Organizado por el Centro Nansen de Noruega:

U. de Chile participa en encuentro destinado a fomentar el diálogo

Taller Nansen: UChile participa de encuentro junto a otros planteles
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Más de 100 personas de distintos sectores e instituciones de la región participaron en esta actividad impulsada por la Universidad de Chile, la Universidad Alberto Hurtado, la Pontificia Universidad Católica y la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.
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"Las universidades podemos ser un punto de encuentro y de aprendizaje para herramientas básicas para el diálogo", comentó la Rectora Rosa Devés sobre esta iniciativa impulsada con la colaboración del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo de Noruega.

Inspiradas en las experiencias de instituciones de educación superior de La Araucanía, cuatro universidades de Santiago realizaron cinco talleres de diálogo, en colaboración con el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo de Noruega. Más de 100 personas de distintos sectores e instituciones de la región participaron en esta actividad impulsada por la Universidad de Chile, la Universidad Alberto Hurtado, la Pontificia Universidad Católica y la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, instancia que contempló el desarrollo de ejercicios enfocados en la escucha activa, la importancia de hacer buenas preguntas, el mapeo de conflictos, entre otros.

La Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, en representación de los rectores de las instituciones organizadoras, destacó que “para construir un futuro compartido necesitamos herramientas que reconstruyan la confianza. Las universidades podemos ser un punto de encuentro y de aprendizaje para herramientas básicas para el diálogo. Estamos muy contentas por la colaboración con el Centro Nansen, que nos trae estos talleres que despiertan tanto interés".

Por su parte, Alfredo Zamudio, director de la misión en Chile del Centro Nansen, comentó que “cuando escuchar certezas es lo único que importa, invitar al diálogo es un acto disruptivo, casi revolucionario. El diálogo permite hacer preguntas, y si escuchamos atentamente, tal vez se pueda recuperar la confianza que necesitamos. El diálogo no busca convencer al otro, sino escuchar cómo ven lo que nos divide desde su lado de la brecha”. 

Esperanzas compartidas

Algunos de los testimonios destacaron lo diferente y práctico de esta capacitación. Wilma Varela, presidenta de la ONG Vecinos Barrio San Eugenio, señaló: “siempre me preguntaba cómo resolver y abordar los conflictos, porque lo hacía desde la intuición y sin muchas herramientas. Me voy de este curso con una gran tarea porque realmente he aprendido algunas herramientas para poder resolver los conflictos, no solamente a nivel organizacional, sino también familiar. Me voy feliz porque he aprendido mucho en estos dos días”.

Por su parte, Maryanne Muller, directora ejecutiva de la Fundación Origen, afirmó que “estos dos días de taller vivimos experiencias muy enriquecedoras, con un grupo muy diverso, donde fueron apareciendo muchas cosas en común, especialmente una motivación común. Nos vamos con muchas herramientas para poder facilitar diálogos en nuestros mundos laborales, familiares y comunitarios. Además, hicimos vínculos muy significativos y estos vínculos nos inspiran a seguir colaborando”.

Tras participar en esta actividad, José Miguel Burmeister, director de Asuntos Jurídicos de la Pontificia Universidad Católica, afirmó que "este taller me reafirma que ciertos conflictos importantes, de comunidades más grandes o más chicas, no van a tener soluciones sustentables si no se abordan desde la lógica del diálogo, en el sentido que hayan apropiaciones, empatía y diálogo más profundo, que es la única manera de verdad de tener un encuentro que te permita sostenerlo en el tiempo”.

Dentro de los testimonios, Patricio De la Fuente, profesional vinculado a negocios inmobiliarios y uno de los participantes, dijo que los talleres “logran generar esperanza respecto de que hay herramientas a través de las cuales podemos conocernos y entendernos. Lo que me llevo tiene relación con cómo escalamos el uso de estas herramientas frente a muchos conflictos que hoy día se han declarado de forma global. Entre todo este sufrimiento o impotencia, uno se da cuenta que lo principal es el miedo, el miedo a mostrar lo que nos parece y a darnos cuenta que quizás en nuestro adversario está una parte de la solución”.

Amarilis Horta, directora de Bicicultura, ha aplicado los aprendizajes de estos talleres en el conflicto que se da entre conductores/as de buses y ciclistas por la primera pista, para lograr convivir en un espacio limitado y complejo: “Hemos estado usando varias de las herramientas que conocimos en los talleres del Centro Nansen para poder descifrar y acercar las posiciones de unos y otros, y hemos tenido excelentes resultados”.

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