Obras inéditas producidas especialmente para esta muestra, conforman la exposición Postescultura que reflexiona sobre el significado y figura de la escultura. Esto, tomando en cuenta la realidad y contingencia de la crisis social en Chile, que conllevó a una crisis iconoclasta que propone una nueva forma de representación respecto de la historia, la memoria, la identidad y el poder.
Denisse Viera, Ángela Ramírez, Camila Ramírez, Persona Sola, Loreto Muñoz, Carlos Costa, Bernardo Oyarzún, Víctor Hugo Bravo, Luis Montes Rojas, Pilar Quinteros y Patricio Blanche (en colaboración), fueron los artistas convocados para cuestionar y repensar el arte, tanto en su época pasada, como la actual, bajo las nociones de lo contemporáneo: pensando su tiempo y haciéndose parte de éste.
“Más que una curatoría de obras, consiste en una invitación a los artistas a trabajar desde esta cuestión, sabiendo que el monumento había sido eje central para pensar la escultura en los 70 y los 90 (por Krauss y Brea). Desde allí nos preguntamos ¿Qué sucede cuando el monumento es destituido? ¿Es posible pensar lo que sucede hoy -en la sociedad, en la cultura, en la política- desde la misma escultura y seguir accionando desde este campo? Ese fue el desafío que se le presentó a los artistas, y esta exposición es el resultado de imaginar los caminos posibles a partir de un escenario determinado por estos tiempos críticos”, explicó Luis Montes Rojas.
Tiempos en que el monumento se convirtió en instrumento de la protesta social que puso en cuestión el relato hegemónico. “Existe, sin duda, una crisis de la representación, también respecto del arte y la historia, que nos empuja hacia la valoración de miradas más subjetivas haciendo aparecer relatos, acciones y perspectivas individuales o colectivas en resistencia a las grandes representaciones institucionales”, agregó Montes.
Es así como surgen nuevos lineamientos artísticos que se reflejan en las propuestas de Camila Ramírez, Carlos Costa y Víctor Hugo Bravo, quienes trabajaron los “dispositivos”, primero como artefacto de representación del error, intento e insistencia. El segundo como dispositivo para abandonar definitivamente la civilización, el tercero como máquina del poder y del control.
O como la obra de Pilar Quinteros y Patricio Blanche en honor a Cristián Cuturrufo titulada “monumento ambulante”. Así también el acto performático de Loreto Múñoz y el karaoke móvil de Persona Sola que busca darle voz a los transeúntes convirtiéndose en una fiesta clandestina.
La exposición presenta además otra línea de reflexión, que parte por pensar el monumento “como posibilidad a partir de la memoria y la ausencia, como podría ser los casos de Ángela Ramírez, quien plantea una instalación donde propone un proyecto de un monumento al huemul, en tanto una deuda con la idea de razón”, expresó el curador.
Luis Montes Rojas también exhibe en Postescultura, presentando una escultura en bronce homenajea al autor del monumento inconcluso al presidente Pedro Aguirre Cerda. Misma línea del trabajo de Denisse Viera, quien desarrolla una escultura totémica como construcción de una nueva monumentalidad, esta vez subjetiva y sensible, y finalmente la obra desarrollada por Bernardo Oyarzún, que exhibe la relación con el monumento en tanto desintegración, como una acumulación de desperdicios que propone un viraje hacia la conciencia ecológica.
A través de estas obras se propone un espacio de reflexión desde el arte contemporáneo hacia el contexto político y social actual, posando la mirada en la escultura en tanto lugar privilegiado para entender el presente. “La crisis social actual se representó en la escultura, muy probablemente como en ninguna otra manifestación del arte, por lo que esa interpelación debe ser comprendida como una oportunidad para pensar la contingencia”, indicó Montes Rojas.
La invitación es a visitar de modo presencial la exposición Postescultura en el Museo de Arte Contemporáneo, MAC, Parque Forestal hasta el 27 de noviembre en el hall y las Salas 1, 2 y 3 que se reabre este jueves 7 de octubre.
