Segunda versión:

Las Poéticas del grabado vuelven al MAC de la mano de Sanfuentes y Robles

Las Poéticas del grabado vuelven al MAC con Sanfuentes y Robles

Durante el 2018 en la Sala Juan Egenau, se llevó a cabo la exposición colectiva GRABADO/POÉTICAS de los profesores del Taller de Grabado del Departamento de Artes Visuales de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, que agrupó los trabajo de Nelson Plaza, Carlos Gómez, Sebastián Robles y Francisco Sanfuentes.

En esa oportunidad el director del Museo de Arte Contemporáneo de aquel entonces, Francisco Brugnoli, invitó a los profesores a extender este trabajo para que formara parte de las muestras del MAC, invitación que se hizo efectiva durante este 2022 -que ya contó con las exhibiciones de Gómez y Plaza- y que durante este mes de noviembre continuará con la segunda edición que corresponde a las propuestas de Sanfuentes y Robles.

De allí que este viernes 18 de noviembre en el MAC se inaugure una  segunda versión  de GRABADO/POÉTICAS que busca mostrar las distintas sensibilidades y poéticas que se despliegan al interior del Taller de Grabado. Tal es el caso de lo que exhibirá el artista visual y docente del DAV, Sebastián Robles, que presenta una serie de aguafuerte además de un desplazamiento de la gráfica tradicional con grabados, serigrafía y otras técnicas.

“Las obras son parte de una selección que vengo realizando desde el año 2019, las cuales se dividen en dos grupos. El primero corresponde a una serie de aguafuerte que derivan del registro fotográfico que estudiaron la sombra. Sus resultados conjugan dos miradas (fotografía-grabado) sobre el registro, y que en este caso, los grabados se muestran también como materia de un contacto que tuvo el papel con el rígido entramado mecánico de la matriz”, explicó el artista.

En cuanto a los desplazamientos de la gráfica tradicional (grabado, serigrafía, etc.), Robles agrupó seis piezas que hacen referencia a una nota de prensa que aparece en la Revista Sucesos en el año 1902, con el titular: “El Hombre Más feo de Chile”.

“Con este sensacional encabezado, se presenta a Manuel Pérez Verdejo, un hombre que tenía todas las características de un criminal nato, al proyectar una apariencia semi-salvaje. Aquellas desviaciones quedan de manifiesto en el texto que describe a Pérez Verdejo, que establecen una singularidad aparente, a partir de las marcas que presenta su fisonomía:  ‘Los labios con las comisuras y belfos respectivos forman bajo su nariz una especie de nudo de coliflor y aquello no se sabe si es una boca humana ó es un hocico de chancho, -con perdón sea dicho. La nariz de Verdejo es otro órgano singular que tal vez por depresiones sucesivas, o acaso por otros fenómenos inescrutables para la fisiología, ha llegado a tomar todo el aspecto de un pimiento morrón, partido por gala en dos, mirándole de frente, ó de un cuerno de rinoceronte, si se le mira de perfil (Paco en Sucesos Año I/ Nº.3 14)’”, detalló Robles.

Mediante esta serie de ejercicios visuales abiertos en sus lecturas, el docente del DAV busca generar un juego de palabras e imágenes, que de algún modo hagan referencia a los primeros discursos raciales y de sujeción de la pobreza que había en el Chile del siglo XX.  

Un trabajo cuyo proceso de obra juega una parte fundamental en cada una de las propuestas que Sebastián Robles realiza: “si bien las etapas del grabado tradicional se supeditan generalmente al éxito de una estampa, en este caso, son los mismos procesos que comienzan a aparecer en sus materiales (acrílicos, grasa, serigrafía, etc.). Los hallazgos que ocurrieron durante el proceso se fueron haciendo particulares, esto me hizo pensar en la idea que las imágenes cargan un propio cuerpo y cuentan una materialidad que los presenta. Aquella reflexión me instó a desarrollar un tipo de imágenes que extremara las posibilidades del formato, el soporte y los materiales tradicionales que se usan para un impreso”, acotó el artista.

Sobre la repetición, el muro y otras obsesiones 

Por su parte el artista visual y académico del DAV, Francisco Sanfuentes presenta una propuesta un tanto distinta a lo que veía exhibiendo en años anteriores, ya que esta vez expondrá cuatro obras autónomas entre sí, cada una con sus propias características, con sus propios problemas técnicos y sus propios ámbitos de mundo con los cuales se relacionan.

Una de las obras lleva por título Grabados Negros, consistente en 28 aguafuerte enmarcados a fierros que generan una retícula y que vienen a ser el cierre del proceso visual de todo el trabajo que por años ha venido realizando Sanfuentes con el muro trasero del Hospital Psiquiátrico José Horwitz Barak.

“Este sería el cierre desde el punto de vista del trabajo visual de este proceso a través del grabado. Por eso presento fragmentos del muro del hospital, pero que en este caso están trabajados fotográficamente sobre metal y después son mordidos e impresos al aguafuerte, usando la idea de la retícula y la repetición. Si bien todos los grabados son distintos, son una especie de trama gráfica que se constituye en el muro, que generan una cercanía o identidad. En ellos uso los elementos gráficos de la trama, de la seudo edición, de la repetición obsesiva de algo, para conformar un solo cuerpo”, contó Francisco Sanfuentes.

Este artista visual aclaró que el trabajo con el muro del psiquiátrico continuará en un futuro, pero principalmente desde el sonido y/o la música.

