Proyecto del Archivo Central Andrés Bello

La faceta más personal de Justicia Espada, primera mujer ingeniera de Chile, ve la luz en plataforma digital

La faceta personal de Justicia Espada, primera ingeniera del país
Retrato de Justicia Espada Acuña
Justicia Espada con sus compañeros de clase en Ingeniería de la U. de Chile.
En 2018 la familia de Justicia Espada donó su archivo personal a la U. de Chile.
En 2018 la familia de Justicia Espada donó su archivo personal a la U. de Chile.
Plan del Puente Aconcagua, elaborado a mano por Justicia Espada.
Plan del Puente Aconcagua, elaborado a mano por Justicia Espada.

Hay planos y cuadernos con cálculos matemáticos, diplomas y documentos profesionales, pero sin duda lo que más sorprendió al equipo del Archivo Central Andrés Bello, encargado de catalogar y digitalizar el archivo de Justicia Espada Acuña, la primera ingeniera mujer de Chile y Sudamérica, fueron sus documentos personales.

Correspondencia, listas de compra, cuadernos de colegio de sus hijos, poemas y fotos familiares son algunos de los tesoros cotidianos que permiten conocer a la persona detrás de la ingeniera, quien fue pionera en su campo al titularse como ingeniera de la Universidad de Chile en 1919 y destacar como profesional trabajando para la Empresa de Ferrocarriles del Estado, primero como calculista de puentes y luego en el Departamento de Vías y Obras. 

Algunas de sus obras importantes fueron los refuerzos de puentes metálicos (para soportar máquinas extranjeras más pesadas) del Viaducto del Malleco y del puente Ferroviario del Tinguiririca, área en la que se especializó desde que escribiera su tesis de grado titulada “Proyecto de Resistencia de Materiales”.

Estudiar e investigar el archivo personal de una persona significa conocerla, indagar en los objetos que decidió guardar y por qué. Por ejemplo, en los recuerdos que quiso rememorar desde el punto de vista de una madre y que muestra una parte de su vida más bien cotidiana, por así decirlo. Afortunadamente, hemos contado siempre con el apoyo de Mireya Gajardo, nieta de Justica, quien nos ha guiado junto a su tío Millapol, hijo de Justicia, a resolver en detalle algunas preguntas que surgieron con el estudio de los documentos”, cuenta Carolina Torres, del Área de Información Bibliográfica y Archivística del Archivo Central Andrés Bello y una de las encargadas del proyecto de digitalización.

En 2018, la familia de Justicia Espada Acuña decidió donar su archivo personal al núcleo patrimonial del plantel para su resguardo y conversación. Luego, en el 2021, el equipo que dirige Alejandra Araya se adjudicó un Fondo Iberoamericano de ADAI, dotado de 9.600 euros, financiamiento que les ha permitido catalogar, digitalizar y poner en valor las 274 piezas entregadas, las que a fines del primer semestre de este año estarán a disposición pública en la Biblioteca Digital de la U. de Chile.

Hay 92 por ciento del material digitalizado, entre cartas, certificados, manuscritos, tarjetas, poemas, fotografías, inclusive escrituras legales. Cabe recalcar que este material donado pertenecía al archivo personal de Justicia Espada, pero su familia también es parte de la unión de este conjunto. Se diagnosticó que el nivel de conservación es entre regular y malo. Los mayores deterioros tienen relación con la calidad del papel y algunas acciones de resguardo que se hizo por parte de la familia, que a corto plazo funciona, pero a largo plazo implica un mayor desgaste del material”, comenta la investigadora.

La mujer y la ingeniera

Hija del ingeniero José del Carmen Acuña Latorre y de Mercerdes Mena Villalón, Justicia Espada creció en un ambiente donde se incentivó la educación a nivel profesional y la igualdad de género, lo que le permitió desarrollarse en el área que realmente le interesaba y, con el tiempo, romper los moldes convencionales de la época.

Primero entró a estudiar pedagogía en matemáticas en el Instituto Pedagógico y luego, al terminar el bachillerato y valiéndose del Decreto Amunátegui, que admitía a mujeres para profesionalizarse en las universidades del Estado, decidió ingresar a la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad de Chile, siendo la única mujer. Este jueves, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) le rindió homenaje al renombrar la torre central del campus Beauchef como Justicia Espada Acuña Mena y estrenando un documental con su historia.

El actual proyecto de digitalización eso sí, no sólo revela episodios de la vida de Justicia, sino también de algunos de sus hermanos, todos bautizados con extravagantes nombres debido a un desagradable incidente que habría sufrido su padre, José Acuña, al ser confundido con un delincuente llamado igual que él. Justicia tuvo entonces siete hermanos llamados: Tucapel Arauco, Sansón Radical, Australia Tonel, América del Sur, Arquímides Capitán, Gracia Brasil y Chile Mapocho.

“Personalmente, me llamó mucho la atención conocer la historia de su hermano Chile Mapocho, a través de un recorte de prensa que guardó Justicia, donde se relata su fallecimiento en un tiroteo contra el mafioso Al Capone. Me impresionó saber aquella información y, claro, al consultarlo con Mireya, su nieta, nos comentó que Chile Mapocho había tenido una vida poco común y que no se hablaba mucho de aquello en la familia”, comenta Carolina Torres.

Otro hallazgo curioso fue un recorte de prensa sobre el llamado “dueño de la Luna”, Jenaro Gajardo, quien resultó ser primo de Alfredo, esposo de Justicia, como también descubrir el lado “artístico y gracioso” de la ingeniera, quien solía escribir historias en verso. “Me llamó la atención sobre todo una que se llama “Sinopsis de un paseo en auto”, donde Justicia mezclaba con mucha gracia palabras comunes con marcas de autos”, dice la archivera. “También nos enteramos de episodios lamentables, como los fallecimientos de dos de sus hijos, esto a través de correspondencias, tarjetas de condolencia”, agrega.

Claro que más allá del valor que tiene este aspecto personal del archivo de Justicia, el que permite conocer el contexto en que se desarrolló y las costumbres de la época, su importancia radica en sus logros profesionales que allanaron el camino a otras mujeres.

“El legado más influyente que dejó Justicia fue su convicción de hacer lo que realmente amaba. Un artículo de prensa en el que se le entrevista, ella dice "las matemáticas han sido mi pasión" y eso demuestra que realmente ella se dedicó a lo que le gustaba. Su gran labor en la Empresa de Ferrocarriles del Estado, en donde trabajó toda su vida, demuestra su legado como profesional. Es un increíble ejemplo de constancia y perseverancia por hacer lo que se ama”, concluye Carolina Torres.