Diez cupos cubiertos por igual número de hombres y mujeres

Medicina Intensiva de Adultos recibe a sus primeros residentes como especialidad primaria

Medicina Intensiva de Adultos recibe a sus primeros residentes
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Los nuevos becados y becadas junto a los doctores Manuel Kukuljan, Carlos Romero y la Dra. Karin Kleinsteuber
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Comité Académico del Programa de Título de Especialista en Medicina Intensiva de Adultos
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Dres. Fabiana Bravo y Nicolás Guerra, becados del Programa
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Dra. Karin Kleinsteuber, directora de la Escuela de Postgrado
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Dr. Manuel Kukuljan, decano de la Facultad de Medicina

La actividad fue presidida por el decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan y la directora de la Escuela de Postgrado, doctora Karin Kleinsteuber. En sus palabras de bienvenida a los nuevos residentes –tanto del nuevo programa como del programa de formación derivada-, la académica relevó la colaboración en la creación de este nuevo programa por parte de los académicos de los distintos centros formadores que van a participar de él; en particular de los departamentos de Medicina Interna Oriente, Sur y Occidente.

Además, destacó el acompañamiento especialmente cercano que darán a los médicos en formación del nuevo programa, “pues dado que son más jóvenes –al venir directamente desde el pregrado-, han estado menos experiencia laboral. Esta es una especialidad de alta exigencia, que exige trabajo colaborativo en equipo, y que también requiere de una serie de aprendizajes y herramientas que les permitan el desempeño satisfactorio en lo profesional y en lo humano en los años que van a ejercer. Por eso es que también el Comité del Programa ha estado especialmente preocupado de mantener el lazo con sus egresados, quienes se desempeñan en diferentes unidades de intensivos del país, para seguir contribuyendo a su formación y actualización continua y dándoles, ahora, herramientas de autocuidado. Esto ha sido esencial en período de pandemia: una mirada formativa más integral y que representa el sello que hemos tratado de imprimir como institución, como es formar médicos de excelencia en lo disciplinar, pero además compasivos, expertos y protagonistas en el ejercicio de una medicina humanizada”.

Cupos distribuidos con equidad de género

Luego, el doctor Carlos Romero Patiño, jefe técnico de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y Profesor Encargado del Programa (PEP), explicó que “históricamente en nuestro país la medicina intensiva se ha impartido como especialidad derivada de primarias como la medicina interna, cirugía, anestesiología y urgencias; y si bien se ofrece de manera regular en tres centros, la verdad es que no se ha logrado una masa crítica para liderar las diferentes unidades críticas del país –hay 222 intensivistas certificados, que se concentran en su mayoría en la Región Metropolitana-, y es una falencia que notamos desde hace más de una década”.  

Destacó que ambos programas –el de especialidad primaria y el de especialidad derivada- “tienen como fin formar líderes en medicina intensiva, orientados a ocupar la jefatura técnica de las unidades críticas para llevar la continuidad del manejo clínico de los pacientes, porque eso es lo que ha demostrado mejorar los resultados con los enfermos y sus familias; pero también la gestión de los recursos. Esto se ha hecho más notorio en la actual pandemia y, más aún, cuando médicos de otras especialidades primarias pueden ejercer turnos eventualmente en unidades críticas; por eso, lo que falta son  médicos que conduzcan estos equipos. Creemos que el ingreso directo como especialidad primaria será más atractivo para ellos y ellas, y garantizando siempre la calidad de la formación que ofrece la Universidad de Chile”.

Esta nueva oferta formativa, señala el doctor Romero Patiño, “ofrecerá las mejores oportunidades de formación a los estudiantes; por eso es multicéntrico y colaborativo, pues considera rotaciones por cuatro centros, como son los hospitales Clínico José Joaquín Aguirre, Barros Luco, del Salvador y San Juan de Dios, que tienen particularidades y fortalezas diversas; por ejemplo, en relación a la población de enfermos que atienden”. Por último, indicó que “con este programa de cuatro años pensamos que los médicos recién graduados podrán acceder a esta disciplina cuando todavía pueden dedicar más tiempo a esta formación. Los diez primeros cupos se cubrieron de inmediato, de manera equitativa entre hombres y mujeres”.

“Era lo que queríamos”

Dos de los residentes de este nuevo programa de formación de especialistas son los doctores Fabiana Bravo Córdova y Nicolás Guerra Rojas; ambos, titulados como médicos cirujanos en la Universidad de Santiago. “Conocimos esta posibilidad gracias a las publicaciones que hace el Ministerio de Salud al respecto; es una especialidad que nos ha gustado, que nos ha llamado la atención desde siempre. El trayecto para llegar a ella era bastante largo, pero ahora se nos abre este nuevo camino de cuatro años que cuando lo vi dije “esto es lo mío, es por lo que voy a luchar y me voy a esforzar”; y creo que todo eso dio frutos, porque aquí estamos”, dice el doctor Guerra. 

Por su parte, la doctora Bravo añade que iban a llegar a esta especialidad aunque fuera en su modalidad como programa de formación derivada; “desde que entramos a la universidad siempre nos atrajo la medicina intensiva, aunque la veíamos como lejana porque habríamos tenido que hacer primero tres años de medicina interna, de anestesiología o de otra especialidad. Entonces cuando se abrió, de inmediato ambos decidimos postular. Aunque de todas maneras hubiéramos hecho el camino largo, pero cuando vimos esta oportunidad fue mucho mejor”.

Respecto del énfasis señalado por la doctora Kleinsteuber, orientado a una formación más integral y humanista, los nuevos residentes señalan que “lo ocurrido durante los últimos años, como son la actual pandemia y el estallido social, han significado un cambio enorme en todas las personas. Esta nueva perspectiva nos hace sentir más partícipes de nuestro proceso de formación; como dijo la directora, somos parte de un equipo y estamos avanzando como sociedad y como futuros médicos”. 

Finalizando el encuentro, el decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, hizo énfasis en queustedes no entran sólo a un programa en particular, sino que a una institución como es la Universidad de Chile. Y si bien es cierto que van a dedicar la mayoría de su tiempo a sus actividades formativas, no deben olvidar que son parte de una comunidad mayor, con valores transversales que se aplican a lo que ustedes hacen cotidianamente. Como parte de esa comunidad tendrán oportunidad y responsabilidad en la conducción de esta universidad, que es un colectivo complejo y que en su marcha y orientación depende de todas y todos nosotros. Por lo tanto, junto con ser muy buenos estudiantes de estos programas de medicina intensiva los invito a ser miembros de ella, y estoy seguro que quienes serán sus tutores se los transmitirán también: no sólo van a ser intensivistas, sino que van a ser intensivistas de la Universidad de Chile, y eso conlleva mucho más que las destrezas académicas y profesionales”.