Exhibirán durante el 2022:

Alumnos y egresados resultan ganadores de “Balmaceda Visual Arte Joven para un País Despierto”

Alumnos y egresados resultan ganadores de Balmaceda Visual Arte Joven

Durante marzo de 2021 Balmaceda Arte Joven abrió la primera versión del Concurso “Balmaceda Visual Arte Joven para un País Despierto”, la que tiene por finalidad promover, dar a conocer y estimular la producción de obras de nuevos creadores.

En ese contexto la corporación cultural recibió más de 400 postulaciones de las cuales fueron elegidas 70 propuestas y 17 de ellas corresponden a estudiantes y/o egresados del Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Es así como Loretó Azola fue seleccionada por su obra "Inanima" la que desarrolló durante el  proceso de titulación. Una propuesta que pone en tensión la relación de aspectos fundamentales que se han visto exacerbados desde el 2020 como son la virtualidad,  percepción y tiempo. “Me pareció pertinente postular con este trabajo, ya que se acerca al contexto visual que seguimos manteniendo desde la perspectiva de lo sensible. Me volqué a contrastar el deseo de lo táctil con la creación en un espacio virtual como es el 3D cuestionando el rol del mismo ojo en la cadena de percepción”, contó la artista visual. 

Azola se mostró muy contenta al ser una de las seleccionadas ya que según sus palabras, además de dar a conocer el trabajo personal, “es importante la oportunidad de poner en diálogo distintas formas de pensamiento y creación bajo un mismo territorio.  La retroalimentación que se puede originar a partir de los cruces con otros artistas es fundamental para la situación del arte actual”, indicó.

Otro de los seleccionados es Joaquín Hidalgo con la obra "Entre muros nos entendemos", correspondiente a un conjunto de tres esculturas talladas en madera recuperada en escala 1:1, en las que se aprecia a dos niños sentados cabizbajos y un hombre de pie con su mirada desviada y sus manos ocultas detrás de su espalda.

“Elegí esta obra porque contiene una escala humana y cierta fragilidad que me importaba exponer. La madera  posee la característica de rajarse y poder reconstruirse a través de la ayuda de ensambles. Me interesaba componer cada una de las figuras con esas particularidades a la vista: cuerpos de naturaleza quebrados, con parches y tarugos”.

Con esta obra el artista hace referencia a los quiebres que se producen entre las relaciones familiares y cómo ese quiebre no solo se materializa en las poses corporales, sino también en la intimidad de cada uno de los individuos, según explicó Hidalgo, quien también se mostró muy contento por quedar seleccionado, “porque refleja el compromiso de seguir produciendo pese a todas las adversidades que conciernen al campo del arte, hay que tener fe en el trabajo que uno está realizando. De la misma manera reafirma la real importancia que tiene el oficio y el trabajo de la escultura”, señaló.

Valentina Morales es otra de las egresadas del DAV que participó en el concurso y fue seleccionada por su obra “iiali”, un muñeco hecho de tela y a escala humana realizado durante su paso por el tercer año de la carrera.

“Es una obra a la que le tengo especial cariño por los recuerdos que tiene adheridos, tanto sentimentales como físicos. En su construcción se incluyen mechones de pelo de mis amigos y sus nombres bordados, por lo que además de ser una presencia en sí misma, más ‘ente’ que ‘obra’, también trae al presente a todas las personas que colaboraron con su existencia”, explicó.

De este modo la artista postuló al muñeco como una obra en sí misma, sin otros elementos que lo contextualizaran. “La época en que lo hice me sentía perdida, por lo que creé un personaje cuya misión fuera encontrarse a sí mismo y un lugar en la tierra. Su historia parte con la premisa de que es un ser extraño que llega a Santiago desde el espacio exterior y debe encontrar una familia para arraigarse y obtener un nombre”, agregó Morales, quien se manifestó contenta por poder posicionar su obra. “Me ilusiona mucho que iiali se encuentre en un contexto institucional puesto que obras como estas no suelen participar de esas instancias. Iiali, al disponerse por sí solo, sin otros implementos ni fotografías que den pista de quién es, es un representante orgulloso de un arte que suele ser excluido en estos tiempos: textil por una parte y mágico por otra. Me gustaría provocar en las personas que lo vean tanto una sensación ominosa como también de ternura, porque iiali, a mi juicio, ofrece antes que todo una expresión amistosa”, concluyó.

