Octava Sesión Extraordinaria, jueves 28 de diciembre del año 2000

El día jueves 28 de diciembre del año 2000, siendo las 9:00 horas, se reunió el Consejo Universitario bajo la presidencia del Sr. Rector, Prof. Luis A. Riveros, con la asistencia del Sr. Prorrector, don Luis Bahamonde y de los señores Decanos y Vicedecanos de las Facultades que a continuación se indican:

  • Arquitectura y Urbanismo Sr. Juan Benavides, (Vicedecano)
  • Artes Sr. Luis Merino
  • Ciencias Sr. Camilo Quezada
  • Cs. Agronómicas Sra. Mario Silva
  • Derecho Sr. Antonio Bascuñán
  • Cs. Económicas y Adm. Sr. Ricardo Paredes
  • Cs. Físicas y Matemáticas Sr. Víctor Pérez
  • Filosofía y Humanidades Sra. María Isabel Flisfisch
  • Cs. Forestales Sr. Guillermo Julio
  • Medicina Sr. Jorge Las Heras
  • Cs. Químicas y Farmacéuticas Sr. Luis Núñez
  • Cs. Sociales Sr. Carlos Decouvieres, (Vicedecano)
  • Cs. Veterinarias y Pecuarias Sr. Santiago Urcelay
  • Odontología Sr. José Matas

Asisten los representantes del Presidente de la República, Sr. Carlos Martínez y Sr. Patricio Rojas. Se encuentran presente los Consejeros Sr. Tomás Cooper y Sra. Cecilia Sepúlveda.

Están especialmente invitados por el Sr. Rector, el Vicerrector de Asuntos Académicos, don Mario Sapag; el Vicerrector de Economía y Administración, Sr. Carlos Cáceres; el Dr. Italo Braghetto Director del Hospital Clínico José Joaquín Aguirre; la Presidenta de la Asociación de Académicos, Sra. Gladys Armijo; el Presidente de la FECH, Sr. Iván Mlynarz, y el Sr. Carlos Abarca, Presidente de la FENAFUCH. Excusa su inasistencia el Contralor de la Universidad, Sr. Juan Manuel Pino.

Acompañan al Sr. Vicerrector de Economía y Administración en su exposición, el Director de Finanzas, Sr. Carlos Castro y el Sr. Gustavo Anabalón.

Actuó como Secretario del Consejo Universitario, el Secretario General (S), Sr. Antonio Zapata Cáceres.

1.- Proyecto de Presupuesto 2001.

El Sr. Rector señala que en esta sesión debe aprobarse la propuesta de presupuesto del fondo general para el año 2001, respecto del cual desea expresar a algunas consideraciones.

(Se incorpora a continuación el texto de la intervención del Sr. Rector):

"Señores Decanos y Miembros del Consejo Universitario:

He estimado propicio dar lectura a mis consideraciones sobre el Presupuesto Universitario 2001 que en esta oportunidad se presenta y discute, luego del trabajo que realizara la Comisión designada por este Consejo y los diferentes informes de la respectiva Vicerrectoría. Lo hago en la convicción que se necesita mucha precisión sobre este aspecto debido a lo restringido de nuestra situación financiera, y de los alcances que la misma tiene en materia presupuestaria para este año. Asimismo, porque considero que ahora es vital el avanzar en materia de cambio en las reglas de presupuestación, las cuales se basan en criterios históricos e introducen una serie de rigideces por todos conocidas y que son de la mayor inconveniencia en términos del diseño del trabajo universitario.

Es importante reseñar que el reajuste por sobre el IPC que se obtuvo en el llamado Aporte Especial para la Universidad de Chile, se justificó sobre la base de introducir renovación en nuestra planta académica. Como sabemos, este es un problema que nos afecta singularmente y que extiende sus resultados negativos en la calidad del trabajo estamental de la Corporación. Como serán recursos recurrentes, el programa se podrá repetir en años sucesivos, al mismo tiempo que podrán ser también dedicados al retiro de personal académico en condiciones de jubilar. En todo caso, el Programa para Académicos Jóvenes cumple un rol estratégico de mucha importancia para la Corporación, y son recursos que serán destinados a las Facultades para su administración en un proyecto que respalde o de comienzo a las iniciativas de renovación de nuestra planta.

