió hasta el cansancio fue Allende. Después de los 60 surgieron otras corrientes más inspiradas en la revolución cubana pero la izquierda chilena nunca cayó en una lucha , las diferencias que hubo entre la Unidad Popular y el MIR se manejaron de una forma adecuada”, señaló el abogado.

Una de las cosas que la médica feminista María Isabel Matamala, ex militante del MIR, rescata de la Unidad Popular es que justamente “a pesar de las diferentes interpretaciones y de que no estuvimos de acuerdo en su momento la noción que se fue fortaleciendo, fue la de un poder popular territorial de abajo hacia arriba independiente del gobierno, pero con el gobierno como aliado en la construcción de un país compartido”. Además aportó su visión sobre cómo la derecha ejerció un discurso de género para intentar desestabilizar el poder de Allende. “El candidato Alessandri asumió una estética y un discurso patriarcal para lograr la adhesión femenina demonizando a Allende y toda esta campaña del terror fue coordinada por dos organizaciones sociales de la derecha la Acción de Mujeres de Chile y Chile joven que convocaban a las mujeres, a través de la prensa, a votar como madres por Alessandri ‘Las madres saben que el mañana de sus hijos se decide hoy’” decía el eslogan”.

EEUU, el cobre y la expropiación

Según la historiadora Verónica Valdivia lo que la derecha comprendió fue que hubo una institucionalidad, en este caso la Constitución de 1925, que había legitimado la elección de Allende, porque también era la primera vez que la izquierda se unía en una sola coalición y decidía integrarse al sistema para cambiarlo desde adentro. Durante la Unidad Popular, la derecha debió trabajar para utilizar esas diferencias dentro de la izquierda a su favor, y lo hizo gracias a la subvención económica que hizo Estados Unidos. “La derecha fue capaz de movilizar sectores populares en las poblaciones, comerciantes, pequeños comerciantes, pequeños industriales que temían a la expropiación. Lograron movilizar los miedos y fantasmas inventados por el siglo XX del anticomunismo, no solo contra el PC sino a todos quienes piensan distintos y se movilizan por objetivos diferentes. El anticomunismo no sólo anidaba en la derecha, también anidaba en sectores católicos, anidaba en pequeños grupos de clase media, y baja. La derecha enfatizó esas disidencias dentro de la izquierda y movilizó los odios y miedos con los que Allende perdió apoyo popular”, afirmó.

Sobre el apoyo y el rol que desempeñó EEUU en la caída de Allende, Jorge Arrate planteó el caso de la nacionalización del cobre, que evidentemente afectaba los intereses extranjeros, pero aclaró: “Recuperar la riqueza del cobre para Chile se transformó en una idea hegemónica hasta el punto de que las propias elites más recalcitrantes votaron a favor. Hoy sería totalmente deschavetado, pero estamos hablando de otro mundo, uno en que Miterrand cuando ganó en Francia una de las primeras cosas que hizo fue nacionalizar la banca. El problema fue que Allende estaba pidiendo una compensación por las ganancias excesivas que se habían hecho del cobre y quería aplicar un impuesto retroactivo a esas corporaciones”.

Sin embargo, el abogado llamó a acabar con el romanticismo de esa época y afirmó que no es necesario ni posible el nacimiento de un nuevo Allende en la escena política actual: “Allende fue, no hay calco ni copia. La Unidad Popular correspondió a un tiempo, Allende fue un hombre de ese tiempo, y ese tiempo fue hace 50 años”, dijo.

Mientras que el historiador Peter Winn dio un salto también hacia el presente y destacó cómo la cultura de la Unidad Popular ha logrado traspasar el tiempo para hacerse visible en la última revuelta del 18 de octubre. “Me llamó la atención que muchas de las canciones que se escuchan y se siguen escuchando son música de la UP, de Víctor Jara, cantante que no sobrevivió a esa etapa y que los murales de 2019 también son herederos de la UP. Cuando Chile salga de la pandemia, debe tener los sueños de la UP como recursos y los conflictos de la UP como advertencias”.

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