A partir del 29 de julio comenzó a regir en varias comunas de la Región Metropolitana el plan de desconfinamiento progresivo. Una situación que para el lunes 28 de septiembre se repite en casi toda la capital. En este contexto, surge la pregunta sobre cuál es el efecto concreto de las medidas de confinamiento en la movilidad. A esta interrogante responde el séptimo informe de movilidad realizado por el Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), realizado por investigadores de la Universidad de Chile y de la Universidad de Stanford.
El reporte reveló que “a pesar de que una mayoría de comunas se encontraba aún en fase 1 de cuarentena, los niveles de movilidad ya eran, a fines de agosto, mayores a los observados en marzo en promedio, antes de que se implementaran las primeras medidas de confinamiento en la región. Es importante señalar que este aumento de la movilidad se manifestó no sólo en aquellas comunas que han avanzado a pasos de transición o preparación, sino que transversalmente en la ciudad, incluyendo a comunas que están aún en régimen de cuarentena”.
Entre los resultados se observa una mayor movilidad a fines de agosto en comparación a marzo, en un promedio de 4,7 puntos porcentuales. Por otro lado, las diez comunas en “transición” mostraron un aumento de 9.5 puntos porcentuales en relación a fines de marzo. Además, “de las 26 comunas en cuarentena, 17 presentan una movilidad mayor que cuando no estaban en cuarentena a fines de marzo. La movilidad de las comunas en cuarentena al 28 de agosto es 2.8 puntos porcentuales mayor que en marzo cuando no estaban en cuarentena”.
De acuerdo al monitoreo anonimizado de datos de actividad de dispositivos móviles, se evidencia un aumento importante de la movilidad en comunas que habían salido del régimen de cuarentena, como es el caso de Las Condes, Vitacura y Ñuñoa. Sin embargo, este aumento también ocurrió en comunas que seguían en cuarentena, como Puente Alto, El Bosque y Quinta Normal.
¿Confinamiento agotado?
Para Leonardo Basso, director de ISCI y académico de la Universidad de Chile, “ya a fines de agosto, cuando había 26 de 36 comunas en cuarentena, la movilidad era igual o superior que en marzo, previo a la cuarentena. Es decir, la cuarentena estaba agotada a fines de agosto. Eso significa que vamos a observar aumentos mayores de movilidad, pero da la impresión que los grandes cambios ya ocurrieron y, por lo tanto, es necesario cambiar de switch y enfatizar el cuidado personal y colectivo, y las estrategias de vigilancia activa".
Este incremento en la movilidad indica una progresiva baja en la adherencia a las medidas de confinamiento, que hacia fines de agosto mantenían a más del 70 por ciento de las comunas de la Región Metropolitana en cuarentena, y a las recomendaciones de quedarse en casa. La situación en adelante, plantea el informe, permite proyectar un aumento aún mayor en la movilidad, aunque acotado entre los niveles alcanzados a fines de agosto, y la movilidad de una ciudad en la que se mantiene el cierre de colegios y universidades, y migración a actividades de teletrabajo.
En este sentido, advierten que la evidencia indica que “la movilidad es un factor relevante que ayuda a explicar la propagación de los contagios, y por tanto estos aumentos en la movilidad traen consigo un riesgo de rebrotes de consideración. Además, mantener la distancia física en el sistema de transporte público es un desafío de proporciones para todas las grandes capitales que tienen alta participación de transporte público”. Por esta razón, afirman que para mantener controlados los riesgos de contagios es importante que los ciudadanos sigan restringiendo sus salidas del hogar a aquellas tareas de mayor importancia y por sobre todo a mantener las medidas de protección personal recomendadas por las autoridades sanitarias como es el uso de mascarillas y el lavado constante de manos.