Es también importante indicar que el Aporte Especial fue sometido a una severa amenaza durante la discusión parlamentaria sobre el Presupuesto 2001 de la Nación, y se advierte que no será posible su aprobación en similares condiciones para el año 2002. Con ello se pondrá en grave riesgo el trabajo institucional, especialmente porque algunos sectores desconocen que el origen de estos recursos estuvo en la necesidad detectada en 1990, en orden a suplementar el presupuesto universitario. Este propósito se cumplió por medio de proyectos definidos en la oportunidad, en una forma más o menos arbitraria, cuestión que ahora se considera por parte de algunos en forma aislada del origen efectivo de los recursos, para así ponerlos como recursos concursables para todo el sistema. A estas propuestas ha contribuido el reclamo de grupos desde la propia Universidad en orden a acceder a estos fondos en forma independiente y suplementaria al presupuesto regular, olvidando el origen de los mismos, en el presupuesto regular universitario.

El presupuesto de la Universidad ha sido reajustado en el inflactor de 2.5%, cuestión que no resulta compatible con el reajuste que se otorgó a los funcionarios del sector público. Este procedimiento ha venido haciéndose en forma reiterada en los últimos años y ha sido la fuente de un creciente endeudamiento de la institución. Es importante reseñar otros dos efectos negativos en el presupuesto que este año están dando lugar a una crisis de aportes fiscales. Por una parte, el Ministerio de Educación ha venido implementando una estrategia de reducción de los llamados Fondos de Desarrollo Institucional (FDI), los cuales se han traspasados al fondo competitivo del MECESUP. A su vez, éstos no pueden ser considerados en el presupuesto debido a que un requerimiento del Ministerio es mantenerlos en cuentas de uso específico a los proyectos en cuestión. En segundo lugar, la revisión que se hace anualmente del 5% del AFD ha resultado negativa para la Universidad de Chile en los últimos años. Es pertinente indicar que estas dos medidas (revisiones del AFD y reducción del FDI) se inscriben en una estrategia de política que no se encuentra definida sino por la vía de los hechos, y la discusión que se ha emprendido sobre la materia no ha mostrado resultados concretos en torno a redefinir los propósitos de la autoridad en cuanto al desarrollo del aparato de Educación Superior.

En repetidas oportunidades he señalado que la situación financiera es extremadamente frágil. La deuda es significativa y demanda un pago sustantivo de intereses. Además, se arrastra un déficit operacional que ha ido haciéndose más marcado en la medida en que los aportes del gobierno han ido en reducción. La decisión tomada por este Consejo en orden a no contraer mayor deuda para cubrir los déficits de operación, como asimismo de no reducir activos para pagar los excesos de gastos sobre ingresos, han sido efectivamente ejecutados mostrando la responsabilidad de este Consejo y de las autoridades centrales de la Universidad. No cabe duda que el espacio que queda en este presupuesto para apoyar nuevas iniciativas es muy escaso, teniendo además presente la necesidad de reajustar en forma digna las remuneraciones base de nuestros funcionarios. Sin embargo, como lo he planteado ayer en el Ministerio de Educación, sufrimos de una merma académica progresiva por la caída relativa de los salarios, y la frecuente falta de horizontes de desarrollo; esto, sumado a la ya envejecida planta académica de la Universidad de Chile, levanta serios retos para una institución que está además presa de las rigideces que introducen las normativas del sector público, aplicables, aunque para todos los efectos de los subsidios que se nos aplica, se nos considera funcionarios del sector privado.

Consultados los señores Decanos, y teniendo en consideración que la Universidad de Chile no efectuó durante los últimos dos años ajustes de importancia en materia de aranceles, este año se decidió un incremento de 9%, con las excepciones de Ingeniería, Ingeniería Comercial y de Control de Gestión, y las carreras de Tecnología Médica y Fonoaudiología, que sufren incrementos de 12.5 a 15%, debido a las particulares situaciones de sus campos. Estas especiales consideraciones tienen que ver con necesidades de inversión, y renovación de equipos -cuyos valores dependen del dólar y no del IPC- como asimismo para sustentar la calidad de la docencia. Es evidente que esta decisión entra en contradicción con los anuncios del Ministerio en orden a no incrementar los Fondos para el Crédito Universitario, medida enteramente inapropiada si se considera que varias universidades han empleado en forma sistemática el aumento de cupos y de aranceles, siendo en ello validadas por las asignaciones de crédito. El Ministerio debería tomar una decisión basada en un estudio de las variaciones ocurridas en los últimos 5 ó 10 años en cuanto a cupos y aranceles, para así decidir respecto del objetivo de no validar crecimientos excesivos. Consideramos injusto que se piense que las Universidades del Estado deban subsidiar con sus recursos lo que constituye una responsabilidad del Estado: brindar igualdad de oportunidad a todos los más capaces para ingresar a la Educación Superior. Esperamos que el Ministerio de Educación corrija las situaciones que se crearán bajo la situación vigente. En cualquier caso, la Universidad de Chile debe reservar los recursos que sean del acaso para asegurar que no existirán problemas de crédito para nuestros estudiantes, en forma independiente de las decisiones del Ministerio de Educación.

