Reconocimientos 179° Aniversario Universidad de Chile:

Mejor Docente de Pregrado y 40 años de Servicio

Mejor Docente de Pregrado y 40 años de Servicio

Miembros de la comunidad odontológica reconocidos por sus desempeños durante el 179° Aniversario de la Universidad de Chile, expresaron su satisfacción por las distinciones y manifestaron los aprendizajes adquiridos durante sus trayectorias en la ejecución de la Docencia y de las labores técnicas y administrativas.

Docente clínica, egresada de la Facultad de Odontología y más de una década de Docencia de Pregrado, la Dra. Andrea Werner Lillo, académica del Departamento de Odontología Restauradora, fue elegida por los y las estudiantes, como la Mejor Docente de Pregrado 2021.

La ceremonia de reconocimiento, encabezada por el Rector Ennio Vivaldi Véjar, inauguró la semana de celebraciones y constituyó una señal sobre el valor de la Docencia universitaria como pilar del quehacer de la Casa de Bello.

La Dra. Werner valoró su elección como Mejor Docente de Pregrado “como un reconocimiento a la trayectoria durante estos más de 12 años de docencia donde Pregrado fue mi eje formador. También lo recibo y lo comparto como una muestra y reflejo de la compañía que he tenido durante este tiempo del equipo de trabajo del Departamento de Odontología Restauradora, desde mi formación como estudiante de Odontología, hasta la inmediata incorporación a la docencia en la asignatura de Operatoria Clínica el año 2009”.

La académica subrayó que “siempre tuve apoyo, siempre hubo excelentes personas, ejemplificadoras con su quehacer docente, dispuestas a compartir, tanto su formación como su modo de ejercer, y, sobretodo, a impulsarnos tanto a mí, como otros académicos jóvenes en la carrera académica. De todos ellos estoy muy agradecida”.

A su juicio, el atributo que más valoran los y las estudiantes de Pregrado es que, “además de entregar conocimientos, trato de identificarlos como personas individuales, con una historia que los hace enfrentar, de distinta forma, la enseñanza que se imparte. Esto provoca que un sistema rígido de quehacer estudiantil, no sea siempre adaptable, ya que los seres humanos tenemos desarrollos a distintos ritmos”. Si bien se declara no partícipe de la “flexibilización de las competencias y metas a lograr en cada disciplina, porque esto debe ser respetado y cumplido para asegurar que los profesionales que formamos cumplan con lo declarado en el Plan de Estudios, pero se debe entender que hay tantos caminos, ritmos y vías de aprendizaje como personas hay en el mundo, y reconocerlo debiese ser una habilidad social del cuerpo docente, para lograr cercanía con los y las estudiantes y gusto por aprender, independiente de la complejidad de las asignaturas”-

A la Dra. Andrea Werner le “gusta saber quiénes son, aprenderme sus nombres y, respetuosamente, conocer sus mundos, dentro de lo que quieren mostrar. Además, entender, de esta forma, que para todos hay días buenos y malos, y apoyar desde ahí cuando las cosas se ponen difíciles”.

La Dra. Werner agradeció “mucho a los estudiantes de Malla antigua, por su nominación y por los mensajes que me enviaron internamente. Tomar los cursos de Malla antigua fue un desafío, ya que fue mi primera experiencia como Profesor responsable, y me enorgullece saber que, independiente de las circunstancias que se hayan vivido, la forma de enseñar les haya quedado como una huella y, sobretodo, que hayan aprendido bastante cómo para enfrentar con ganas y mayor seguridad los desafíos futuros”.

Invitó a todos los estudiantes de Pregrado a “confiar en sus capacidades y a tomar las labores estudiantiles con responsabilidad, ya que son las herramientas que construyen el futuro próximo y, de cómo las desarrollen, dependerá su éxito profesional, sin jamás dejar de lado las habilidades sociales que son fundamentales para ser reconocidos, no sólo como buenos odontólogos, sino también como buenas personas en el mundo”.

A sus colegas, dijo la Dra. Andrea Werner, les instó a “seguir construyendo las vías de aprendizaje en equipo, dejando de lado los egos, y centrándonos siempre en el eje del aprendizaje de la Universidad, los y las estudiantes y sus aprendizajes, ya que en este mundo cambiante las condiciones de enseñanza nos desafían a lograr, en tiempos más acotados, las mismas competencias que antaño se conseguían con horarios ‘demasiado’ extendidos”.

