PIOLA Teaser Trailer 2020 from OTROFOCO on Vimeo.
“Martin y Charly pasan el tiempo haciendo música rap. Una noche encuentran un arma cargada en las orillas de un cerro, mientras Sol, pierde a su perra. Aunque aparentemente inconexas, estas historias están íntimamente ligadas, formando el retrato de jóvenes chilenos en su difícil paso a la adultez”. Así se describe Piola (2020, 101”), primer largometraje de Luis Alejandro Pérez, egresado de la carrera de Cine y Televisión del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, que se estrena este 21 de noviembre de forma online. Cabe destacar que Cecilia Otero y Sylvana Squicciarini, productoras ejecutivas de la cinta, también son egresadas de nuestra Casa de Estudios.
Para el director, “las formas de hacer películas son muy importantes”. De acuerdo al hombre detrás de cortometrajes como Soy Tú (2008), Mi Vida Secreta (2011) y Siempre Tarde (2013), su estética no va aparejada con un “cine lento, deprimente, no te digo que no tenga que haber tristeza, pero siento que en ocasiones no les importara que existe un espectador”, afirma.
Con Piola, señala el cineasta, “queríamos hacer eso. Un trabajo autoral, que tuviera cosas muy personales, pero que también convocara a gente. Es una película que ojalá se vea masivamente, no es un trabajo sólo de festivales”, indica. Para Pérez, “esos dos mundos (festivales y comercial) tienen que convivir, al final el cine que veíamos de niños era un cine autoral y comercial, que tiene distribución, y se puede encontrar fácilmente”.
Luis Alejandro resume su nuevo trabajo como “un retrato al mundo del hip hop en la periferia urbana de Santiago, en Quilicura. Muestra lo que le sucede a tres adolescentes durante un fin de semana. Es una cinta acerca del crecer, del madurar, del momento en que nos enfrentamos al mundo adulto y dejamos de ser niños”.
Primeros festivales y comentarios
Sobre la recepción de la película, en sus primeras participaciones en festivales y los comentarios recibidos en esas ocasiones, Pérez asevera que la mostraron en el Festival de Guadalajara 2019, en la sección Guadalajara Construye, y que “tuvo muy buena recepción el primer corte. Ganamos seis de los 13 premios y nos generó buenos premios para encontrar distribución, postproducción. La gente se sintió identificada, yo tenía miedo que no entendieran ciertos modismos, pero entendieron todo. Se emocionaron, se rieron, y nos fue muy bien”.
Luego se mostró en el Festival de Málaga, Festival de Trieste –donde logró el premio a Mejor Guión-, tuvo su estreno nacional en Sanfic -donde el actor Max Salgado obtuvo el premio a la Mejor Actuación - y ahora participará en la Competencia Oficial del Festival de Guadalajara 2020 y Festival de Mar de Plata.
Estreno comercial y planes futuros
Para poder acceder a ver la película, los espectadores pueden ingresar a Punto Ticket donde tendrán acceso, el sábado 21 de noviembre, a un pre show (20:30 horas) con artistas exponentes del hip hop nacional como NFX, Seo2, Rick Santino, Joker y más, presentado por Pousta. La película se estrena a las 21:15 horas y posteriormente tendrán acceso a una celebración con el elenco, sorteos y un show en vivo de Dj Atenea. El show posterior será presentado exclusivamente a través de las redes de Súbela Radio.
Según Pérez, al inicio de la pandemia se produjo una especia de bloqueo para él, pero luego “hubo un torrente de creatividad para cerrar proyectos pasados y otros que venía dando vuelta, y ya tenemos dos películas con el guión avanzado para, ojalá, grabar el próximo año. No queremos que pasen cuatro o cinco años para poder filmar”, indica.
Influencia de la escuela
Para el realizador, la fortaleza de la carrera de Cine y TV del ICEI de la Universidad de Chile está en el documental: “Yo corro cada vez que se estrena una película de alguno de los profesores, porque están los maestros de ese género”, afirma.
En tanto y sobre cine de ficción, para Luis Alejandro lo aprendido con Orlando Lübbert y Alicia Scherson fue primordial: “En el caso de Lübbert en la parte de guión y al escribir pensando en un espectador. En el caso de Alicia, por la rigurosidad del rodaje y grabar lo que tenías planificado. Lo otro que rescato de la escuela es desde dónde narramos, preguntarte no sólo por qué hacemos cine, también para qué lo hacemos y para quién lo hacemos. Eso es super esencial, ya que nos hace narrar desde lo que conocemos, desde lo auténtico, desde lo que nos pertenece. El cine chileno por años estuvo narrando en espacios que no les pertenecía. Vale decir clase acomodada bajando a grabar a la periferia, a la marginalidad, porque era entretenido y choro. Y se daban películas que no representaban a nadie. Para nosotros en Piola era importante representar al sujeto social de clase media y creo que ahí existe buena influencia de lo que se hacía en la U”.