Los problemas presupuestarios que expongo tendrán un carácter más grave en el futuro. El Ministerio ha anunciado su decisión de cambiar el criterio de asignación del Aporte Fiscal Indirecto, proyecto que tiene características aún indefinidas, pero que tenderán a ponderar mayormente las calificaciones de la enseñanza media; con ello es posible que exista una disminución de recursos importantes para nuestra Corporación. Por otra parte, existe la posibilidad que se nos aplique la nueva Ley de Rentas Municipales, de acuerdo a la cual tendremos que pagar impuestos por todas las propiedades de la Universidad de Chile, lo que significaría un monto importante de recursos.

No obstante haber renegociado la deuda bancaria en condiciones favorables, pese a las restricciones que se han introducido en materia de reducción de activos y nuevas deudas, además de haber superado sin recursos presupuestarios el grave problema de la editorial universitaria, y dejando establecido que hemos realizado un trabajo cuidadoso en cuanto a la organización y control presupuestario, cumpliendo también el compromiso de hacer el manejo financiero transparente y con decisiones oportunas, la Corporación continua teniendo problemas graves en su presupuesto. Para el año 2001, sumados los incrementos y decrementos de los distintos ítems que componen los ingresos de la Corporación, el reajuste en relación al presupuesto del año 2000 alcanza a 1.6%. Con ello, se puede otorgar un reajuste a las remuneraciones base de la Universidad de un 4.3%, para este esfuerzo es necesario destinar $300 millones para que las Facultades los asignen directamente al desarrollo de académicos jóvenes, dejando un remanente de $100 millones para similar propósito en el presupuesto del DID. Los estudios de la Vicerrectoría indican que algunas unidades académicas y los servicios centrales presentarán problemas para proceder a este ajuste. En el caso de las primeras, será necesario que reduzcan sus índices de morosidad, que se mantienen altos respecto del resto de las universidades; para los segundos es necesario reseñar que los servicios centrales han tenido una profunda reducción presupuestaria, que alcanza ya a más de 600 millones, que han acudido a respaldar actividades de las Facultades o de CEAC.

El presupuesto 2001 presenta varios problemas que deben atenderse con seriedad, y que no constituyen materias nuevas para la institución, a pesar de estar este año mostrándose con particular fuerza. Por una parte, el tema de la deuda que es de gran significancia para la Universidad, y que demanda un notable esfuerzo para cancelar los intereses. A pesar que el Consejo Universitario ha decidido no contraer nuevas deudas para llenar los déficit de operación, y al primar también la decisión de pagar deuda para disminuir el compromiso y mostrar la disposición a enfrentar el problema en forma concreta, el volumen de deuda ha disminuido solo en forma marginal. Esto hace necesario que debamos continuar con los esfuerzos en orden a que la autoridad pública nos ayude con este problema sobre la base de un paquete de reestructuración de deuda. Esta situación ha derivado en un segundo problema, que es la debilidad de nuestros programas de inversión, que están siendo cada vez más dependientes de fondos concursables, afectando a la ejecución de tareas nacionales de las cuales la Universidad es responsable, aún en forma contradictoria con su financiamiento esencialmente privado. Un tercer problema es la existencia de una brecha operacional que no ha podido ser llenada con más recursos del Estado, y no podrá serlo por la vía de un aumento de los ingresos propios o arancelarios, a menos que se introduzca una desfiguración respecto a nuestra misión en la sociedad chilena. En definitiva, y a menos que exista un cambio en las reglas que se nos aplican en materia de financiamiento, se hace urgente que en las distintas unidades se prepare un plan de acción basado en las orientaciones estratégicas que este Consejo debatió largamente, y en la necesidad de introducir una mayor compatibilidad financiera con la nueva realidad. Estamos solicitando al Ministerio de Educación, se estudie la posibilidad de adelantar recursos financieros a la Universidad con el objeto de otorgar condiciones más adecuadas para el retiro de quienes estén en situación de jubilación, como asimismo estamos insistiendo en la necesidad de considerar el traspaso de nuestros funcionarios al INP para reparar la pérdida previsional creada hace algunos años.

