Ediciones del Departamento de Artes Visuales:

Nury González presenta "La memoria de la tela"

Nury González presenta "La memoria de la tela"
Nury González, artista visual, académica del Departamento de Artes Visuales y Directora del Museo de Arte Popular Americano, es la autora de "La memoria de la tela".
Nury González, artista visual, académica del Departamento de Artes Visuales y Directora del Museo de Arte Popular Americano, es la autora de "La memoria de la tela".
"La memoria de la tela" se presentara, este próximo 20 de abril, junto a otras cuatro publicaciones pertenecientes a Ediciones del Departamento de Artes Visuales.
"La memoria de la tela" se presentara, este próximo 20 de abril, junto a otras cuatro publicaciones pertenecientes a Ediciones del Departamento de Artes Visuales.
La intervención realizada a unas cortinas oriundas de Beirut fueron el punto de partida de esta nueva publicación de la Colección Relatos Visuales de Ediciones del Departamento de Artes Visuales.
La intervención realizada a unas cortinas oriundas de Beirut fueron el punto de partida de esta nueva publicación de la Colección Relatos Visuales de Ediciones del Departamento de Artes Visuales.
"Da la impresión de que el cosido está relacionado con la fotografía, como si hubiese sido el modelo gráfico para hacer el pespunte, pero es al revés", reflexiona Nury González.
"Da la impresión de que el cosido está relacionado con la fotografía, como si hubiese sido el modelo gráfico para hacer el pespunte, pero es al revés", reflexiona Nury González.

La artista visual y académica de la Facultad de Artes es la autora de "La memoria de la tela", una de las cinco nuevas publicaciones de Ediciones del Departamento de Artes Visuales que se presentará, oficialmente, este próximo 20 abril junto a "Estéticas de la Intemperie. Lecturas y acción en el espacio público" y "[Pensar el / trabajar con / ] sonido en espacios intermedios", títulos que inaugurarán la Serie Seminarios de la Colección Escritos de Obra, y "Doble Piel" de Patricio González, y "Manifiesto Neopompier (Fuckin'Marcianos Version)" de Arturo Cariceo, los dos nuevos libros que se sumarán, junto a "La memoria de la tela", a la Colección Relatos Visuales.

Estas nuevas publicaciones corresponden a la convocatoria presentada durante el año 2009 por Ediciones del Departamento de Artes Visuales, a la que Nury González respondió por lo atractivo que le pareció "construir un libro sin escritura gráfica y que se tradujera en frases visuales, que tiene mucho que ver con mi obsesión con el trabajo que se construye en la visualidad", explica. Y agrega al respecto: "Lo que pasa es que siempre he pensado que los trabajos son interesantes cuando alguien los mira y puede inventar una historia a partir de lo que ve, pero debo aclara que finalmente no es tan importante que aquello que vean sea lo que uno ideó, porque lo que importa es que te permita despertar un imaginario".

Con ese objetivo en mente, la académica del Departamento de Artes Visuales dio forma a "La memoria de la tela", una publicación en la que trabajó a partir del registro de una intervención realizada a unas viejas cortinas que habían llegado a sus manos. "Las cortinas pertenecieron a un lujoso hotel de Beirut de los años 50, que ha sido bombardeado y destruido por las guerras, quedando finalmente abandonado. Y esas cortinas me las envió una artista libanesa que vive en Londres, Marwa Arsanios, quien me invitó a participar en su proyecto Platform Translation, que consiste justamente en intervenir esas cortinas", cuenta Nury González sobre los orígenes de la nueva publicación de la Colección Relatos Visuales.

La historia y memoria de la tela

Cuando esas telas llegaron a sus manos, Nury González no tenía muy claro qué haría con ellas. Sin embargo, optó por lavarlas -exceptuando a una de las cuatro cortinas, que ya había sido intervenida por una artista griega- y grabar tanto ese proceso como todo lo que fue sucediendo después. "Sólo al meterlas al agua me di cuenta que todas tenían un forro, que estaba quemado por el sol. Entonces, cuando empecé a lavar esas telas y vi que el forro se empezaba a desintegrar, decidí que con eso tenía que trabajar, con la memoria de la tela. Dejé las telas un par de días en el agua y después las retiré. Luego, a una de las cortinas la descosí, dejándola en su paño original, y la empecé a tratar como si fuera un resto arqueológico. Todo eso quedó registrado en la cinta de video", cuenta.

