Regreso a clases y labores presenciales

Vuelta paulatina a la "normalidad" en pandemia: un contexto que acrecienta las condiciones de desigualdad

Vuelta paulatina a la "normalidad": las desigualdades continúan
Según un catastro realizado por el Colegio de Profesores, 13 establecimientos tuvieron un retorno parcial o diferido y en solo 3 los estudiantes regresarán a sus establecimientos (municipales).
Según un catastro realizado por el Colegio de Profesores, 13 establecimientos tuvieron un retorno parcial o diferido y en solo 3 los estudiantes regresarán a sus establecimientos (municipales).
Este hito incipiente de vuelta a clases sumado al regreso de muchos(as) trabajadores(as) a sus oficinas o labores presenciales, marca lo que se ha llamado una "Nueva Normalidad".
Este hito incipiente de vuelta a clases sumado al regreso de muchos(as) trabajadores(as) a sus oficinas o labores presenciales, marca lo que se ha llamado una "Nueva Normalidad".
Para el académico Claudio Cerda, regresar a las actividades cotidianas insertas en la denominada "Nueva Normalidad" evidencia más que un hecho material, un hecho político.
Para el académico Claudio Cerda, regresar a las actividades cotidianas insertas en la denominada "Nueva Normalidad" evidencia más que un hecho material, un hecho político.

Como cada año, el mes de Julio es tiempo de vacaciones de invierno para los establecimientos educacionales y este 2021, en medio de la Pandemia, no fue la excepción. Tras dos semanas de descanso, el pasado 26 de Julio colegios reanudaron sus clases en el marco de la entrada en vigencia de nuevas modificaciones al Plan Paso a Paso. Pero no todos los recintos retornaron a la presencialidad. Según un catastro realizado por el Colegio de Profesores, 13 establecimientos tuvieron un retorno parcial o diferido y en solo 3 los estudiantes regresarán a sus establecimientos. Dicho conteo se refirió a la información y realidad de los colegios municipales.

Este hito incipiente de vuelta a clases, sumado al regreso de muchos trabajadores y trabajadoras a labores presenciales, marca lo que se ha llamado una “Nueva Normalidad”. Tanto desde la Antropología como desde la Educación, académicos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile piensan que este concepto ha sido acuñado por el gobierno actual y obedece a una decisión e interés, principalmente de tipo económico, por retomar a la “Vieja Normalidad”.

Lo que trae consigo la vuelta a la presencialidad

El regreso a clases presenciales en medio de la emergencia sanitaria ha sido motivo de discrepancia constante entre el Colegio de Profesores y las autoridades gubernamentales. Susan Sanhueza, académica del Departamento de Educación de la U. de Chile, describe que es un escenario complejo donde entran en juego diversas variables, por ejemplo, la conciliación familiar, pues el retorno implica una nueva organización de su tiempo.

Aclara que el retorno presencial es necesario, pero atendiendo a determinadas condiciones, y eso requiere una aproximación intersectorial. “No es solo si Educación vuelve a clases, también es si el Ministerio del Trabajo está pensando en flexibilizar la jornada laboral, especialmente en el caso de las mujeres; o si el Ministerio de Salud está pensando en programas de autocuidado para las escuelas y si este prevé contar con los recursos suficientes ante un eventual aumento de casos. También si el Ministerio de Transporte está planificando los tiempos y espacios de desplazamiento. Para todo esto se requiere pensar juntos(as), de manera coordinada, y eso no está ocurriendo”, critica Susan Sanhueza.

Por otra parte, a juicio de Susan Sanhueza, las inequidades del sistema educativo se han acrecentado durante la Pandemia, el cual ya estaba fracturado y movilizó a cientos de jóvenes (y no tan jóvenes) a marchar por las calles exigiendo igualdad. Si el Ministerio de Educación promueve el retorno a clases, “debe hacerse cargo de estos temas estructurales: acceso al agua, dotación de materiales sanitarios, personal preparado para educar en tiempos de incertidumbre, profesores que pongan el foco en los nuevos temas y desde allí, promuevan aprendizajes significativos, aprendizajes para la vida”, apela.

El Estado, añade, debe garantizar igualdad de condiciones para enfrentar la educación en estos difíciles tiempos. “Creo que lo más ejemplificador es citar la consulta realizada por el Colegio de Profesores donde un 75 por ciento de los encuestados, entre apoderados, estudiantes y profesores, señaló que hoy no existen las condiciones para reabrir los colegios para clases presenciales. Y es importante señalar que esto no significa que no se quiera retornar. Estamos todos(as) de acuerdo en que necesitamos hacerlo, es simplemente que no hay garantías para que esto ocurra de la mejor forma posible”, aclara.

Vida de las ciudades bajo la “Nueva Normalidad”

Para el académico del Departamento de Antropología, Claudio Cerda, regresar a las actividades cotidianas insertas en la denominada “Nueva Normalidad” evidencia, más que un hecho material como una forma de reglar el comportamiento, un hecho político.

Tengo la sensación que esta suerte de idea de 'Nueva Normalidad' ha sido impulsado desde el primer momento por el gobierno. A él no le interesa eso, sino que retornar o acercarse más bien a la antigua normalidad o a la normalidad, cuando había clases presenciales, la ciudad se movilizaba (trasladaba), etc. La movilidad económica, pienso, es lo central que el gobierno intenta recuperar”, comenta el antropólogo.

La sociedad chilena y nuestra ciudad son profundamente desiguales. Santiago, por ejemplo, es una ciudad “dual”, utilizando el término del sociólogo español Manuel Castells. Esto, porque hay un segmento social en ella que vive bajo determinadas condiciones, accede a trabajos específicos, con mecanismos de movilidad particulares. Mientras que el otro segmento de la ciudad no posee esas características ni las va a tener.

“El punto es que esta diferencia se magnifica, de alguna manera, en sus resultados en la situación que vivimos actualmente. Es decir, vivir como vive la “otra mitad” en una ciudad “dual” conlleva que hay un pequeño sector distinto al otro. Al respecto, pienso que veremos la acentuación de la desigualdad y de los efectos perniciosos que tiene la desigualdad, como lo hemos visto en este año y medio de Pandemia”, esboza Cerda.

Lo que hay en definitiva es una “grieta” que se ha ensanchado a lo largo de este último tiempo, no solo en materia económica, sino que es multivariada. “La ciudad nos permite observar cómo de manera concreta esa grieta se va profundizando”, señala. Otras características de esta ciudad, que se mantienen y mantendrán, es la movilidad y hacinamiento, especialmente en el transporte público. Claudio Cerda relata que se ha tendido a depositar férreamente la confianza en que la vacunación permitirá el acercamiento a la antigua normalidad.

Por otro lado, al interior de las ciudades también se va a intensificar la profunda desconfianza en “nuestro vínculo con espacios públicos, porque sentíamos miedo sobre determinadas variables como la seguridad asociada al delito y robo; yo creo que a eso se agrega la desconfianza -a raíz de la Pandemia- directamente a un otro u otra (soma o persona) al aproximarse a otras personas”. La novedad que marcará los próximos tiempos, reitera, será que “nuestro relato o vinculación en los espacios públicos estará marcado por el aumento de la desconfianza y ver simplemente en el(la) otro u otra un factor de riesgo”.