Fondo Valentín Letelier

Proyecto U.Chile releva la memoria histórica y ambiental de Puchuncaví en la primera infancia

Proyecto U.Chile releva la memoria histórica y ambiental de Puchuncaví
El sitio de memoria Melinka en Puchuncaví, que fue campo de concentración en dictadura, fue declarado Monumento Nacional en 2018.
El sitio de memoria Melinka en Puchuncaví, que fue campo de concentración en dictadura, fue declarado Monumento Nacional en 2018.
Actualmente Puchuncaví es considerada una zona de sacrificio debido a la devastación ambiental provocada por la industria energética y de combustibles que ahí se desarrolla.
Actualmente Puchuncaví es considerada una zona de sacrificio debido a la devastación ambiental provocada por la industria energética y de combustibles que ahí se desarrolla.
Imagen de una de las sesiones de talleres virtuales desarrollados por el equipo de "Puchunkawin: Carnaval de la Ciudadanía".
Imagen de una de las sesiones de talleres virtuales desarrollados por el equipo de "Puchunkawin: Carnaval de la Ciudadanía".
La comunidad se ha organizado para batallar en contra del devaste medioambiental y las graves consecuencias de salud que está teniendo en los habitantes.
La comunidad se ha organizado para batallar en contra del devaste medioambiental y las graves consecuencias de salud que está teniendo en los habitantes.

Fue durante el gobierno de Salvador Allende, que se construyeron los llamados “balnearios populares” en Puchuncaví, Ritoque, Pichicuy y Pichidangui: una serie de cabañas diseñadas para alojar a familias de hasta ocho personas que fueron entregadas al Servicio Nacional de Turismo y operadas en coordinación con la CUT para beneficiar a miles de familias de trabajadores, durante los meses de verano.

Sin embargo, a fines de 1973, la dictadura militar destinó las instalaciones a diferentes ramas de las Fuerzas Armadas, dejando las de Puchuncaví y Ritoque habilitadas especialmente como Campos de Concentración donde llegaron prisioneros de Isla Dawson, Isla Riesco, Quiriquina, Chacabuco y Pisagua.

En los 80, fueron desmantelados para intentar borrar el terrible destino de ellas, sufriendo de un total abandono hasta que en 2014 se constituye la Corporación de Memoria y Cultura de Puchuncaví (CMCP), dedicada especialmente a relevar la historia de Melinka el campo de concentración de Puchuncaví, donde a pesar del horror, los prisioneros lograron formar una comunidad, desarrollando entre ellos actividades deportivas, obras de teatro, concursos de poesía y literatura que les ayudaba a resistir el encierro.

Desde 2018 el inmueble es Monumento Nacional en categoría de histórico, sin embargo la zona de Puchuncaví ahora sufre también los embates de la industria energética instalada allí, y la devastación producida por los gases contaminantes que han provocado serios episodios de intoxicación entre los habitantes. Es así como académicos, académicas y estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (Facso) de la U. de Chile desarrollaron en 2019 un proyecto que busca concientizar sobre esta problemática medioambiental además de relevar la memoria política del lugar en niños y niñas del sector.

“Puchunkawin: Carnaval de la Ciudadanía” se titula la iniciativa -aludiendo al origen mapuche del nombre del balneario que significa lugar de carnavales- que en 2019 recibió recursos del Fondo Valentín Letelier para desarrollar un trabajo con educadores de párvulos y profesoras de 1° y 2° básico de establecimientos municipales con la idea de promover y fortalecer conceptos de derechos humanos, memoria histórica y diversidad.

La iniciativa -que se desarrolló junto al Departamento de Educación de la Municipalidad de Puchuncaví y la CMCP- debió reformularse debido a la pandemia en formato virtual, realizándose a través de cinco talleres en los que participaron activamente 25 docentes y donde se habló de derechos para la infancia, cuidado del medioambiente, patrimonio, memoria y uno específicamente sobre producción de material didáctico para narrativas.

“La comunidad de Puchuncaví tiene una vida donde hay una constante vulneración de los derechos de la infancia, está impactada por la contaminación, pero además tiene una historia política curiosa e importante de la que no todos tienen conciencia. Nuestra idea es reconstruir esa historia local”, comenta la académica de la Facso y encargada del proyecto, Fabiola Maldonado.

“Debido a la pandemia no logramos trabajar directamente con los niños y niñas que fueron beneficiados sino únicamente con sus profesores, pero nuestro compromiso es reunirnos presencialmente en marzo para crear y pintar un mural colectivo a modo de memorial que estará ubicado en el sitio de memoria Melinka y que será el inicio del año académico de 2022”, agrega la académica.

Los beneficiarios de este proyecto son unos 600 niñas y niños pertenecientes a seis jardines infantiles y seis escuelas de Puchuncaví, quienes han recibido el material educativo resultado de los talleres con sus profesores y profesoras. Todo estará próximamente en línea en un sitio web que será el repositorio del proyecto y que será lanzado a fines de este mes como cierre del proceso.

“Ha sido arduo poder redireccionar el proyecto e implementar esta educación remota de emergencia, no sólo por el tema tecnológico sino por la recarga laboral que han tenido los profesores y profesoras. Por eso agradecemos a quienes se comprometieron en la participación y se involucraron en esta iniciativa”, dice Fabiola Maldonado.

“Rescatamos sobre todo el poder haber establecido vínculos muy fraternos con esta comunidad que ha sido tan golpeada. A pesar de que están geográficamente cerca de Santiago hay una percepción de abandono muy grande y ellos han valorado mucho el interés de la U.de Chile por trabajar con ellos”, señala la académica.

Por estos días el equipo trabaja en la sistematización de la experiencia que significarán importantes insumos de investigación: se trata de 30 sesiones de trabajo de dos horas cada una, un gran volumen que en su edición audiovisual resultará en un video-memoria, el que también estará disponible en el sitio web proyecto.