Horario de invierno

Efectos del cambio de hora en pandemia: ¿Cómo equilibrar nuestro dormir?

Efectos del cambio de hora de este sábado 3 de abril
Este sábado 3 de abril los relojes - a la medianoche - deberán retrocederse en 60 minutos, comenzando así el horario de invierno.
Este sábado 3 de abril los relojes - a la medianoche - deberán retrocederse en 60 minutos, comenzando así el horario de invierno.
El Rector Ennio Vivaldi explica que "en general, el cambio de hora en que uno pasa a una hora anterior es mucho mejor tolerado que el que uno adelanta una hora, como el que se hace en primavera".
El Rector Ennio Vivaldi explica que "en general, el cambio de hora en que uno pasa a una hora anterior es mucho mejor tolerado que el que uno adelanta una hora, como el que se hace en primavera".
La académica del Centro de Diagnóstico del HCUCH, Rosemarie Ftitsh, asegura que más allá del cambio de hora mismo, el consejo -en pandemia- es tratar de mantener las rutinas y horarios.
La académica del Centro de Diagnóstico del HCUCH, Rosemarie Ftitsh, asegura que más allá del cambio de hora mismo, el consejo -en pandemia- es tratar de mantener las rutinas y horarios.
Margarita Bórquez, académica del Departamento de Psicología de FACSO, sostiene que "la pandemia ha generado muchos problemas y complicaciones relacionadas con el sueño".
Margarita Bórquez, académica del Departamento de Psicología de FACSO, sostiene que "la pandemia ha generado muchos problemas y complicaciones relacionadas con el sueño".

Atrás ha quedado el verano y sus extensas horas de luz solar. El sábado 3 de abril daremos paso al horario de invierno. Esto, luego de que en el 2018 se creara un decreto que cambió la ley, fijando nuevas fechas para las modificaciones de relojes a nivel nacional.

El nuevo régimen establece que el cambio de horario comenzará a contar del primer sábado del mes de abril y se extenderá hasta las 00:00 horas del primer sábado de septiembre. Esta medida se estableció desde la región de Arica y Parinacota hasta la región de Aysén y también en Chile Insular, que comprende Rapa Nui e Islas Gómez. Quedan exentas de ella la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, la que mantiene -al menos hasta 2022- el horario de verano de manera permanente.

Este sábado, cuando nuestros relojes marquen la medianoche, la hora deberá retrasarse en 60 minutos, por lo que comenzaremos a vivir nuevamente las 23:00 horas del día sábado.

Pero, ¿puede afectarnos el cambio de hora? ¿la pandemia influye en esto? ¿cómo afecta al dormir? Son algunas de las interrogantes que especialistas de la Universidad de Chile responden, quienes además entregan consejos y recomendaciones para no vernos afectados en nuestras rutinas diarias.

Lo primero que explica la académica del Centro de Diagnóstico del Hospital Clínico de la U. de Chile, Rosemarie Ftitsh, es que este cambio a diferencia de lo que se podría pensar “es muy beneficioso para el organismo”. La experta en trastornos del sueño y patologías mentales dice que “la mayoría de las personas toleran muy bien este cambio de horario, (invierno) les beneficia tremendamente por el hecho de tener en el fondo una noche que dura una hora más y que se acerca mucho más a lo que son nuestros ritmos endógenos”.

El Rector de la U. de Chile y experto en fisiología del Sueño, Ennio Vivaldi, explica que “en general, el cambio de hora en que uno pasa a una hora anterior es mucho mejor tolerado que el que uno adelanta una hora, como sería el que se hace en primavera. Es más fácil para el organismo -con letra de bolero- volver a vivir lo vivido que vivir lo que no se ha vivido”.

Sin embargo, el Rector Vivaldi puntualiza ciertos efectos adversos relacionados con el cambio de hora, por ejemplo, que al “anochecer a una hora más temprana, suele haber más tráfico cuando ya está oscuro y eso puede generar más accidentes de tránsito”.

Expertos y expertas aseguran que hay grupos que pueden verse más afectados, como las y los niños, o quienes presentan problemas o desequilibrios para dormir diariamente.