"Manifiesto de las cosas invisibles" es la obra con la que Renata Ayala fue seleccionada y consiste en una instalación compuesta por elementos reconocibles del hogar, como fotos familiares enmarcadas, un mueble tipo buffet con vitrina y, por último, piezas de porcelana (tazas, teteras y platos) modeladas especialmente para la ocasión. 

“Puesto que la porcelana tiene la característica de ser traslúcida, se pueden generar imágenes haciendo interactuar las diferentes densidades de las piezas con luz (a esta técnica se la conoce como litofanía). De este modo, a primera vista la instalación simula un espacio doméstico con objetos comunes y corrientes; pero una vez que se encienden luces ocultas en el interior de las cerámicas, aparecen imágenes que le aportan un nuevo sentido”, contó la artista visual.

Es así como en "Manifiesto de las cosas invisibles" Ayala exhibe piezas que tienen imágenes pero también texto. Las fotos fueron sacadas de álbumes familiares, en las que seleccionó retratos individuales o fotos grupales donde aparecen sus tías.

“En cuanto al texto, hice una lista de siete frases que he escuchado con frecuencia de la boca de ellas mismas, como por ejemplo: ‘Por mis hijos’, ‘Tuve que callar’, ‘No me atreví’, entre otras, ya que la mayoría de ellas ha vivido situaciones de abuso dentro de su matrimonio. Y sin quererlo, sus hijas han ido adoptando esos patrones sin darse cuenta. 

De este modo las piezas de porcelana en un principio no muestran nada, pero cuando estas se van iluminando, constante y latentemente, se revela el secreto a ese mismo ritmo. Asimismo la instalación y la cerámica aluden al entorno al que pertenecen, el del hogar, porque las piezas y su contenido semi-oculto funcionan también como el recordatorio constante que mis tías se hacen a ellas mismas: el de una vida que no quieren, pero en la cual están atrapadas”, puntualizó la artista.

Constanza Guerrero participó del concurso con la obra "Hace tuto guagua", un tapiz de pequeño formato que intenta expresar la sensación de angustia, encierro y desesperación que vivió durante la primera oleada de pandemia.

“Cuando mi pareja y padre de nuestra hija Ingrid contrajo COVID-19, quedamos confinados en su habitación e inhabilitados para participar activamente en las labores diarias del hogar, el cuidado de nuestra hija y la rutina doméstica en general. Sentí entonces mucho miedo y preocupación por la enfermedad que lo afectaba y la posibilidad de que se contagiara al resto de la familia y también viví un gran cansancio al recaer todos los cuidados y laborales propias de la crianza sobre mis hombros, lo que acentuó la sensación de estar sobrepasada ante  las responsabilidades que implicaba la maternidad”, contextualizó la artista.

De este modo Guerrero comenzó a tejer y dio paso a la obra seleccionada que según ella, “tejerla fue para una forma de reconciliación con los sentimientos negativos que me invadían cuando cuidaba de mi hija. Una forma de sanar y aceptar que lo que me pasaba era perfectamente válido y que no debía tener miedo de expresarlo abiertamente”, señaló.

Por su parte Javiera Castillo postuló con "Chonchón" que forma parte de una serie de objetos que trabajó como proyecto de título. “Esta pieza fue obtenida del hogar de mi familia en Los Choros, Región de Coquimbo. El proceso fue obtener un molde de yeso y a su reproducción en porcelana, nuevamente crear otro molde. Por lo que, cada copia es reducida hasta el mínimo a través de la matriz anterior. 

Una operación que se vincula con la tradición oral que perdura en el pueblo, creando una analogía entre proceso cerámico y la construcción de relatos que atraviesan distintas generaciones, donde en ambos existe una distorsión del original.

