Repensar la propiedad: una economía para las personas y el planeta, fue el título del último webinar organizado por OpenBeauchef, centro de innovación y emprendimiento de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, moderado por la directora de Transferencia Tecnológica, Giselle Miranda.
La primera ponencia, a cargo la directora del FabLab de la U. de Chile, Danisa Peric, en representación de la Asociación de Fabricantes por la Emergencia Sanitaria (AFES), abordó la dependencia tecnológica, técnica y productiva que tenemos en el país respecto a la producción mundial, que impide responder a las necesidades más latentes del país. “El conocimiento ya no es exclusivo sino un bien común, que debe ser transversal y toda la sociedad debe tener acceso a él. Para que la innovación social tenga un impacto real debe ser abierta, colaborativa y distribuida”, enfatizó.
Una estructura que resguarde el propósito
Por su parte, Anna Bonan, abogada especializada en derecho corporativo de la Fundación Purpose, que investiga y promueve estructuras alternativas de propiedad, gobernanza e inversión que aseguran el propósito y la independencia de las empresas en el largo plazo, explicó las diferentes formas de comprender la propiedad. En primer lugar, cómo esta permite identificar quién toma las decisiones, es decir, las personas responsables de la empresa y su misión, la capacidad de innovar y crear, etc. De esta forma, en muchas empresas los dueños y fundadores se identifican con su empresa, cuidan de su integridad, propósito, trabajadores, inversionistas y su comunidad.
“La otra cara de la propiedad es que su concepto tradicional reduce a la empresa a una cosa que sirve a los intereses particulares de los dueños. En su esencia, no hay mucha diferencia entre ser dueño de una empresa o ser dueño de una cosa”, detalló. Esto último ha traído diferentes resultados, por una parte, la posibilidad de acumular capital y conseguir inversionistas y, por otro lado, ha generado un vacío en el “corazón” de muchas de estas instituciones. Una vacante de responsabilidad y control de estas sobre la sociedad y el planeta. En este ámbito ejemplificó con casos de compañías como Zeiss, Ecosia, Triodos Bank, Late!, Tata, Bosch, Hempel, Wala, Ziel, Ableton, Elobau, Evergreen, entre otras.
También estuvieron peresentes Antti Virolainen, Chief Operating Officer, COO, y co-fundador de Sharetribe, cuya misión es la democratización de la economía colaborativa haciendo que la tecnología de plataforma sea accesible para todos, y Pedro Traverso, director ejecutivo y cofundador de Late!, la primera empresa comercial chilena que pertenece a una fundación que dona el 100% de sus utilidades a proyectos sociales. Este último se refirió a los orígenes de su empresa, los desafíos y dificultades que han enfrentado en este camino, añadiendo que “el día que tengamos ciudadanos empoderados y conscientes de las decisiones que toman y empiezan a elegir empresas que son responsables y confiables, entonces realmente tenemos un cambio de sistema”.