En este contexto, e independientemente de nuestras aspiraciones legítimas al cambio en las políticas financieras que se nos aplican, resulta urgente que se modifiquen las reglas internas que han operado en materia de asignación presupuestaria. Como sabemos, funcionamos con un presupuesto histórico en cuanto a su distribución, cuya revisión en forma estructural no ha sido llevada a cabo por varias razones. La primera es que, como resulta obvio, una nueva estrategia de asignación no crea mayores recursos, por lo que la misma se debe atener a la necesidad de entregar los recursos por aranceles y AFI a cada unidad, mientras que el AFD debe repartirse en función del cumplimiento de objetivos de investigación y/o metas de tipo nacionales. La segunda es que, hasta ahora no se ha contado con indicadores para proceder a este cambio en los criterios de asignación, ya que se requiere noción acerca de la productividad académica, medida con indicadores pertinentes y relevantes. Luego de más de un año de trabajo para elaborar este tipo de indicadores, hemos iniciado esa etapa del análisis, que nos permitirá poner en juego nuevas reglas de presupuestación del AFD basadas en resultados académicos y de gestión de los recursos, creando así el incentivo para que se utilice más adecuadamente el tiempo académico y los recursos disponibles para las actividades centrales de la Universidad en docencia, investigación y extensión.

No es independiente lo planteado anteriormente de nuestra propia conducta y austeridad en el manejo de nuestras responsabilidades directivas. Aquí, como se ha planteado en innumerables oportunidades, se está poniendo en riesgo el futuro de la Universidad de Chile, que se debate además en medio de políticas inapropiadas, de profundos sentimientos contrarios a la institución, y de grandes recelos en el contexto de otras instituciones de Educación Superior. La actitud lógica es la de aunar esfuerzos para enfrentar estas contingencias en forma proactiva, y dar al país una señal sobre nuestra preocupación y situación, sin con ello deteriorar innecesariamente una imagen que, por otra parte, es vital para el éxito de la institución como atractivo para los jóvenes chilenos y para quienes desean apoyarnos".

El Sr. Rector ofrece la palabra al Sr. Vicerrector de Economía y Administración.

El Vicerrector Sr. Cáceres señala que el Consejo abordó en la sesión pasada esta materia y, por ello, no se referirá al marco económico financiero del sistema universitario ni al de la Universidad, sino que hará una presentación muy breve sobre los aspectos más importantes de la proposición que a continuación presenta, teniendo en cuenta que la Comisión de Economía, Finanzas y Política del Personal del Consejo se reunió en tres oportunidades en largas sesiones de trabajo aprobando ayer la mencionada proposición. Agrega que la Vicerrectoría de Economía y Administración ha distribuido para la sesión los documentos:"Proyecto Presupuesto Fondo General Año 2001" y "Proyecto Presupuesto Fondo General 2001, Anexos y Proyectos de Desarrollo Institucional, aprobado por la Comisión Económica con fecha 27/12/2000". (La Secretaría del Consejo Universitario incorporará a su Archivo dichos documentos como Anexos correspondiente a la VIII sesión Extraordinaria de 28 de diciembre de 2000.)

A continuación, se incorpora la presentación del Sr. Vicerrector de Economía y Administración:

El Sr. Rector ofrece la palabra

El Vicerrector Sr. Sapag considera meritorio el esfuerzo realizado para ordenar presupuestariamente a la Universidad, con miras a eliminar en el futuro la cronicidad del déficit. Lamenta la congelación pare este año del Programa Aula 21 por cuanto ya la Corporación está atrasada en 5 años en lo que son las técnicas infocomunicacionales. Por ello, seguirá trabajando para buscar un camino que permita no cerrar la posibilidad de crecer en este ámbito, sobre todo considerando que hay proyectos del MECESUP muy ligados al Aula 21.