“Estoy bastante feliz de esta instancia y poder presentar un trabajo que habla del tiempo en el oficio cerámico y las vinculaciones territoriales de este con el Norte”, concluyó la artista.

"Prendedor Especies Acuñadas" es la obra con la que participó Milena Moena y que forma parte de una investigación entorno a la moneda de $100 chilenos, la cual en una de sus caras contiene la imagen de una mujer mapuche, con su vestimenta y joyería tradicional, con la frase República de Chile · Pueblos Originarios y al reverso el sello del Escudo Nacional. 

“Esta obra es un gesto de protesta que inicia el año 2020 en plena pandemia y post revuelta social. Reflexiona acerca de la imagen que se ha querido instalar (desde los diferentes gobiernos) de los pueblos originarios, específicamente del pueblo Mapuche, versus la realidad que es una total invisibilización y sometimiento a violencias por parte del estado.  Por otra parte, desde una mirada feminista y siendo una mujer no mapuche, busco —porque es una labor urgente— visibilizar mi género. Critico y rechazo la usurpación de la imagen y de los cuerpos femeninos, la cual vuelve a recordarnos que vivimos en permanente despojo”, explicó.

Como material productivo y simbólico, mediante la acción de lijar y pulir la artista hace desaparecer la imagen de la mujer mapuche y la omite, suprimiendo su identidad y cuerpo en todas sus formas, “como metáfora de lo que sucede en la realidad, cargándola con otro valor. Interpelo el supuesto intento de homenajear al pueblo mapuche sacando al cuerpo de su contexto, haciéndolo ingresar en una moneda de cambio, numerario o especie acuñada, flujo de capital”, agregó la artista.

En una co-autoría de la egresada del DAV, Isabel Aguilera junto a integrantes del colectivo Plantar Memoria, participaron con la obra “Plantar memoria con sed de justicia”, un cortometraje experimental basado en los registros de una intervención artística que lleva el mismo nombre, realizada al costado del río Mapocho a inicios del 2021. 

Esta acción consistió en intervenir el lugar  con hilos rojos que nacían desde un grupo de plantas medicinales, que luego atravesaba el puente Pío Nono intervenido con poemas y que finalmente desembocaba en el agua del río Mapocho, cerca de Plaza Dignidad, abordando así la resignificación visual y espacial de sitios cargados de violencia. 

“Buscamos explorar la re-existencia territorial primeramente a través del lenguaje audiovisual como dispositivo gestual, simbólico y afectivo, la sanación simbólica de estos sitios junto a plantas medicinales, poemas en español y mapudungun, y la reactivación de memorias colectivas recientes que nos pueden hacer entender mejor la simbiosis entre cuerpx-territorio y cómo han sido afectadxs a lo largo del tiempo”, contaron las artista.

Michelle Bravo fue otra de las artistas del DAV que participó del certamen con la obra "Imposibilidades" que es el registro de una performance que realizó en cuarentena el año 2021. Una puesta en escena en una cancha de vóleibol de una playa abandonada que queda en el Parque Centenario y que se ubica en un extremo de la calle donde ella vive. 

“Ahí recreé una playa, instalándome en la arena a tomar sol, lo que evoca todas las fantasías y las ganas de estar  en otro lugar cuando nos encontrábamos en cuarentena total encerrados en nuestras casas”, contó y agregó sobre su selección que “es muy relevante esta instancia, porque es mi primera oportunidad de exponer en una galería. Me parecen muy interesantes estas exposiciones de arte joven, porque con el hecho de atreverse con una sola obra hace que la variedad de obras sea muy atractiva y única y estoy felíz de ser parte de eso”.

Isidora González, José Pérez, Oscar González Galaz, Martín Bonneffont, Milla Gutierrez, Vanya Sepúlveda, Betzabeth Diáz y Melissa Castillo, fueron las y los otros(as) artistas vinculados al DAV que fueron seleccionados(as) para exhibir durante el 2022 en el Museo de Arte Contemporáneo, sede Quinta Normal.