Y detalla sobre ese proceso la artista visual y académica del Departamento de Artes Visuales: "Puse las telas sobre un paño blanco -estaban quemadas por el sol y por lo tanto amarillentas-, tomé los forros y los trabajé como si yo tuviese en mis manos una tela sagrada o un objeto arqueológico. Luego los dispuse sobre la mesa uniendo todos los pedacitos, y quedó igual a cuando se reconstituye un tejido en arqueología museística. Entonces, en esta gran superficie que yo pegué y después cosí, quedaron espacios vacíos, en blanco, transformándose finalmente en un paisaje. Y ese trabajo se llamó Historias de guerra, porque la guerra es eso, la cosa fragmentada, perdida. Fue bien impresionante lo que quedó como resultado".

Esa experiencia, junto al video que la registra, fue el material que utilizó para dar forma a "La memoria de la tela", ¿no?

Claro. Las fotos del video eran imposibles de ampliar, por lo tanto, había que usarlas en ese formato. Entonces, el libro también es un relato, porque la primera parte de los fotogramas tienen que ver la entrada de las cortinas, la sacada de las cajas, la entrada al agua. Después vienen unos detalles de la intervención, pero nunca aparece la obra completa, nunca se ve el montaje completo. Siempre fragmentado porque así lo decidí.

¿Esa decisión está vinculada a lo que observó en la tela?

Por supuesto. Además, mientras hacía el libro, quise usar fotografías de la ciudad de Beirut como referente, y busqué en internet hasta encontrar un sitio con unas fotografías increíbles de la destrucción. Si bien estaban asociadas a creative commons, eran tantas las que quería usar que le escribí al autor para que me autorizara. Así fue, y lo único que me pidió fue que le mandara un link o un pdf con los resultados, material que le enviaré ahora. Entonces, al encontrar esas fotografías hubo un cambio en el trabajo que tenía pensado inicialmente, porque a esas imágenes les fui adjudicando fragmentos del cosido. Y es curioso, porque da la impresión de que el cosido está relacionado con la fotografía, como si hubiese sido el modelo gráfico para hacer el pespunte, pero es al revés. Yo busqué las fotografías y fragmentos de este paisaje de la guerra para hacer el diálogo.

Y hablar de la memoria de la tela en un soporte libro, ¿qué implica para usted?

Es interesante porque quedó fijado y, además, era la ocasión de experimentar. En Chile uno hace sus trabajos, que son de larga data y proceso, y generalmente no hay espacio para estos fragmentos, para estos desvíos, para todo lo que uno hace para llegar a la obra. Entonces, esto me permitió hacer visible todo el trabajo de mesa que hice.

Pero este libro es mucho más que un registro. Es otra obra.

Es otra obra y otro soporte, que además circula y permanece. Generalmente, de las obras que yo hago no queda nada. Entonces, en este caso queda fijada la memoria de la tela que, a la vez, es la historia de la guerra. Y hay una cosa, a mí modo de ver, muy potente en esta obra visual, porque es paisaje, gráfica, pictórica y muy precisa en relación a la historia de una guerra. Por eso las fotografías de la destrucción de la ciudad calzan tan exactamente, y eso es sorprendente.

Es que este libro, además de ser la memoria, es la historia de esta tela.

Claro, porque cuando ves el libro no tienes idea de todo este viaje que ha tenido, todo lo que pasó, lo que uno pensó, cómo construyó y resolvió. Por eso te digo, había pensado de una manera el libro, pero al aparecer las fotografías hubo un giro. Y te vuelvo a repetir, es sorprendente que la destrucción de una ciudad, traducida a una cuestión gráfica, aparezca como mi modelo sin que ello haya sido así. Es decir, es una tela que viene de un hotel de un país en guerra, una tela que viaja. Es como si te llegara una joyita a las manos y te dijeran toma, aquí está, resuelve tu problema de la memoria de la tela. Tiene que ver con eso y también con trabajar con el zurcido; con el zurcido de la historia; con el zurcido de la tela como historia; con el zurcido como recomposición de la historia o de la memoria.

¿Las telas de Beirut siguen en Chile?

Las telas se fueron a Londres. Le dije a Marwa que le iba a robar unas cortinas, que me quería quedar con eso para trabajar, porque este trabajo se fue a Londres y después viaja a Italia para luego terminar en Beirut. Los planes iniciales eran que yo viajara a Beirut en mayo, pero no sé qué pasará con eso. Me dio harta pena que se fueran porque fue un trabajo muy pesado -en el pespunteo me ayudaron un grupo de señoras del Lago Riñihue-, y una vez más apareció como una pintura, un dibujo porque, irremediablemente, los trabajos que hago siempre tienen que ver con la pintura y el dibujo.