Trastornos de sueño y pandemia

El Rector Vivaldi releva que durante la pandemia ha aumentado “la incidencia del insomnio secundario a episodios situacionales. Uno espera que aumenten los insomnios o las posibilidades de insomnio cuando se pasa por situaciones como dificultades económicas, cambios de empleo, hay una cantidad de circunstancias que es bien conocido que generan problemas de insomnio porque están interfiriendo con los mecanismos que nos hacen dormir”.

Para Margarita Bórquez, académica del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile, “la pandemia ha generado muchos problemas y complicaciones relacionadas con el sueño”. Esto debido a que, al realizar teletrabajo, muchas familias han debido adecuar sus espacios y “los dormitorios, los lugares donde acostumbraban dormir muchas veces se transforman en lugares de trabajo, de oficina y eso genera también que no haya un espacio exclusivo para el sueño”, sostiene.

Dado este escenario la profesora Rosemarie Ftitsch asegura que más allá del cambio de hora, el consejo es tratar de mantener las rutinas, los horarios al iniciar el día, a la hora de alimentarse y también de dormir. “Es súper importante, no solamente para mejorar la calidad del sueño, sino que además para mantenerse saludable, no deprimirse y disminuir la angustia en el fondo que puede causar esta situación de tanta incertidumbre. Hay que mantener los horarios, los horarios de comida, de actividades", afirma.

En cuanto a los espacios sugiere, trabajar -por ejemplo- con el computador cerca de una ventana. De esta manera, si no salimos de nuestro hogar, el cerebro podrá procesar y asimilar la luz del día que hay fuera. “Poner el computador, de tal forma que yo pueda mirar por la ventana porque de esa forma, estoy expuesta a la luz del sol y eso es muy importante. No solamente por la vitamina D, porque el sol es el que regula nuestro ritmo biológico y así se excreta serotonina y eso favorece el sueño nocturno cuando oscurece”, dice Ftitsch.

Otra de las recomendaciones que entregan los especialistas es generar ambientes adecuados para que el cerebro pueda distinguir el tiempo en que estamos despiertos y en el que dormimos. Para esto, dice el Rector Vivaldi, “es recomendable tratar de disociar al máximo el mundo del sueño y el mundo de la vigilia”, lo que implica, entre otras cosas, no andar en pijama durante el día y evitar trabajar durante la noche.

Por su parte, la Sociedad Mundial del Sueño entrega consejos tales como establecer un horario regular de sueño para acostarse y para despertarse por las mañanas, evitar el consumo excesivo de alcohol cuatro horas antes de dormir, realizar ejercicio de forma regular, pero no antes de irse a dormir y evitar la cafeína seis horas antes de dormir, lo que incluye café, té, bebidas y chocolate.

¿Eliminar el cambio de hora?

El 2018 senadores y senadoras presentaron un proyecto de ley para eliminar los cambios de hora en Chile, fijando el huso horario del país al UTC-5 -mismo horario que actualmente tiene Lima, la capital de Perú- con la excepción de Isla de Pascua y la Isla Salas y Gómez. La iniciativa, que se discutió de manera general en la cámara alta, debía continuar su trámite en las comisiones de Energía y Salud, pero no ha tenido mayores avances a la fecha.

Sobre este punto, el Rector Vivaldi plantea que “sería partidario, y la evidencia y las comunidades científicas también lo indican, de eliminar el horario de verano. (...) El horario de verano que originalmente surgió en Estados Unidos y aquí en Chile por motivos económicos se ha transformado más en una cuestión social de los adultos que prefieren disfrutar más de la luz solar en la tarde”.

En la misma línea, la profesora Bórquez explica que “creo que es un error establecer que el organismo puede adaptarse a cualquier horario como si no tuviese consecuencias (...) Estas consecuencias son más bien acumulativas y lo que podemos observar inmediatamente después es una mala noche de sueño, por ejemplo, somnolencia, falta de atención o problemas de memoria, pero lo que realmente va de trasfondo, de tener esta regulación de nuestro sueño, son efectos acumulativos en nuestro organismo”, detalla.

“La discusión de estar cambiando los horarios durante el año porque generan desregulaciones en nuestros patrones de actividad y reposo. Toda desregulación tiene consecuencias, por ejemplo, alguien que tiene problemas de insomnio acentuado con los cambios de horario”, detalla.