Homenaje al Maestro Miguel Eyquem

Homenaje al Maestro Miguel Eyquem

El arquitecto Miguel Eyquem, miembro fundador de la Ciudad Abierta de Ritoque, falleció a los 98 años dejando un invaluable legado. Nacido en Santiago de Chile el 14 de julio de 1922, Eyquem formó parte del grupo de arquitectos y artistas que refundó la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en 1952. El inédito planteamiento pedagógico arquitectónico desde la poesía, el arte y el oficio, permanece en esta escuela porteña hasta el día de hoy. Asimismo, fue diseñador urbano de la Villa San Luis de Las Condes, impulsada por la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU) en 1972.

Durante el mes de octubre de 2020 en el marco del Aniversario de los 170 años de la enseñanza de la Arquitectura en Chile y los 75 años de la fundación de la Facultad, tuvimos el honor de contar con su participación en uno de los encuentros realizados (ver participación de Miguel Eyquem). En este conversatorio, junto con los arquitectos Alberto Sato, Smilijan Radic y Domingo Arancibia, Miguel Eyquem comentó sobre la creación de la Casa Luis Peña, una obra que en la década de los ’80 le significó el Premio Bienal de Arquitectura. Asimismo, pudieron compartir, entre otros temas, las grandes pasiones de este arquitecto que fueron el vuelo, los planeadores y los aviones.

En esa ocasión, Miguel Eyquem se refirió a la arquitectura y señaló que “hay que tener manos que tengan poesía, pensar con las manos. Pedirle a la sabiduría de las manos que nos ayuden a pensar. Las manos son un instrumento tan maravilloso que tienen memoria y habilidades propias y automáticas”.

Ante el fallecimiento del destacado arquitecto, el Decano de la FAU, Prof. Manuel Amaya señaló:

Miguel Eyquem, arquitecto, urbanista, ingeniero, constructor, piloto y… siempre profesor. Desde muy temprano demostró su talento creativo y su inquietud intelectual, es importante destacar su gran calidad humana y sencillez, nos deja un legado impresionante de tantos sueños, esperanzas y sabiduría.

Adiós querido Miguel, con tu ejemplo, sembraste una filosofía de vida, a través de la arquitectura y lograste el afecto de las generaciones de hoy y del mañana. Perteneces a esa generación dorada inmortal, que trasciende lo humano, llena de sensibilidad y pasión; compartiste la luz del conocimiento mediante tu enseñanza en la Universidad y el compromiso profesional de tus obras. 

Personas tan valiosas como Miguel jamás se olvidan,…buen viaje maestro”

Asimismo, el arquitecto y académico de la FAU, Domingo Arancibia, uno de los artífices de los conversatorios sobre Arquitectura en el aniversario de la FAU y que invitó a Miguel Eyquem, sostuvo que:

El día de ayer nos dejó don Miguel, o quizás como me comentó su hijo, finalmente Despegó…Miguel Eyquem fue un arquitecto de excelencia, quizás uno de los arquitectos más creativos que me ha tocado conocer. Su obra y su incansable búsqueda por nuevos horizontes en la arquitectura representan un ejemplo para todo arquitecto que quiera dedicarse al diseño. Creo que los maestros como Miguel Eyquem se vuelven eternos a través de su obra y pensamiento crítico. Espero que don Miguel haya encontrado finalmente esa ligereza que buscaba mediante sus obras y su pasión por la aeronáutica. Envío mis más sinceras condolencias a su familia”.

La Ciudad Abierta: Una Obra de Miguel Eyquem

En 1970, junto con los profesores de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, fundaron la Ciudad Abierta, un proyecto comunitario para arquitectos y diseñadores que se emplaza en terrenos ubicados al norte de Viña del Mar. En este lugar, se busca materializar las obras que se conciben en la Escuela, libre de las restricciones que impone el ejercicio profesional de la Arquitectura. 

La Ciudad Abierta está situado en el sector Punta de Piedra, en la localidad de Ritoque, Comuna de Quintero, región de Valparaíso. En 1969, los profesores y alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso forman la Cooperativa Amereida. El año 1971 la Cooperativa compró una extensión de terreno de unas 300 hectáreas,1 al norte del Río Aconcagua, compuesto por un campo dunar, humedales, quebradas, campo y adyacente a la playa por 3 kilómetros2,  conformando los terrenos donde hoy se sitúa la Ciudad Abierta. En dicho campo de experimentación se construyen diversas obras de arquitectura y diseño.

Con motivo de la exposición “La invención de un mar: Amereida 1965-2017” en el Museo de Bellas Artes de Santiago, la arquitecta Victoria Jolly y el cineasta Javier Correa, curadores de la muestra, explicaron la idea detrás de este proyecto: “Si bien Amereida no es un proyecto político, poéticamente es altamente revolucionario".

El poeta chileno Manuel Sanfuentes, miembro de la comunidad, describe así el paisaje y la manera de intervenir en este, "La mitad de la Ciudad Abierta son dunas. Es un paisaje muy abstracto. Y la duna tiene la gracia de que tus huellas se borran. Vuelves al otro día y la duna está intacta. Ellos nombraron esto como el volver a no saber. El modo de emprender las obras de la Ciudad Abierta pasa siempre por volver a no saber".