A través de participación colectiva

El conocimiento en salud como creación más allá de la academia

El conocimiento en salud como creación más allá de la academia
mn
bn
María Sol Anigstein Vidal, académica de la Escuela de Salud Pública y del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales

La metodología crítica es una perspectiva que toma como uno de sus pilares más importantes el hecho de que el conocimiento no es en ningún caso patrimonio de las personas expertas en esa materia. En ese sentido, este tipo de metodologías –entre las que se encuentra la de investigación acción participativa- son una manera de producir conocimiento en base a un trabajo realizado en conjunto entre el equipo de investigación y los grupos o personas sujetos de estudio. 

La profesora María Sol Anigstein Vidal es académica de la Escuela de Salud Pública y del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales y quien lidera este Laboratorio de Metodologías de Investigación Crítica, integrado más de 20 personas, entre académicas, funcionarias y estudiantes, entre las que se encuentran la profesora Pamela Eguiguren, también de la ESP, y los doctores Alicia Arias Schreiber, Daniel Egaña y Soledad Barría, del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar, y las profesoras Paulina Osorio, del Departamento de Antropología; Marcela Ferrer, del Departamento de Sociología, y Catherine Galaz, del Departamento de Trabajo Social, entre otros. 

Según explica la profesora Anigstein, esta iniciativa cuenta con fondos concursables de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile y el apoyo de la Dirección de Innovación de nuestro plantel, en tanto su carácter interdisciplinario. “Esto comenzó en base a la colaboración en 2019 de un curso de Antropología y Salud que se dictó en la Facultad de Ciencias Sociales y un curso de investigación acción participativa con dirigentes sociales que realizaban los académicos de Atención Primaria y Salud Familiar, de forma que los alumnos de antropología pudieran hacer parte de su trabajo final en el marco de la asignatura que se hace en Campus Sur”.

Pese al estallido social de octubre de 2019, la colaboración entre los estudiantes de Antropología y los dirigentes sociales siguió adelante, “y en ese período apareció la convocatoria a estos laboratorios en Ciencias Sociales, por lo que armamos este equipo al que posteriormente se le ha ido sumando más participantes, entre docentes de otras carreras y estudiantes de tesis”, añade.

Encuentro nacional

Para el 2022 planificaron tres líneas de trabajo orientadas a dar a conoces las metodologías críticas, “que tensionan la manera clásica de producir conocimiento científico, pues en ellas hay una coproducción con la comunidad o el territorio con el que se trabaja, en la que se intenta romper con la asimetría entre el equipo investigador y los sujetos participantes del estudio. Lo que buscan las metodologías críticas es que todas las voces sean válidas al momento de producir conocimiento que sea útil para la comunidad con la que se trabaja. Tiene un carácter “decolonial”, donde hay una redistribución del poder y un cuestionamiento a la figura del investigador omnisciente pues todos, con distintas características que son puestas en evidencia, nos sumamos a los procesos de investigación”. 

En ese sentido, en primera instancia realizarán seminarios permanentes con distintas temáticas con invitados nacionales e internacionales para debatir en torno a esta perspectiva. En base a ello apuntan a armar una red de trabajo, para lo cual  realizarán un encuentro nacional, para el que tenemos una convocatoria amplia orientada a organizaciones sociales, instituciones públicas y espacios académicos de todo el país y que se llevará a cabo entre el 19 y 20 de mayo de 2022 en formato híbrido. “Vamos a tener las conferencias de los investigadores Consuelo Chapela, que es académica de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, México, y de Tomás Villasante, de la Universidad Complutense de Madrid. Además, tendremos cuatro paneles donde se van a presentar experiencias de organizaciones sociales, de instituciones públicas y de espacios académicos en relación a las bases epistemológicas de las metodologías críticas, al papel de la participación social, a la formación en esta área y  al rol de estas metodologías en la contingencia político social. Y, por último, realizaremos talleres en los que se van a sistematizar el material que se produzca, para que sea la base de una futura publicación que posicione estas metodologías críticas en ciencias sociales y salud en el ámbito académico”.

A futuro, la profesora Anigstein espera que sea posible crear un curso interfacultades de esta perspectiva analítica, de manera de sentar las bases que permitan tanto un mayor desarrollo de la metodología crítica como de la investigación cualitativa. “En la Facultad de Medicina estamos al debe porque falta formación en metodologías cualitativas y porque las personas de las ciencias de la salud hacen investigación cualitativa, más de la que una imagina, hay toda una línea de formación que se debería enriquecer con esta perspectiva crítica, contribuyendo a hacer mayores hallazgos en sus proyectos y con un análisis más amplio”, finaliza.