Publicado en Nature Communications Earth & Environment

Estudio liderado por la U. de Chile propone nuevo modelo para explorar depósitos de cobre-hierro-oro

Estudio propone modelo para explorar depósitos de cobre-hierro-oro
El estudio abordó la formación del depósito de óxido de hierro-cobre-oro de Candelaria en la cordillera de la Costa de la Región de Atacama.
El estudio abordó la formación del depósito de óxido de hierro-cobre-oro de Candelaria en la cordillera de la Costa de la Región de Atacama.
Esta investigación "nos da antecedentes que son de suma relevancia para comprender los procesos de formación de los depósitos minerales", afirmó Irene del Real.
Esta investigación "nos da antecedentes que son de suma relevancia para comprender los procesos de formación de los depósitos minerales", afirmó Irene del Real.

El artículo “Formation of giant iron oxide-copper-gold deposits by superimposed, episodic hydrothermal pulses” fue publicado por la prestigiosa revista Nature Communications Earth & Environment y abordó la formación del depósito de óxido de hierro-cobre-oro de Candelaria, ubicado en la cordillera de la Costa de la Región de Atacama, el cual forma parte de uno de los distritos más ricos a nivel mundial.

Para el estudio se dividió la formación del depósito en dos etapas: la primera que corresponde a un período más temprano, que se asemeja a los depósitos de óxidos de hierro-apatito (IOA por sus siglas en inglés), y la segunda, que corresponde a una de las fuentes más importante de cobre a nivel mundial, los depósitos de óxido de hierro-cobre-oro (IOCG por sus siglas en inglés), explicó Irene del Real, investigadora del Núcleo Milenio Trazadores de Metales (NMTM) del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile y autora principal del trabajo.

“Históricamente se ha interpretado que los depósitos IOA son las raíces de un depósito IOCG. Por lo tanto, si estoy explorando y encuentro un depósito IOA asumo que ya no está la parte rica en cobre porque se erosionó. Pero los resultados de esta investigación nos permitieron interpretar que estos depósitos pueden ocurrir sobre impuestos, uno sobre el otro, a niveles estratigráficos similares, abriendo nuevas oportunidades para la exploración”, explicó la investigadora.

Además, recalcó que el estudio de la química de minerales –como el caso de este paper- permite comprender de mejor manera los procesos geológicos de hace más de 100 millones de años, gracias a que los minerales que se formaron en ese momento aún mantienen su composición. “Este tipo de investigación es como una ventana al pasado, a nuestra historia geológica, que nos da antecedentes que son de suma relevancia para comprender los procesos de formación de los depósitos minerales”, afirmó.

Novedoso estudio con Actinolita

Esa investigación se realizó a través del análisis de la actinolita, un mineral de silicato que acompaña a los minerales de cobre y hierro, y que permite estudiar las variaciones composicionales a lo largo del tiempo. “En depósitos IOCG, la actinolita se encuentra en etapas de pre-mineralización (antes de la precipitación de minerales ricos en cobre) y de mineralización propiamente tal (junto a minerales ricos en cobre). Por lo tanto, estudiando este mineral podemos entender qué cambió entre estas dos etapas”, indicó la investigadora.

Respecto a la metodología del trabajo, se recolectaron muestras mediante un testigo de sondaje (de más de 1 km de profundidad, cada 100 metros aproximadamente) las que luego fueron analizadas al microscopio. Posteriormente, se estudió la composición del mineral en los laboratorios nacionales del NMTM, en colaboración internacional con las Universidades de Michigan (USA) y de Western Australia. “Todos los descubrimientos se basan en las variaciones químicas de la actinolita, que nos hablan de la naturaleza del fluido que precipitó el mineral; cuál era su temperatura, composición y fuente. Así, nos acercamos a la comprensión de cómo se formaron estos depósitos gigantes de cobre” explicó Irene del Real.

Respecto a la continuidad de este tema de investigación, la científica comentó que hay muchas nuevas preguntas. “Actualmente, ya hemos recolectado muestras de este mineral en más de 15 depósitos diferentes a lo largo de Los Andes (incluido Perú) y estamos trabajando en conseguir muestras de otros países también. ¡Tenemos actinolita para rato!”, indicó.