La satisfacción del reconocimiento a la trayectoria

Como parte de los 127 integrantes de la Universidad de Chile distinguidos con la Medalla 40 años de Servicio, los funcionarios y funcionarias de la Facultad de Odontología convocados al reconocimiento, se refirieron a su significado, destacaron sus aprendizajes durante esta trayectoria y dejaron palabras a las nuevas generaciones que integran el personal de colaboración en nuestra Unidad Académica.

Margot Araya, secretaria del Comité Operativo COVID-19, valoró el reconocimiento de sus 40 Años de Servicio, recibido en el contexto del 179° Aniversario de la U. de Chile, “como un gesto muy importante que la Universidad realiza a sus funcionarios, sería muy penoso irse después de estar una vida en una institución y que ésta no aprecie la labor que uno desempeñó por tantos años”.

Aún incrédula de la velocidad del tiempo transcurrido, Haydeé Aguirre, Técnica de Odontología del Botiquín de 2° piso de la  Clínica Odontológica, recordó que entró a trabajar muy joven, y ha sido “muy linda experiencia, sobre todo en la escuela vieja, donde trabajé con gente maravillosa de Cirugía”. En proceso de retiro de la Universidad, la funcionaria señaló que sus recuerdos la llevan a "la escuela vieja, donde éramos como una familia, por lo que se me paso súper rápido el tiempo". 

Con emoción recibió su homenaje, Miguel Ramos, funcionario de Servicios Generales de la Dirección Económica y Administrativa (DEA), “porque se siente bien que lo tengan presente y reconozcan la cantidad de años que se ha entregado a esta Universidad, así como se siente orgulloso de trabajar en una Institución que le reconozca sus años de servicio”.

Mientras que para Alejandro Larenas, Coordinador de Servicios Generales (DEA), se trata de “un reconocimiento a 40 años de esfuerzo, con muchos sacrificios, penas y alegrías, y da pie para seguir en esta senda desempeñando, de la mejor forma, la labor que se me ha designado junto al personal a mi cargo”.

Marco Pavez, funcionario de Escuela de Graduados, afirmó que, “en estos momentos, no lo tomo como algo de mayor importancia, quizás podría ser distinto en un momento menos complicado como en medio de una pandemia. Creo que podría ser distinto y mucho mejor trabajado para que el funcionario se sintiera homenajeado de verdad”.

Pedro Antimán, quien inició su trayectoria en Servicios Centrales SECI y, posteriormente, se desempeñó en la Facultad de Odontología, recibió la distinción “como una aprobación a mi trayectoria como funcionario y también como persona que dedicó tantos años a la Universidad de Chile. Como un estímulo a mi colaboración para mantener el prestigio que tiene esta Institución, trabajando desde Soporte de Computación”.

Una experiencia transversal

Tras 40 años de servicio, Margot Araya, señaló que “la experiencia más importante fue estar inmersa dentro del quehacer universitario con los alumnos, académicos/as y administrativos/as, ser parte de la ‘vida universitaria’, con todo lo que conlleva, aprendizaje, crecimiento personal, convivencia, y sindicalismo; y, aunque nunca fui dirigenta, siempre estuve comprometida desde afuera”, así también  reconoció a “las amistades que uno hizo durante este largo camino”.

Haydeé Aguirre rescató la “calidad humana de las personas que trabaje en la ‘Escuela vieja’, sobre todos los docentes, mencionar al Dr. Torres y al Dr. Blanco, éramos todos unidos, una familia que incluía a auxiliares y técnicos, en los momentos difíciles nos apoyábamos, nos ayudábamos. Cuando terminaban las vacaciones, uno anhelaba entrar a trabajar”. Expresó que siente nostalgia por los años transcurridos y las personas que ya no les acompañan, y recuerda los tiempos pasados con cariño.

