Habría sido una paradoja del destino si es que el fuego hubiese hecho desaparecer para siempre el único registro de la tragedia que rodeó al terremoto de Valdivia en 1960 y que casi dejó a media ciudad sumergida bajo el agua.
El 8 de enero de 1969, un gran incendio casi acaba con la totalidad de las películas guardadas en los laboratorios Alex de Argentina, donde justamente estaban los negativos del documental local “La Respuesta”, que en 1961 había estrenado su director Leopoldo Castedo y que retrataba los esfuerzos de un centenar de trabajadores frente a la amenaza del desbordamiento del Lago Riñihue producto del sismo un año antes.
Tuvieron que pasar más de 40 años para que esos negativos vieran otra vez la luz y fuesen restaurados poniendo otra vez en circulación este invaluable patrimonio fílmico y en 2010, la Cineteca de la Universidad de Chile restauró la única copia existente en 35 mm.
Este viernes 28 de mayo, a las 19:30 horas, “La Respuesta” de Leopoldo Castedo será el hilo conductor de “¿Por qué restaurar en fílmico?” foro virtual preparado por el CineClub Sala Sazié para justamente conmemorar el Día del Patrimonio, con la participación de Carmen Brito, destacada restauradora audiovisual y Luis Horta, coordinador de la Cineteca de la U. de Chile.
La película está ya disponible para visionar en http://cineclubuniversitario.uchile.cl/ y también se ha habilitado un formulario para que los asistentes puedan dejar sus preguntas que serán respondidas durante el cine foro.
El autor de “La Respuesta” es Leopoldo Castedo, un historiador de origen español que llegó a Chile en 1939 exiliado tras la llegada de Franco al poder en el legendario "Winnipeg", y que se desempeñaba como académico de la Universidad de Chile cuando ocurre el cataclismo de 1960. Viajó a Valdivia junto a un grupo de camarógrafos del Departamento Audiovisual del plantel, entre ellos, el documentalista Sergio Bravo, quienes registran la catástrofe y los trabajos en el Lago Riñihue.
“La Respuesta en tanto documento histórico tiene un valor inmenso y único al registrar una serie de consecuencias e inminentes amenazas que dejó el terremoto en territorio valdiviano. El documental además tiene la particularidad de traducir esta tragedia natural en una expresión visual y sonora bastante vanguardista”, cuenta Valentina Ávila, coordinadora del CineClub Sala Sazié sobre la elección del filme que se estrenó en Chile el 11 de abril de 1961 y que recibió importantes premios en certámenes internacionales.
La obsolescencia del digital
“Es importante que al ver una obra restaurada, las personas sepan qué están viendo y en qué condiciones se encuentra esa obra en relación a su versión original. Es algo que se considera muy poco en Chile cuando se habla de restauración y es nuestra misión garantizar esa instancia educativa”, agrega Ávila.
Según el académico del ICEI, Luis Horta, “La Respuesta” es un caso digno de divulgación ya que es una de las pocas películas chilenas de las cuales se ha realizado un proceso integral tanto de restauración y conservación en su matriz original de 35mm. También en el foro se explicará lo que sucede con las nuevas tecnologías digitales y por qué éstas parecieran ser aún más frágiles que las más antiguas.
“La tecnología digital tiene un problema, que es su rápida obsolescencia. A cambio, las matrices 35mm o 16mm siguen siendo posibles de reproducir en sus originales. Por eso, en nuestra Cineteca de la Universidad de Chile intentamos aplicar políticas de conservación a largo plazo, aun con las precarias y desiguales condiciones que hay en el país para trabajar en restauración audiovisual”, cuenta Luis Horta.
En el foro “¿Por qué conservar en fílmico?” se abordará el tema de las políticas de conservación y restauración con el fin de divulgar y entender los protocolos profesionales que buscan ser respetuosos con las obras y sus autores. Los resultados de una restauración fílmica están directamente vinculados a buenas prácticas, tales como trabajar sobre los originales o, en caso de destrucción de esas matrices, sobre los materiales que más se acercan a ese original.
“Una Cineteca debiese preocuparse tanto de conservar las obras como de promoverlas, pero hoy la tecnología digital muchas veces hace que se priorice un proceso por sobre otro. Lo digital debiese seguir siendo un complemento que permite alcanzar resultados específicos, pero en general no se considera un estándar para conservar, sino más bien para difundir y acceder sin deteriorar los originales”, concluye el académico y coordinador de la Cineteca de la U. de Chile.