Otra de las obras a exponer también ha sido desarrollada desde hace un tiempo y recibe por nombre Mensaje sin destinatario. Esta surge de sus salidas nocturnas a recorrer la calle, con  pequeños papeles que iba dejando en el trayecto y que contenían algún tipo de texto inscrito. “En principio los textos remitían a lo que se escuchaba; lo que sonaba o de alguna manera invitaban a escuchar los sonidos de la calle en la noche. Eso lo fui haciendo durante distintos momentos y lo fui registrando”, acotó el artista. 

Precisamente es ese registro el que exhibirá en el MAC, con 120 impresiones pegadas al muro de la misma manera que estaban pegadas en la calle, es decir, solamente en su parte superior. “Solo van pegadas arriba porque cuando las pegué en la calle de esa forma también se activaban con el aire y con el paso de los autos. Entonces de alguna manera esa fragilidad del papel que se mueve, que vuela con el viento en la calle durante la noche, dialoga con esa dimensión callejera”, asevera.

Ese registro se transforma en el museo e insinúa y remite al visitante al mundo de la calle, “No es un registro sin ninguna pretensión de objetividad. Los mensajes, las escrituras no se leen, no se entienden en los registros ¿Por qué? Porque no me interesa que alguien al interior del museo conozca los texto, las palabras, los mensajes que yo dejé en la calle, ya que estaban dirigidos a la calle, al transeúnte anónimo, perdido, por lo tanto lo que se ve en la exposición, se ve un tanto borroso”, explicó el académico del DAV.

Así la obra cuenta con fotografías nocturnas desenfocadas, relevando el rol de la foto como huella. “Huella de situaciones, de acontecimientos, y en este caso el acontecimiento esencial es el que sucede en la calle con estos papeles, con la posibilidad de que alguien lo vea lo encuentre, lo tome, se lo lleve o simplemente nada. Por eso los mensajes no tienen ninguna nitidez, porque estaban dirigidos a aquellos personajes anónimos que circulan por las calles”, puntualizó Sanfuentes.

Cascotes de Paisaje, es otra de las obras a exhibir la cual se vincula con el trabajo en aguafuerte sobre el metal, que deviene sobre todo con lo que el grabador va descubriendo en los procesos de realización. “Tiene que ver con la corrosión, con la oxidación, pero expuesto no como una matriz para impresión, sino que lo que podía ser una matriz, es el objeto definitivo trabajado con una oxidación aleatoria. Esto a su vez está activado o develado con tinta tipográfica, tal cual como uno entinta una plancha de aguafuerte y finalmente se constituye como una suerte de pseudo paisajes; paisajes toscos, precarios, corroídos, etc. Cada una de estas obras ahora tiene individualidad, o sea, cada uno opera con la lógica del cuadro, cada uno es algo así como un paisaje. En ese sentido es mucho más formal que trabajos o instalaciones anteriores”, detalló.

Por último, el cuarto trabajo corresponde a una instalación sonora llamada Sonido Desvencijado, que tiene que ver con los mecanismos que operan según la lógica de la repetición, como las cajas de música.

“Son unas cajas de música con las que yo hace bastantes años había trabajado. Cajas de música desvencijadas; cajas de música que casi no emitían melodía, porque yo las desarmaba manualmente y se generaba una especie de crepitar del sonido, un crepitar inestable y patético del sonido y lo melódico”, señaló el artista visual.

Con la instalación Sonido Desvencijado Sanfuentes trabaja bajo las lógicas de una forma matérica cruda, con parlantes en la sala y la proyección de una vieja ampolleta de filamento que va oscilando en diálogo con el sonido. “Ahí se plasma también el trabajo del mundo de estos dispositivos -ya arcaicos a esta altura- que reproducen sonidos. Esto tiene que ver con que hay un mecanismo que repite, repite y repite una melodía como si fuera un loop, un gif, que dialoga a su manera con los conceptos de edición”, precisó el artista.

Toda una puesta en obra que como comenzó contando, se diferencia de las últimas exposiciones que en años anteriores había presentado. “Hace mucho tiempo que no hacía una exposición de estas características. Generalmente yo trabajo exposiciones en un espacio unitario, una atmósfera unitaria, básicamente una instalación que abarca y llena un espacio completo, trabajando yo mismo siempre una propia iluminación, sin ocupar las luces de sala, etc. En este caso, hay una gran diferencia con exposiciones anteriores, primero que todo porque no es una exposición unitaria, ya que están estas cuatro obras distintas” indicó.

Sin embargo Francisco Sanfuentes aclara que los asuntos, los temas, las obsesiones, los contexto, los mundos, con los cuales los trabaja y dialoga, básicamente siguen siendo los mismos. “Tienen que ver con lo efímero y la corrosión de los materiales; ciertos paisajes, paisajes urbanos, crudos, que se manifiestan de distintas maneras. El trabajo del callejón, la intervención en la calle, del observar, del tomar elementos de ella. El trabajo a partir del muro con el instituto Horwitz, el material que muere, algo así como una especie de metáfora de vida que cruje y se desmorona”, puntualizó Sanfuentes.

La invitación es para asistir a la inauguración de GRABADO/POÉTICAS de los artistas visuales Francisco Sanfuentes y Sebastían Robles que se inaugura este viernes 18 de noviembre a las 19:00 horas en el Museo de Arte Contemporáneo, MAC, Quinta Normal. La entrada liberada y la exposición permanecerá abierta hasta el 26 de enero 2023.