La Sra. Armijo manifiesta nuevamente su preocupación por la situación salarial de los académicos. Consulta al Vicerrector Sr. Cáceres si, al cabo de dos años, considera exitosa su gestión, en términos de solucionar los problemas que afectan a la Universidad. También pregunta cuáles son los proyectos sobre programas de retiro para aquellos académicos con más de cincuenta años en la Universidad. Desea saber qué pasa con la previsión y cómo se vincula con el proyecto de la Sra. Armanet que daría origen a una comisión tripartita en el MINEDUC, ya que este problema afecta a todas las universidades estatales. Plantea que la idea es que los recursos aportados por el Ministerio incrementarían los fondos acumulados por los académicos en las AFPs . Reitera que la ACAUCH está preparando un proyecto sobre mejoramiento de remuneraciones de los académicos en colaboración con la FENAFUCH, para los funcionarios no académicos, el que se entregará a fines de enero.

El Vicerrector Sr. Cáceres señala que, efectivamente, ha habido varias reuniones con ACAUCH y FENAFUCH sobre remuneraciones y se está a la espera de la propuesta a que aludió la Sra. Armijo. Le parece que no estando resuelto el problema económico de la Universidad, es difícil hablar de éxito o fracaso de una gestión. Precisa que cuando asumió el Rector Sr. Riveros el presupuesto no estaba aprobado, pero gran parte ya estaba gastado al 28 de julio de 1998. Advierte que una de las primeras medidas que impactó sobre la nueva administración fue un incremento de la deuda debido al prepago anticipada de la deuda a sabiendas de que había un déficit enorme para el resto del año. Por eso estima que esta Rectoría ha presentado sólo dos: 1999 y 2000, en los que el énfasis ha estado puesto en frenar el endeudamiento, puesto que no hay acceso a nuevas líneas de crédito si no se continúa hipotecando a la Universidad. Hace referencia a las dificultades que se enfrenta muchas veces para contar con flujos de caja y la importancia de mantener una buena relación con los bancos. Estima que la credibilidad de esta administración ha permitido encontrar respuesta de los bancos cuando ha sido necesario. En cuanto a la renovación de académicos, es un tema muy relevante y debe hacerse este año una propuesta al Gobierno de modo de contar con una renovación asistida que tenga impacto en los índices de productividad de la institución. Desde el punto de vista del período presidencial, hace notar que, en 1999, se presentó, en verdad, el primer presupuesto de la Universidad con un Gobierno que estaba terminando su período y no se podían esperar cambios. Con relación al nuevo mandato presidencial, señala que el Sr. Rector envió una carta al Sr. Presidente de la República haciendo presente las dificultades financieras de esta casa de estudios, y él
respondió inyectando recursos adicionales en el presupuesto para las actividades de interés nacional. Desde esa perspectiva, se observa una reacción positiva del Gobierno. Considera que la disciplina que se ha tenido en materia de control del déficit y del endeudamiento es muy importante como carta de presentación para efectuar una propuesta al Gobierno que involucre recursos adicionales pero se requiere todavía un mejoramiento de gestión interna complementaria.

El Presidente de la FECH plantea que la posición de la FECH es ampliamente conocida y que el Pleno discutió los diferentes escenarios que se presentaban debido al alza de aranceles propuesto. Por eso, rechazan el presupuesto para el 2001 tanto en materia de Ingresos, porque contempla una disminución de recursos del Estado y un fuerte incremento de los aranceles de los estudiantes como en materia de Egresos, dado que no hay un apoyo a las remuneraciones de los académicos cuyo reajuste solo afecta al sueldo base, lo que equivale a que estarán por debajo del 3%. Los estudiantes han realizado un análisis de los últimos 10 años del presupuesto de la Corporación concluyendo que en ese período los aportes del Estado pasaron de representar un 31% del presupuesto general a un 19%, mientras que, en ese mismo período, los aportes por matrículas y aranceles de los estudiantes pasaron de representar un 12% al 24%. En este mismo período hay un incremento de la deuda, un envejecimiento de la planta académica y una inversión mínima en infraestructura y se produce un fortalecimiento del sistema de financiamiento de la educación superior, que todos critican y rechazan en los discursos pero que, en los hechos, hacen poco. Por eso, los estudiantes decidieron que hoy día, junto con el rechazo al presupuesto para el 2001, asistirán a esta reunión de Consejo para impedir que se siga aprobando un presupuesto universitario en que la esperanza es que cambien las políticas del Gobierno.

El Presidente de la FECH se retira para hacer ingresar a la Sala a los estudiantes.

El Sr. Rector considera inaceptable esta situación y procede a levantar la sesión a las 10:05 horas.

ANTONIO ZAPATA CACERES
Secretario General (S)
Secretario Consejo Universitario

 
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