Seminario ahonda en los cambios y regulaciones de las Fuerzas Armadas en la Nueva Constitución

Cambios y regulaciones de las Fuerzas Armadas en la Nueva Constitución

El pasado  jueves 7 de julio se llevó a cabo el seminario Fuerzas Armadas y nueva Constitución: ¿Qué cambios institucionales se derivarían?, organizado por el Grupo de investigación: Fuerzas Armadas, Defensa y Relaciones Internacionales de la Facultad de Gobierno. 

Al encuentro asistió el Convencional Constituyente, Ricardo Montero Allende, el integrante del Centro de Estudios Horizontal, José Manuel Astorga, la Coordinadora del Grupo de Investigación Fuerzas Armadas, Defensa y Relaciones Internacionales y académica de la Facultad de Gobierno, Mireya Dávila y fue moderado por el académico de la Facultad de Gobierno, Felipe Agüero.

La académica presentó parte de su investigación “Fuerzas Armadas, Nueva Constitución y cambio institucional” que cuestiona qué cambios institucionales debieran darse para reinsertar a las Fuerzas Armadas en el nuevo Estado democrático propuesto por la Nueva Constitución. 

La coordinadora del Grupo de Investigación Fuerzas Armadas, Defensa y Relaciones Internacionales explicó que su foco es pensar a las Fuerzas Armadas como parte de un Estado, y si se aprobara la Nueva Constitución, “va a ser un Estado que va a dejar o eliminar este rol corporativo y de autonomía que han tenido las Fuerzas Armadas desde la Constitución de 1980”.

Según la profesora, existen dos miradas al respecto en esta materia: cómo las Fuerzas Armadas se adaptan según lo que establece el proyecto de Nueva Constitución a este nuevo paradigma del Estado, y en segundo lugar, cómo aquéllas normas, políticas e instituciones van a tener que adaptarse las Fuerzas Armadas a través del Ministerio de Defensa y otros ministerios involucrados en temas particulares.

Este nuevo Estado parte de la base que es un Estado que refuerza el tema de la probidad y transparencia. Un Estado que le pide a las Fuerzas Armadas que se involucre con el resto de la sociedad, que tendrán las mismas normas que el resto de servicios del Estado. Además, establece la política de la igualdad de género, no discrminación, inclusión y mecanismos de participación”, aseguró Mireya Dávila. 

Asimismo agregó que “si ganara el rechazo y no hubiera mayores cambios, independientemente de eso, el gobierno debería aprovechar este momento de la coyuntura crítica para iniciar una agenda y priorizar ciertas políticas sectoriales de reforma que permitieran avanzar en la armonización de las Fuerzas Armadas”.

En esa misma línea, el Convencional Constituyente, Ricardo Montero Allende, aclaró que existieron distintas posturas en la discusión de la Convención Constitucional sobre este tema: una parte que afirmaba no ver ninguna falencia o error en el sistema de las Fuerzas Armadas y, por el otro lado, quienes no veían una función clara de las Fuerzas Armadas. 

"Nosotros tratamos de subordinarlas al poder civil, de darle un orden democrático al nivel de una República democrática y tratar de avanzar y actualizar ciertos conceptos en materia de probidad, transparencia, control de gastos, política de defensa. Temas que estaban bastante al debe y que la actual Constitución en vez de abrir puertas, lo que hace es cerrarla con un candado”, aseguró Montero. 

En ese sentido, explicó que era necesario avanzar en una República democrática con mayores estándares internacionales en estas materias: “Planteamos en esta propuesta constitucional, que por cierto, tiene cosas que puede mejorar, la idea de precisamente abrir puertas. Abrir puertas a una democratización de la defensa nacional en el punto de vista de control civil y hacia el público es poder avanzar en una adaptación con los civiles como protagonistas”, dijo Ricardo Montero. 

Para el investigador del Centro de Estudios Horizontal, José Manuel Astorga, un aspecto valioso en el borrador es que “tenemos una Constitución más sobria, acotada, que deja más espacio al legislador para regular las instituciones esenciales en esta materia, lo cual no implica quitarle importancia, sino un cambio de paradigma, un cambio más sustantivo, que tiene un componente simbólico que implica la supremacía política democrática”.

Sin embargo, José Manuel Astorga aseguró que, en su opinión, el nuevo borrador de la Constitución tiene ciertas fallas.“Si bien, comparto lo que decía Ricardo, aquí hay una regulación que es más clara pero también da cuenta que hay un texto con un desbalance, hay materias que están excesivamente reguladas y llenas de principios, y otras que son más acotadas, que habrían quedado de mejor forma o con más poder”, finalizó.

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