Propiedad industrial de las vacunas: Expertos/as explican panorama regulatorio y los desafíos para el derecho privado

Propiedad industrial de las vacunas: Explican desafíos para regulación

A lo largo de la crisis sanitaria por el Covid-19, han surgido una serie de desafíos regulatorios para el derecho privado, siendo el proceso de vacunación uno de los puntos más complejos, considerando diferentes visiones en torno a la propiedad industrial y la contratación.

En esta línea, el seminario "Vacunación y propiedad industrial: nuevos desafíos frente al Covid-19" contó con la participación de tres abogados de nuestra casa de estudios, quienes se organizaron para abordar distintos ámbitos relativos al tema en cuestión.

Así, quien primero expuso fue Andrea Lobos, socia fundadora de Andes IP, quien se centró en los aspectos jurídicos que están tras el problema en discusión. La experta sitúa así a las patentes como un tipo o modalidad de la propiedad intelectual, que tienen un desarrollo que data desde el siglo XV llegando hoy a su regulación a través de diversos tratados, como los ADPIC; que conforman un sistema que da normas mínimas de protección y garantía de los derechos de propiedad intelectual. Esto último se condice con el modelo chileno desde los años 90, que busca abrir sus fronteras a la importación y exportación de bienes. Con todo, cabe hacer un análisis al artículo 31, en que se regulan ciertos casos en que se puede tener acceso a la información de la patente sin autorización de su titular; todo en circunstancias de extrema urgencia. La expositora plantea así la pregunta: ¿se corresponde con la situación actual? ¿Qué pasa con la situación en USA o Europa? Pero el punto de fondo debiese ser: ¿Son las patentes las responsables de la situación de escasez de vacunas? Pareciera ser que no, concluyó Lobos.

Posteriormente, expuso Juan Pablo Zamora, quien se desempeña como asociado en Albagli Zaliasnik, asesorando en materias de propiedad intelectual e industrial, y que situó la discusión más allá de la cuestión jurídica de las patentes, a fin de hacerse cargo del panorama regulatorio de los medicamentos y vacunas en Chile; el que consta de un procedimiento de aprobación que se precopa de la salud y seguridad de quien utilizará el medicamento, siendo un problema para una posible liberación de patentes, ya que la vacuna es en sí un producto biológico que tiene la particularidad de un desarrollo muy lento, que toma de 10 a 15 años y que cuenta con varias etapas. Eso no es todo, a juicio del jurista, además las vacunas van cambiando a lo largo de los años; de manera que, al tratar los productos genéricos, es decir los que surgen una vez expira la patente, hay que tener cuidado con las responsabilidades, porque hay todo un tema de seguridad y logística para que efectivamente llegue a ser aprovechada la liberación de la patente.

Por último, el profesor del Departamento de Derecho Económico, Juan Francisco Reyes, se pronunció respecto a la aplicación de todos los temas antes discutidos. En esta línea, resaltó que no hay que olvidar que la innovación que hay tras una vacuna implica un gran costo, siendo así la patente un medio para compensarlos. La liberación de una patente, entonces, implicaría un desincentivo a la innovación al mismo tiempo que las nuevas variantes del Covid-19 obligan a las vacunas a adecuarse e innovar. Esto en consideración de que no necesariamente traería beneficios inmediatos para la población, ya que en paralelo habría que asegurarse de generar alternativas y competencia en el mercado. Así, el nuevo productor, con base al producto genérico, requerirá de una cadena de producción y el problema será cuánto tiempo se demorará en estar ella junto a las fábricas locales capacitadas para poder suplir con la oferta una demanda creciente.

Finalmente, cabe considerar que cuando hablamos de liberar patentes no necesariamente se quiere decir que ello sea sin una contraprestación económica, sino tan solo el hecho de que no se va a requerir la autorización del titular; lo que entre líneas puede generar incluso una obligación pendiente a favor de ellos creando una deuda aún más grande que si hubiesen negociado con cada Estado. Así, los expositores concluyeron que hay que ver este problema con altura de miras, dejando de lado los slogans y apuntando finalmente a lo más importante: el mayor y oportuno acceso de la población a vacunas que aseguren seguridad y salud contra la pandemia.