Ex académico del ICBM

La Facultad de Medicina despide al doctor David Lemus Acuña

La Facultad de Medicina despide al doctor David Lemus Acuña
Doctor David Lemus Acuña

El doctor Luis David Lemus Acuña se tituló como médico veterinario de la Universidad de Chile en el año 1965. Ese mismo año  ingresó como ayudante de la cátedra del Prof. Orlando Badínez, para luego ser jefe de Trabajos Prácticos. En el año 1975 obtuvo el grado de Doctor en Ciencias Veterinarias en la Universidad Complutense de Madrid. Fue miembro de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España desde el año 1988.  Profesor Titular del Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, unidad que dirigió entre los años 2001 y 2017. Fue un destacado docente de la Histología y Embriología y realizó importantes aportes al estudio de la odontogénesis.

Dirigió más de 50 tesis de pregrado y magíster, y fue autor de más de 40 publicaciones científicas describiendo el desarrollo embrionario de reptiles chilenos, el efecto de la recombinación tisular heteroespecífica en procesos de odontogénesis y los procesos de angiogénesis tumoral. En nuestro país integró las sociedades de Anatomía, de Biología de Chile y Chilena de de Reproducción y Desarrollo.  

Al momento de su despedida, la doctora Ulrike Kemmerling, quien sucedió al doctor Lemus en la dirección del Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo, recordó que éste “se destacó siempre por su apoyo y ayuda que siempre brindó a sus colegas y, en particular, a los más jóvenes y a los estudiantes. Por su parte, la doctora  Mariana Rojas señaló que “el doctor Lemus no solo fue un maestro de la Embriología, también logró el reconocimiento de sus pares en Chile, en España y en Francia, según pude constatar. Sus clases eran muy didácticas y divertidas, utilizaba muchas tonalidades de voz, le metía sentimientos a todas sus exposiciones. ¡Enseñaba con las emociones! Recuerdo una clase donde habló de la elefanta Fresia, que había muerto muy vieja; dijo que con su dulzura había enseñado a miles de niños, sobre la emoción. Terminó la clase con lágrimas diciendo lo siguiente: “Un día yo moriré y entonces buscaré la nube donde se encuentre la querida elefanta Fresia”.