En momentos en que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) de Perú ha contabilizado el 99,132 por ciento de las actas de la segunda vuelta presidencial realizada el domingo pasado, el candidato Pedro Castillo, del partido "Perú Libre" mantiene una ajustada ventaja de 71.489 votos, que serían irremontables para la candidata Keiko Fujimori, de "Fuerza Popular".
El estrecho resultado da cuenta de un país muy polarizado tras una campaña muy agresiva, que vivió momentos de gran tensión entre los partidarios de la hija del ex dictador Alberto Fujimori, y el profesor izquierdista Pedro Castillo, acusado por sus opositores de tener lazos con la organización terrorista Sendero Luminoso, incluidos enfrentamientos a golpes en plazas de algunas localidades.
Así lo destacó la profesora Paz Milet, especialista en relaciones internacionales en América Latina, quien aseguró que "hubo una concentración en los candidatos que planteaban visiones totalmente opuestas de la sociedad, y de hecho fue sorpresiva tanto la llegada de Fujimori, que ya se había presentado dos veces y se creía que había perdido respaldo por los casos de corrupción y por la dura oposición que ejerció su partido cuando fueron mayoría parlamentaria, y de Castillo, un fenómeno surgido muy recientemente, que incluso no marcaba en las encuestas de primera vuelta. Esto demuestra un voto castigo contra lo que es la élite tradicional y la concentración política en Lima".
Consultada por las referencias que ha habido al "Perú profundo", la académica explicó que el concepto hace referencia a varios elementos, como la molestia que existe en muchos sectores de la sociedad por la concentración del poder político y económico, por la invisibilización de las regiones, y por la manera en que la élite tradicional ha ignorado a los sectores más precarizados ante los costos de la pandemia y el acceso a servicios sanitarios esenciales.
De esta forma, la profesora Milet afirmó que Pedro Castillo reunió en primera vuelta el voto de la selva, la sierra y provincias específicas como Ayacucho, pero luego amplió su respaldo en un masivo voto de descontento de los que se sienten marginados, mientras que Keiko Fujimori reunió el voto duro de quienes apoyan el legado de su padre como la persona que habría llevado "orden económico y político" al país, para luego incorporar el voto anti-comunista.
En esa disputa por lograr apoyos, una de las posiciones que causó más ruido fue el conservadurismo que ha planteado Castillo en materias de género, derechos LGBTIQ+ y aborto, que sí eran defendidas por la otra opción de izquierda encabezada por Verónika Mendoza, quien respaldó al abanderado de Perú Libre en la segunda vuelta.
Al respecto, la profesora Milet dijo que aunque no ha mostrado intenciones de avanzar en materias relativas a una agenda valórica o de género, "el apoyo de los cinco representantes en el Congreso de Mendoza puede hacer que ceda en algunos temas, pero es algo que no depende solo de él, sino también de su base de apoyo, que es de una tradición más conservadora. Sin duda el escenario está abierto, pero pareciera no ser por ahora una prioridad, aunque la necesidad de mantener apoyos en el Congreso puede abrir una oportunidad".
Tras la elección, el primer desafío del nuevo gobierno será alcanzar cierto grado de gobernabilidad, ya que tal como aseguró la profesora Milet, "hay un Congreso muy fragmentado, y durante los últimos años se ha experimentado una gran dificultad en la convivencia entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, algo que llegó a un nivel notable en la gestión de Vizcarra, primero con la disolución del Congreso y luego con este decidiendo la vacancia del Ejecutivo. Lo primero que deberá hacer Castillo será lograr la aprobación de su Programa, que el Primer Ministro debe presentar ante el Parlamento para lo que deberá negociar".
¿Cómo afecta esto a Chile?
Aunque las grandes cifras macroeconómicas no lo muestren de buenas a primeras, Perú es un importante socio comercial para nuestro país, además de formar parte junto a nosotros de la Alianza del Pacífico, entre otros espacios bilaterales y multilaterales de cooperación y comercio.
Así lo explicó el profesor Felipe Muñoz, especialista en comerico internacional del IEI, quien recordó que aunque las cifras de exportación e importanción relativas a nuestro vecino del norte estén alejadas de países como China o Estados Unidos, "nuestra relación no está concentrada en el cobre u otros productos con poco valor agregado, sino que tiene una canasta mucho más diversificada en tipo de productos, y precisamente con los que tienen mayor valor agregado, como manufacturas o servicios en sectores intensivos en conocimiento, tecnología y capital humano".
Además, el antiguo Virreinato es un importante socio en la Alianza del Pacífico, instancia que si bien ha estado con menor protagonismo tras la llegada de López Obrador a la presidencia de México, ha seguido trabajando en temas como la eliminación de brechas digitales que afectan a grupos tradicionalmente ignorados, como población rural, adultos mayores, mujeres, pero también a pequeñas empresas. "Otra arista en la que se ha trabajado es la relación entre comercio internacional y empoderamiento de la mujer, sobre todo en el marco de la pandemia", destacó Muñoz.
En este sentido, el académico aseguró que "si bien aún no hay un anuncio oficial que dé a Pedro Castillo como Presidente electo, es bastante seguro que es el ganador. En cuanto al escenario, es bastante incierto lo que vaya a suceder. Si uno mira la plataforma de Castillo que tiene un discurso más de izquierda y nacionalista podría pensarse a la rápida que está en contra del libre comercio y la apertura comercial, no es tan evidente que avance rápido en esa dirección porque la integración económica regional es muy beneficiosa para Perú".
El profesor Muñoz cree que la posición del nuevo Presidente podría ser similar a la adoptada antes por AMLO en México, donde "en un inició tomó con cautela su relación con la Alianza del Pacífico, pero siguió participando. Quizás Castillo vaya a hacer más referencia a temas sociales como la agenda de género o la lucha contra la brecha digital, que es lo que se está trabajando ahora último, temas que involucran la posibilidad de incorporar a estos procesos a sectores rezagados históricamente".
Consultado sobre la idea de que un triunfo de Castillo podría producir una salida de las empresas chilenas de Perú, con el consiguiente costo económico para ambas partes, el académico explicó que "es cierto que ha existido una campaña del terror al respecto y es posible que se reduzcan las inversiones mientras el nuevo gobierno da indicaciones de cómo va a ser su trabajo, pero de ahí a pensar en un éxodo de inversiones o algo de ese tipo, no lo veo como algo posible ni en el corto ni en el mediano plazo. Hay que recordar que el mismo Castillo vence en la elección presidencial, pero no tiene mayoría parlamentaria, y ha debido acercarse a candidaturas más moderadas, entonces es posible que reflexione sobre qué reformas quiere asociar a su figura para llevar adelante".