Investigación del DGF revela causas de fenómeno hidrotermal en Punto Triple Chileno

Investigación aborda fenómeno hidrotermal en Punto Triple Chileno
La coautora de la publicación, "A cold seep triggered by a hot ridge subduction", Lucía Villar.
La coautora de la publicación, "A cold seep triggered by a hot ridge subduction", Lucía Villar.
Vista de volcanes y fallas presentes en el Punto Triple Chileno (imagen: Lucía Villar)
Vista de volcanes y fallas presentes en el Punto Triple Chileno (imagen: Lucía Villar)

Un estudio sobre las variaciones del flujo de calor térmico en el área de intersección de las placas de Nazca, Sudamericana y Antártica, en el extremo sur de Chile frente a la península de Taitao, realizó la investigadora del Departamento de Geofísica (DGF) de la Universidad de Chile, Lucía Villar, junto a las coautoras y coautores Masataka Kinoshita, Joaquim P. Bento, Ivan Vargas-Cordero, Eduardo Contreras-Reyes, Umberta Tinivella, Michela Giustiniani, Natsue Abe, Ryo Anma, Yuji Orihashi, Hikaru Iwamori, Tomoaki Nishikawa, Eugenio Andres Veloso y Satoru Haraguchi.

La investigación publicada por la revista Nature y realizada en el marco del proyecto FONDECYT 1170009, “Seismic structure of the Nazca and Iquique Ridges and implications for hotspot magmatism and ridge-trench collision along the South American subduction zone”), aporta nuevos datos sobre el Punto Triple Chileno (Chile Triple Junction, CTJ), donde una cadena montañosa submarina (Dorsal de Chile) formada por la unión de las placas de Nazca y Antártica, se está deslizando en forma casi perpendicular bajo la placa tectónica Sudamericana.

“Realizamos una medición directa del flujo de calor en el área de la intersección de las placas y observamos una variación de hasta 300 miliwatios por metro cuadrado (mW/m2), lo cual representa un gran aumento de temperatura en una distancia muy pequeña”, dijo la coautora del artículo titulado “A cold seep triggered by a hot ridge subduction”.

La integrante del grupo de investigación en Geofísica Marina liderado por el académico del DGF, Eduardo Contreras-Reyes, explicó que los datos analizados —obtenidos en expediciones realizadas por el Earthquake Research Institute ERI, de la Universidad de Tokio, y la Agencia Japonesa para Ciencia y Tecnología Marítima y Terrestre (Japan Agency for Marine-Earth Science and Technology, JAMSTEC)— permitieron deducir que la inusual emanación de calor está relacionada con la presencia de volcanes en subducción en la llamada Dorsal de Chile.

“Los datos muestran que un volcán llamado ‘Kepuche’ está deslizándose lentamente bajo la placa sudamericana y las fallas y fracturas provocadas por este movimiento están generando un fuga de calor anómalo que permite deducir la existencia de fluidos calientes saturados de gas metano en el océano”, sostuvo Lucía Villar.

Al ser consultada por la relevancia de los hallazgos realizados, la investigadora del DGF subrayó que, si bien estudios anteriores como “Heat flow in the southern Chile forearc controlled by large-scale tectonic processes”, publicado en 2014, ya habían dado cuenta de emanaciones de calor submarino en el Punto Triple Chileno, lo que aún no se conocía era cómo la Dorsal de Chile afectaba al régimen térmico del talud continental.

“Hasta ahora no se habían realizado mediciones directas (superficiales) en el área ni tampoco se había comparado estos valores con otros registrados previamente, a través de mediciones indirectas”, sostuvo Lucía Villar.

A este aporte, la investigadora sumó el creciente interés por comprender “los procesos hidrotermales y la estabilidad de los hidratos de gas en un lugar como el Punto Triple Chileno, donde volcanes en subducción promueven el escape de fluidos ricos en metano al océano”.

“Este trabajo ayudará a entender, por ejemplo, cómo se forma la corteza de una placa en subducción y cuál es la naturaleza de su régimen térmico”, añadió la investigadora, quien también manifestó su deseo de participar en un nuevo estudio de la zona de subducción de las placas de Nazca, Sudamericana y Antártica.

“Esperamos que, en un futuro cercano, podamos volver a esta área con el equipamiento necesario para visualizar puntos de escape de fluidos ricos en metano y, quizás, tomar muestras del fondo marino para analizar su fauna y composición mineral”, aseguró la investigadora del DGF, Lucía Villar.