Conversamos con Rodrigo Espinoza, Profesor Asociado del Departamento de Ingeniería Química, Biotecnología y Materiales (DIQBM), quién nos plantea que uno de los principales desafíos como país, es lograr que los conocimientos de nanotecnología pueda ser incorporado en instancias más cercanas de la ciudadanía como por ejemplo, en el currículum escolar para preparar a los futuros ingenieros y científicos pero también, abrir espacios de crecimiento para las empresas que ya están produciendo nanomateriales en Chile.
Actualmente la Universidad de Chile y en particular la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas a través del Departamento de Ingeniería Química Biotecnología y Materiales, se realiza investigación en nanociencia y nanotecnología y posee un laboratorio de materiales funcionales a nanoescala que permite la fabricación y estudio de estos con énfasis en adaptación a nivel atómico para obtener propiedades y funciones de estos nuevos materiales. Sin embargo, debido a que estás son técnicas costosas de mantener, al desarrollo privado y de empresas con potencial se le dificulta el acceso por lo que hace falta potenciar alianzas e inyección de recursos para fomentar esta área.
El Investigador del DIQBM, Rodrigo Espinoza dice que “tenemos un gran potencial de crecimiento porque tenemos ingenieros y científicos con una sólida formación y que pueden aprovechar su conocimiento para incorporar la nanotecnología en múltiples disciplinas.” Además, destaca el gran aporte que realizan “las universidades, que ya lo están incorporando en diversas carreras, pero principalmente a nivel de postgrado y tenemos, por nuestro lado, que comenzar a sumar a los estudiantes de pregrado de este conocimiento. En este sentido estamos atrasados en comparación a nuestros vecinos cercanos como Brasil y Argentina, que partieron con iniciativas para promover la nanotecnología hace más de una década.”
Las principales áreas de aplicación y uso de esta tecnología son la industria semiconductora, en donde se están desarrollando tecnologías con transistores de 10 nm para teléfonos celulares, además, de desarrollo en las pantallas de televisores, tablets y smartphones, en celdas solares y luces LED. “Al respecto en Chile hay investigaciones muy avanzadas en nanomedicina o sobre las aplicaciones biocidas del cobre. Muchas de las nuevas aplicaciones, como la síntesis de nanopartículas, requieren instalaciones menos costosas que las requeridas para la fabricación de chip de computadores y, por lo tanto, hay un espacio enorme de desarrollo para empresas en este ámbito” así como también “podemos entrar muy fuerte como es la industria de baterías de litio, en donde el uso de la nanotecnología está comenzando a ser utilizada.” Indica el Docente Asociado al DIQBM.
Por ahora, una tarea que plantea, Rodrigo Espinoza, Profesor Asociado del Departamento de Ingeniería Química, Biotecnología y Materiales es que “debemos alentar a los estudiantes jóvenes a que se sumerjan en el nanomundo para explorar sus posibilidades, pero además, se requiere un fuerte impulso desde el estado que apoye tanto la investigación como el desarrollo de esta industria, permitiendo reunir a las empresas con los centros de investigación que ya existen en el país.”