Como inauguración de año académico

Centro de Estudios Saberes Docentes realiza conversatorio sobre los desafíos de la pedagogía en un contexto global de cambios

Saberes Docentes realiza inauguración de año académico

El pasado viernes 22 de abril se realizó el Conversatorio “Formación continua para el desarrollo profesional docente: desafíos y oportunidades para la pedagogía en un contexto global de cambios”, como actividad central de la inauguración del año académico 2022 del Centro de Estudios Saberes Docentes, de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.

La actividad contó con la participación de Lilia Concha, directora del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, CPEIP, del Ministerio de Educación; Carolina Belalcázar, jefa de la Unidad de Aprendizaje a lo Largo de la Vida de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de UNESCO; Daniel Muñoz, director de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile; Andrea Carrasco, directora del Centro de Estudios Saberes Docentes; entre otras autoridades, docentes, académicos y estudiantes del Postítulo.

“Estamos en un momento importante de cambios históricos, sociales y políticos, por tanto estamos tensionados tanto como individuos, como grupo e institucionalmente. En ese marco, la profesión docente, la formación de profesores y la pedagogía misma, también está en permanente tensión. Por tanto hay mucha interpelación hacia las escuelas, los liceos, hacia sus interacciones sociales, hacia la docencia en general y hacia la pedagogía en particular”, señaló Andrea Carrasco al inicio del conversatorio.

“El Centro de Estudios Saberes Docentes concibe y comprende la educación continua no como una simple acción de capacitación, sino que con una mirada más transformadora y de largo plazo, que ve al docente no como un ejecutor de reformas sino que como un actor crítico, activo y partícipe de todo el proceso”, agregó.

Por su parte, la directora del CPEIP, Lilia Concha, indicó “…valoro mucho la posibilidad de intercambiar reflexiones y conversar sobre una variable que, sin duda, es la más incidente en este proceso de calidad de la educación, que son los y las profesores/as”.

Hay que recuperar la experimentación y la investigación educativa. O sea, ir mirando la realidad, las señales y las evidencias que la propia experiencia, la empiría, nos va indicando y desde allí ir diseñando la política pública, con los pies muy puestos en la tierra, entendiendo que este es un proceso situado que va definiendo sus características y particularidades”.

Según su directora, el CPEIP aspira a mirar una formación inicial que esté cada vez más vinculada con la realidad de la escuela, además de construir una carrera profesional docente atractiva, ya que el país presenta un grave problema de déficit de docentes.

“Hoy tenemos menos profesores/as básicas de lo que necesitamos y las carreras de pedagogía básica no han completado sus matrículas, tenemos menos educadoras de párvulos y tampoco esta carrera completó sus matrículas. Lo mismo ocurre con educación diferencial, por lo que estamos ante un problema en las pedagogías de las infancias. Esto quiere decir que este país tomó decisiones de política pública que no han sido acertadas para robustecer una carrera docente atractiva, que permita a jóvenes que puedan tener la vocación de enseñar, tener confianza, seguridad y convicción de matricularse en pedagogía. Incluso, estudiantes de pedagogía se titulan, ingresan al sistema educativo, alcanzan a ejercer dos años y al tercero desertan y se retiran del sistema educativo”, puntualizó.

“Estamos trabajando para introducir los cambios que sean necesarios para que esta profesión, que a mi juicio es la más honrosa del mundo, tenga la valoración social que merece, tenga una trayectoria interesante para los jóvenes que tengan vocación para seguirla, pero, además, vaya generando condiciones en su desempeño laboral como docente que permita que un profesor/a sienta que puede ser feliz siendo profesor/a. Allí hay un desafío muy fuerte y va de la mano de la educación continua”, finalizó.

La representante de la Oficina Regional de UNESCO, Carolina Belalcázar, señaló que la calidad de la educación es un componente esencial del Objetivo del Desarrollo Sostenible 4 de la Agenda 2030 de UNESCO que propone: “Debemos garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Además, este mismo objetivo indica que “la educación de calidad es aquella que fomenta la creatividad y el conocimiento, garantiza la adquisición de las competencias básicas de lectura, escritura y cálculo, así como de aptitudes analíticas de solución de problemas y otras habilidades cognitivas, interpersonales y sociales de alto nivel”.

En base a este objetivo, realizó un detallado informe respecto al desarrollo de la profesión docente a nivel de América Latina y el Caribe indicando que “hay una feminización de la profesión docente, particularmente en los niveles de la educación inicial. Por otro lado, son pocas las mujeres que ocupan cargos de liderazgo en educación. Hay dificultades para retener a profesores/as en el ejercicio de la docencia, sabemos que hay un abandono en América Latina antes de cumplir cinco años de experiencia”.

También señaló que hay una desconexión entre lo enseñado en la formación de docentes y lo requerido en las aulas. “Ahora hay una creciente demanda por temas de diversidad, inclusión, necesidades educativas especiales, educación intercultural bilingüe, que además den cuenta de la diversidad del aula; diversidad sexual, de identidad, de habilidades, entre otras”.

“Es muy importante que la formación continua no se mantenga como una burbuja, sino que uno de los desafíos que estamos viendo es que está desarticulada, que se pierden muchas conexiones para que de alguna manera se esté sistematizando y se pueda institucionalizar como parte de las políticas nacionales de nuestros sistemas educativos. Esa sistematización garantiza que se pueda comprender la formación continua como parte del desarrollo profesional de los docentes, teniendo en cuenta que todos nosotros estamos aprendiendo por el resto de nuestras vidas”.