Emprendedores trabajan en tecnología para combatir la contaminación atmosférica

Emprendedores trabajan en tecnología para combatir la contaminación
Tras sus vacaciones en el sur de Chile, Josefina Díaz junto a su equipo, dieron vida al proyecto Icecone,
Tras sus vacaciones en el sur de Chile, Josefina Díaz junto a su equipo, dieron vida al proyecto Icecone,

Cuando Josefina Díaz, ingeniera eléctrica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, tenía 18 años se fue a mochilear al sur del país. Esas vacaciones de invierno la llevaron hasta Chiloé por primera vez, donde fueron acogidos en casa de los familiares de su compañero de viaje. Ahí conoció los mitos y leyendas del archipiélago y también comprendió el rol que jugaba la cocina en la vida de esas familias.

“Me di cuenta de que todo se desarrollaba entorno a la cocina, recuerdo que estaba la televisión siempre encendida como ruido de fondo, y el resto del tiempo, si no se estaba cocinando, se tejía o leía algo, pero en general siempre se hacía todo en la cocina, porque ahí estaba el calor”, detalla.

Tras la lluvia, se dio cuenta que el humo se olía y se veía en la zona, lo que la llevó a pensar “que rico sería poder disfrutar del calor del fuego, de la cocina a leña, de las conversaciones alrededor del calor, pero sin el humo que se genera”.

Luego de trazar diferentes ideas y posibilidades, junto a su equipo, dieron vida a Icecone, proyecto que permitirá el desarrollo de un electrofiltro para chimeneas, elementos tan característicos de las regiones del sur.

Calidad del aire

Según datos de IQAir (2019), Chile se ubica en el lugar 35 a nivel mundial en el grado de exposición de la población a contaminación atmosférica MP2,5, partículas sólidas que no se pueden ver, pero que pueden afectar la salud.

Por otra parte, la matriz energética de comunas como Coyhaique (ENMA, 2016) revela que un 70% identifica las estufas como la actividad más contaminante, sin embargo, solo 8% señala estar dispuesto a no usar leña como una acción para proteger el medio ambiente y reducir la contaminación.

¿La razón? Radicaría en su costo, ya que la calefacción a leña es la más barata y con mayor capacidad calorífica, además de ser una actividad económica relevante en la zona.

Teniendo claro estos antecedentes, Icecone propone el desarrollo de una tecnología con la que estiman reducir en un 90% el material particulado fino, producido por la combustión de la leña y un 95% del carbono negro.

“Con estas cifras, me daba cuenta de lo significativo que podría llegar a ser el uso de electrofiltros en los cañones de chimeneas, de ciudades como Coyhaique o Temuco, por mencionar algunas. Hoy en día la gente no solo utiliza leña por su calor, también porque es el “combustible” más económico y accesible para todos los habitantes del sur de Chile. Con el uso de electrofiltros se tiene fuego, pero sin humo”, detalla Díaz.

Según explica esta herramienta contribuiría también a nivel gubernamental, ya que hoy en día se invierten más de 4 mil millones de pesos en el Programa de Recambio de Calefactores a cargo del Ministerio de Medio Ambiente, mientras que con su propuesta se podría llegar a más del 200% de las viviendas alcanzadas actualmente y con un cuarto de la inversión.

Si bien reconocen que hay dos empresas realizando lo mismo en Chile, apuestan a diferenciarse a partir del modelo de negocios, para lo cual ya cuentan con el apoyo de Corfo a través del instrumento Semilla Inicia.

Procesos productivos locales

Cuando el fin de la pandemia parece más cercano siguen latentes muchos aprendizajes e interrogantes. Entre ellas, si es factible que muchos de los procesos productivos se hagan en el país y, de esta manera, reducir la dependencia al enfrentarnos a situaciones complejas o a eventos de similares características.

Ante esto, Josefina considera que: “los procesos productivos son cruciales para el crecimiento económico ya sea de una empresa o del país. En Chile no nos especializamos en fabricación, aún falta mucho para eso, entonces dependemos de otros países, sobre todo de China que ya cuenta con el desarrollo tecnológico que le permite desarrollar y fabricar a grandes escalas diversos productos y a bajo costo, abasteciendo la demanda de todo el mundo. En Chile aún estamos muy lejos de eso, pero en pequeña escala, contamos con talleres de manufactura, laboratorios e infraestructura que, si aprovechamos adecuadamente, nos permitiría desarrollar a baja escala nuevas cosas que necesitemos, favoreciendo el florecimiento de la innovación, científica y tecnológica, y así no depender tanto de otros países”.

Asimismo, agrega que “avanzar hacia el desarrollo productivo será clave para Chile en el futuro, entonces es necesario comenzar a invertir en el sector para ir creciendo cada vez más y depender cada vez menos de las importaciones. No creo que sea malo importar, pues es fácil y actualmente es más barato, pero no es bueno dejarlo todo en mano de otros países, nosotros podemos ser tan buenos o mejores que ellos, solo hay que empezar en algún momento y mientras antes suceda, mejor”.

Además, relata que tienen la expectativa que todo el proceso sea manufactura local, tanto la parte mecánica como eléctrica.

“Aún existen electrónicos en el país a pesar de que el mercado fue reducido significativamente hace algunos años, porque dejó de ser rentable y con esto se perdieron muchos trabajos y motivación de estudiantes por elegir esta carrera. Recuerdo que cuando chica, si se echaba a perder una radio, se buscaban electrónicos, algo así como los zapateros, para arreglar lo que se echaba a perder. Ahora solo se bota y se vuelve a comprar un nuevo producto porque sale más barato a veces reemplazar el equipo. Todo esto ha traído consecuencias para el medio ambiente, demandamos cada vez más productos, ya no tenemos la cultura de arreglar las cosas, pero eso puede volver, se puede reactivar el mercado de la electrónica, y por supuesto otros mercados de producción en Chile. Si es que hay otra pandemia (espero que no), sería hermoso que no dependiéramos tanto de las importaciones y podamos contar con producción nacional tradicional e innovadora”, señala.

Finalmente, considera que el mayor impacto que se podría lograr sería la apertura del proceso de innovación y desarrollo en el país.