Siendo muy joven, Miguel Ramos entró a trabajar en jardinería en el Hospital Clínico Universidad de Chile (ex Hospital José Joaquín Aguirre), luego lo transfirieron como auxiliar a un Laboratorio en la Facultad de Medicina y, posteriormente a la Facultad de Odontología durante el Decanato del Dr. Juan José Villavicencio. En su desempeño, reconoció, ha logrado “mucha experiencia y se siente útil para la Universidad, donde siempre quiere tirar para arriba. Aprendí del trabajo en los laboratorios que era bien interesante; a conocer a la gente, encariñarse con los alumnos que después se transformaron en profesores, donde, la mayoría, trabajan de ayudante, en las clínicas y es bonito que a uno lo reconozcan en todos lados, tantas generaciones que ha tenido que ver, que comenzaron muy jóvenes y ahora son docentes”.

El trabajo “a la par con cada uno de los funcionarios que están a mi cargo, conocerlos, compartir sus alegrías y tristezas, en muchos casos poder ayudarlos y darle fuerzas para continuar, como así también haber conocido y relacionado con docentes, alumnos y personal de colaboración que, entre algunos nos conocemos por años y a otros que son mucho más jóvenes”, corresponden a los aprendizajes de Alejandro Larenas.

La experiencia laboral de Marco Pavez, ha “tenido altos y bajos, pero en general ha sido positivo, ya que tuve la posibilidad de aprender un oficio que me ha dado muchas experiencias, tanto en la facultad como en lo particular”. 

Convencido que los aprendizajes y la experiencia son variados, de Pedro Antimán  citó  aquellos “más relevantes desde mi perspectiva: Planificación de las tareas, trabajo en equipo, motivación por el quehacer diario y desafíos por lo que no se logró y se debe continuar hasta alcanzarlo”.

Un sentido de pertenencia compartida

Tras la experiencia vivida durante la pandemia, Margot Araya afirmó que “es un privilegio el poder ser parte de esta institución, porque muchos de nuestros compatriotas perdieron su trabajo y a otros les redujeron los sueldos, a nosotros no nos pasó eso, lo que nos dio tranquilidad y a nuestras familias, por ello, jamás olviden el espíritu de esta gran Casa de Estudios”.

Haydeé Aguirre reconoció que, en el espacio de su desempeño en la Clínica Odontológica, ha experimentado grandes cambios “la jefatura y los horarios”, por lo que, a las nuevas generaciones de funcionarios/as los llamó a “armarse de paciencia, estudiar más y tratar de especializarse”, y también luchar por mejorar el ascenso de Grados en el escalafón Técnico, aconsejándoles más “unión y conversaciones para superar diferencias, porque todos unidos y apoyándose, se pasan súper rápidos los 40 años”.

Miguel Ramos aseguró que el trabajo “es de tiempo, todo es despacio, lento” para adquirir experiencia y mejorar los ingresos, lo más importante es “la seguridad en su trabajo, por eso se debe tener paciencia en los trabajos públicos. Así como llegué yo, hace tanto tiempo y sigo trabajando con ganas y con espíritu para salir adelante, y reconozcan su trabajo y, después, lo quieran, es como una familia”.

Alejandro Larenas subrayó que “lo más importante en la trayectoria, es realizar la labor con agrado y voluntad, no es venir por ganar un sueldo mensual, sino mantener una empatía y respeto único con tod@s los funcionarios con los que se trabaja día a día; y saber que, al terminar la jornada, se cumplió con lo programado. Se han cometido errores, sí, pero estos te ayudan a fortalecer tu quehacer diario y poder guiar a las personas con las quienes estás a diario”, dijo agradecido por el reconocimiento.

A sus compañeros y compañeras, Marco Pavez recalcó “que el respeto y la lealtad con nuestros pares es algo fundamental para convivir de buena manera”, por lo que agradeció a “todas las buenas personas con las que he tenido la oportunidad de compartir grandes momentos, en todo ámbito”. 

Finalmente, Pedro Antimán relevó que “en los tiempos actuales en que vivimos conectados (internet) debido a la globalización, es muy importante que la comunidad odontológica utilice en forma óptima los recursos que posee y mantenga el sitial que la comunidad nacional le atribuye a nuestra Universidad y también a nuestra Facultad”. Así también, aseguró que “el Servicio de Soporte es una de las oficinas más importante, y se pudo comprobar  durante esta pandemia que estamos viviendo, en donde no nos hemos detenido”.

Agregó que le gustaría que “cada uno de los integrantes de nuestra comunidad mantenga una actitud fraterna y cordial en el día a día, el saludo diario, una sonrisa y un mensaje afectuoso entre todos, le da más sentido a nuestra existencia”.