El desafío de las secretarias en el teletrabajo durante la pandemia

El desafío de las secretarias en el teletrabajo durante la pandemia

Son fundamentales en el quehacer de la Universidad de Chile, en general, y de la Facultad de Odontología, en particular. Ellas son uno de los rostros más familiares para toda la comunidad odontológica, cada vez que se requiere de algún trámite administrativo. Son nuestras secretarias administrativas, las embajadoras esenciales en la Casa de Bello.

Con la declaración de pandemia en Chile y el mandato universitario de mantener el funcionamiento a distancia, sus labores presenciales, fueron reemplazadas por teletrabajo. Desde Decanato, Vicedecanato, Escuela de Graduados y Clínica Odontológica, comparten sus testimonios de este transitar.

La disciplina de la adaptación

Viviana Rodríguez Dotte, secretaria de Vicedecanato de la Facultad de Odontología, ha recogido una buena experiencia ejecutando el teletrabajo y cree que sus cualidades de pragmatismo, organización y optimismo contribuyeron a que este tránsito online le resultara más fácil. “El teletrabajo me planteó muchos desafíos los que, mirados al día de hoy, todos fueron resueltos. En un comienzo el mundo de trabajar a distancia era muy incierto, no conocía las herramientas para ello, recuerdo los primeros ensayos en zoom, antes de realizar una reunión formal; pero hoy siento que el teletrabajo llegó para quedarse, en lo personal mejoró mi calidad de vida, al no gastar tiempo ni dinero en transporte”, sostuvo.

Viviana reconoció que “habían días que me sentí muy agotada de pasar tanto tiempo frente a la pantalla, pero finalmente, al hacer la comparación del cansancio, este era un cansancio mental, sin embargo el cansancio que se vive al desplazarse todos los días al trabajo es un cansancio físico, mental y sicológico. Agradezco la facilidad que nos brindó la Facultad para poder sacar adelante este gran desafío”.

Para Jessica Rodríguez Campos, secretaria Decanato FOUCh, el trabajo a distancia representaba una gran incógnita, “nunca había trabajado desde casa, pero fueron pasando los días y empezamos a coordinar el trabajo diario con la Decana: gestión de documentos administrativos, respuestas a solicitudes intra y extra Facultad, coordinación de reuniones con los diferentes estamentos, individuales y colectivas, además de otras tantas tareas que mi rol tiene”, recordó. De pronto, Jessica se dio cuenta “que durante mi jornada laboral también debía cocinar para almorzar, lavar la loza y otras cosas domésticas que en mi rutina diaria normal de oficina no hacía. También me di cuenta que, en el día, no tenía un horario tope de trabajo”.

Y aunque se autodefine “trabajólica”, tuvo “tiempos de mucha ansiedad, mi salud se debilitó, pero nunca dejé de cumplir con mis responsabilidades, tome confianza en mis habilidades y pensamiento optimista sobre el logro de las tareas, me ayudó a recuperarme con el tiempo y con más ganas de trabajar”, afirmó.

El positivismo y la resiliencia de Carolina Ferrer Villa, secretaria de Escuela de Graduados (EGRA), le permitieron asumir de la mejor manera la nueva modalidad de trabajo, iniciada la pandemia. “Con la ayuda de la tecnología y las redes sociales, el tiempo se pasó rápido y creo que pude cumplir con mis obligaciones laborales y familiares sin mayores dificultades, tratando de hacer agradable esta experiencia para mí, mis compañeros y familia”.

Y si bien, nunca imaginó que se podría ejecutar el trabajo a distancia, Carolina señala que no ha sido complicado. De un día para otro tuve que aprender a usar zoom, agendar reuniones y tratar de ayudar a los(as) académicos(as) en lo que necesitaran, siendo un enlace con los encargados de computación de FOUCh para resolver las dudas, pero todo fue resultado bien”, dijo; en tanto que, “en relación al trabajo directo que realizo, seguí haciendo casi lo mismo que en la oficina, contestar correos, enviar informaciones, hacer cartas y actas, por lo cual no vi una gran diferencia”.

Además, comentó, “con el grupo de funcionarios administrativos nos reunimos una vez a la semana, vía zoom, con el Director de EGRA, para realizar consultas y resolver situaciones que se van presentando. Al principio usaba mi notebook personal, pero después de un tiempo y viendo que no volveríamos tan rápido, me traje el pc e impresora de la oficina, para trabajar más cómoda. Tuve que cambiar de lugar el escritorio de mi casa y comprar una silla apropiada”.

Carolina Ferrer considera que una debilidad del teletrabajo son las “distracciones y tener que preocuparse de otras actividades en la casa, hacer las compras familiares, entre otras”; y sus fortalezas radican en que “aunque se presentan mayores distracciones, uno tiene tiempo para cumplir con el trabajo y poder hacer las demás actividades personales y familiares sin problemas, porque uno se va haciendo un horario, se puede postergar el trabajo para más tarde si es necesario; y tampoco se pierde tiempo en movilizarse al trabajo”.

Margot Araya Rodríguez, secretaria Dirección Clínica Odontológica, estima que sus cualidades para adaptarse a los cambios, autodisciplina y organización en los horarios y distribución de las tareas asignadas, favorecieron el tránsito al teletrabajo. En su experiencia, esta modalidad le permite mayor concentración en sus labores, “vivo sola, puedo concentrarme más en el trabajo sin que nadie me interrumpa”. En cuanto a las debilidades, añadió “podría enfatizar en las comunicaciones con el resto de las personas es más lenta, y a veces nula”.

Retorno a una modalidad mixta

A partir de la autorización de Rectoría para el regreso a actividades esenciales, solicitada por la Facultad de Odontología, muchas de las secretarias FOUCh han iniciado una modalidad mixta de trabajo: presencial y remoto.

Viviana Rodríguez espera que “si bien es necesario que algunas labores se realicen de manera presencial, no dejar de lado el teletrabajo, al menos un par de días al mes, porque insisto que contribuyó en mi caso con la calidad de vida y el poder pasar tiempo con mi familia”.

Desde noviembre que Jessica Rodríguez ha empezado a retornar al trabajo presencial por algunos días, “pero pronto estaré durante mi jornada completa. Extrañé conversar con los compañeros que, poco a poco, he ido re-encontrando y con quienes hemos compartido las experiencias vividas en este tiempo tan complejo en que estamos; puedo decir que hemos logrado con creces realizar nuestras labores mediante el teletrabajo y estoy convencida que también lo haremos con las nuevas formas de funcionamiento que nuestra Facultad está adoptando”.

En todos los meses de pandemia, Carolina Ferrer ha concurrido a la Facultad, principalmente a buscar documentos. “Como administrativos, no sabemos todavía cuándo vamos a volver a trabajar presencialmente, al principio nos decían que sería máximo uno o dos meses, pero ahora realmente no se sabe. Espero que podamos volver a trabajar pronto en forma presencial para volver un poco a la normalidad y estar con los compañeros de trabajo, porque no para todos ha sido tan fácil, hay personas a quienes les ha afectado más el encierro y distancia social y los cambios de lugar de trabajo, ahora que están volviendo. Entiendo que el retorno debe ser en forma gradual”.

Mientras que, para Margot Araya, sus expectativasserían continuar en teletrabajo y si no se puede tener un horario flexible debido mi participación como Secretaria en el Comité Covid de la Facultad por las reuniones y por la redacción del acta en la cual requiero de concentración y tranquilidad.