Proyecto de la U. de Chile en hospitales

Robots humanoides buscan disminuir el miedo de niños oncológicos frente a procedimientos dolorosos

Robots humanoides buscan calmar a niños oncológicos frente al dolor
Los pequeños robots acompañarán a niños, niñas y adolescentes durante procedimientos que pudieran resultarles dolorosos o angustiantes, para distraerlos de esas emociones.
Los pequeños robots acompañarán a niños, niñas y adolescentes durante procedimientos que pudieran resultarles dolorosos o angustiantes, para distraerlos de esas emociones.
El doctor Juan Pablo Torres, director de Innovación de la Facultad de Medicina, fue uno de los promotores de esta intervención.
El doctor Juan Pablo Torres, director de Innovación de la Facultad de Medicina, fue uno de los promotores de esta intervención.
Parte del equipo del Centro Oncopediátrico y de Trasplante de Médula Ósea Ambulatorio Integral, TROI, del Hospital Luis Calvo Mackenna, junto a las nuevas unidades robóticas.
Parte del equipo del Centro Oncopediátrico y de Trasplante de Médula Ósea Ambulatorio Integral, TROI, del Hospital Luis Calvo Mackenna, junto a las nuevas unidades robóticas.

Dos robots moviéndose por el Centro Oncopediátrico y de Trasplante de Médula Ósea Ambulatorio Integral (TROI) del Hospital Luis Calvo Mackenna, llamaron la atención de los adultos que visitaban el lugar, pero sobre todo de los pequeños presentes. ¿Qué hacían en su sala de espera estos divertidos y modernos personajes? La respuesta está en un proyecto de la Dirección de Innovación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quienes junto a Abbott Laboratories seleccionaron hospitales de la Red del Programa Infantil de Drogas Antineoplásicas (PINDA), tanto en Santiago como en otras regiones, para que fueran el hogar de seis robots.

La enfermera Verónica de la Maza, académica de la Dirección de Innovación de nuestro plantel y de la Unidad de Investigación del recinto asistencial, es una de las gestoras del proyecto. Según explica, una de las características interesantes de esta innovación es la utilización de un robot humanoide social como una herramienta de asistencia terapéutica para tratar la angustia pediátrica. “El estudio que propondremos hacer tiene como objetivo crear un vínculo de amistad entre un robot humanoide y niños de oncología para aliviar su dolor y angustia, tal como se ha hecho en otras partes del mundo”, señala.

Parte de esta investigación contemplará la medición y evaluación del dolor y la ansiedad de las y los niños en el marco de procedimientos médicos dolorosos, y cómo esta tecnología puede favorecer la disminución de ambas emociones. Los robots, que llevan el nombre de “Eva” -nombre que recuerda a uno de los personajes principales de la película “Wall-E”-, tienen novedosas funciones, como proyectar películas, reconocer rostros, llamar por zoom, tocar música e incluso contar algún cuento.

Estos nuevos “compañeros” de niños y niñas circularán por las áreas de Oncología, TMO y Cirugía del Hospital Luis Calvo Mackenna. El desafío para los miembros del grupo clínico estará puesto en visibilizar el recibimiento que les den los menores y las interacciones que se generen. “Los equipos estamos en el proceso de aprender a utilizarlos y sacarles el máximo de provecho”, menciona la académica.

Una vez que los pequeños pacientes de las unidades intervenidas conozcan a los robots y se familiaricen con ellos, comenzará una etapa de estudio que busca determinar el efecto de su interacción con niños, niñas y adolescentes con cáncer. Esto, en el contexto de los procedimientos, como la toma de muestras clínicas de sangre, pues el equipo será programado para ejecutar acciones de distracción antes, durante y después de la punción, con acciones que dependerán de la edad del menor.

Fruto del trabajo colaborativo académico asistencial

En la elaboración de esta iniciativa, que hoy es una realidad, fue fundamental el trabajo del equipo del Hospital en conjunto con la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. En ese sentido, destaca la labor comprometida y de excelencia, así como el interés genuino que puso en su ejecución e investigación la fallecida enfermera Valeska Fuentes, quien fuera jefa coordinadora de TROI. Sin lugar a dudas, este proyecto no sería posible sin su trabajo profesional y su dedicación a los niños y niñas oncológicas.

Otro de los entusiastas promotores de esta intervención fue el director de Innovación de la Facultad de Medicina, doctor Juan Pablo Torres, quien generó el contacto con Abbott Laboratories y visibilizó el impacto que podría tener para los y las pacientes pediátricos con enfermedades oncológicas.

La doctora Milena Villarroel, jefa de Oncología del Hospital Luis Calvo Mackenna, reconoció la donación de este innovador proyecto, destacando que esta acción se enmarca en el desafío de hacer favorecer un ambiente grato en la atención del niño y la niña.  “Lo agradecemos y valoramos enormemente”, mencionó.

Ya sabe: ¡no se sorprenda si en su próxima visita al Hospital se encuentra con "Eva" en los pasillos!