En el marco de la crisis de representación que atraviesa nuestro país, al igual que en otras latitudes del mundo, se ha abierto el debate sobre el rol de los medios de comunicación y las redes sociales en el procesamiento y delimitación de los contornos del conflicto político.
¿Qué rol han jugado los actores mediáticos y políticos desde el estallido social y su posterior encauce institucional? ¿Cómo se inserta la ciudadanía en la conversación pública con las condiciones mediáticas actuales? Estas fueron algunas de las interrogantes planteadas en el foro “Medios de comunicación y conflicto político: interpretaciones, narrativas y acciones en contexto de crisis institucional”, actividad que convocó al ex vicepresidente del gobierno español, politólogo y fundador del partido Podemos, Pablo Iglesias; la periodista y ex convencional constituyente, Beatriz Sánchez; el sociólogo Eugenio Tironi; y la académica de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, Ana María Castillo.
En el foro, Pablo Iglesias destacó la tradición de la izquierda en Chile. “Chile es un objeto paradigmático para la izquierda. Primero, por la experiencia democrática de la Unidad Popular, lo cual era impresionante en los años 70. Fue interesante la UP, porque si esta experiencia tenía éxito el riesgo de contagio a Europa occidental era inaceptable para los centros de poder geopolítico”. Asimismo, se refirió al rol de la Concertación: “La Concertación en Chile es un caso interesante porque representa la imposibilidad de gobernar un país sin llegar a acuerdos con la derecha”. Al mismo tiempo, recalcó que “habrá que establecer un sistema que garantice una mínima pluralidad mediática”.
Además, se refirió a los procesos que hoy vive la izquierda a nivel internacional. “Es difícil que la izquierda logre sus objetivos y gane el poder en un contexto de relativa estabilidad. La izquierda puede ganar cuando ocurren eventos sociales a mucha velocidad. Cuando la batalla ideológica se estabiliza es imposible que la izquierda gane”, recalcó.
Por su parte, la profesora Ana María Castillo, organizadora del evento, planteó que “durante mucho tiempo, el interés por enlazar estas temáticas estaba reservado a un nicho de profesionales y académicos, pero hoy el impacto de los medios, la comunicación y las tecnologías ya no solo está en los resultados, sino en la relación de la ciudadanía con la política y los políticos, que es insoslayable y merece atención".
En el encuentro, se abordaron las características de los dispositivos y narrativas mediante las cuales se expresa el conflicto político y también la representación que se hace de la ciudadanía en los medios. En este contexto, el periodista Nicolás Copano apuntó a las audiencias y la inteligencia artificial. “La crisis de los medios también es una crisis política, y lo que tenemos que buscar hoy es el imaginario de las audiencias. Lo más desafiante en este contexto es trabajar con inteligencia artificial y cómo competimos con ese volumen de información. Ese debería ser el camino”.
El sociólogo Eugenio Tironi también destacó la importancia de los medios en conjunto a la democracia. “En una democracia, la pluralidad es el soporte indispensable. Los que vehiculizan esas señales son los medios de comunicación, cuya sabiduría es siempre superior a la propaganda oficial. En ese contexto, gobernar es hacer noticia”.
Por último, Beatriz Sánchez sostuvo que “es momento de hacer educación mediática, no solo entre periodistas y académicos, sino hacerla para todos. Nos ha costado caro la mega concentración”. Asimismo, Sánchez explicó que "la concentración mediática lesiona la democracia y el Estado tiene que intervenir para que se garantice la pluralidad de los medios”.
Otro tema que se debatió en el foro fue el fenómeno de las Fake News en el escenario político. “La desinformación es un fenómeno transversal que debe ser analizado de manera situada y considerando las particularidades de nuestro ecosistema informativo, porque tiene impacto y requiere análisis, autocrítica y perspectiva de acción a futuro”, señaló Ana María Castillo.