Depto. de Astronomía: Doctor Guido Garay ingresa a la Academia Chilena de Ciencias

Doctor Guido Garay ingresa a la Academia Chilena de Ciencias
Guido Garay, nuevo miembro de la Academia de Ciencias; María Teresa Ruiz, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1997; y José Maza, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999.
Guido Garay, nuevo miembro de la Academia de Ciencias; María Teresa Ruiz, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1997; y José Maza, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999.

Este miércoles 15 de abril, la Academia Chilena de Ciencias acogió en sus filas al Doctor en Astronomía, Guido Garay (58).

La ceremonia fue solemne y acogedora. Servet Martínez, Director de la Academia, hizo sonar la campanilla y dijo: "Los requisitos para ingresar a la Academia son: que se trate de un científico activo, de prestigio, confiable y mayor de 35 años. Todas estas características fueron cumplidas con creces por el Dr. Garay. Así que estamos realmente muy contentos de que forme parte de nuestra Academia".

Al lado del Doctor Martínez estaba el Doctor José Maza -Miembro de Número de la Academia y Premio Nacional de Ciencias Exactas-, quien presentó al Dr. Garay: "Para mí es un honor. Además es un placer, pues es mi colega y mi amigo".

El Premio Nacional contó a las cerca de 80 asistentes -entre familiares, colegas, compañeros de trabajo y científicos- que Garay se enamoró de la astronomía, en general, cuando viajaba al sur con su padre y podía observar con calma las estrellas y sus colores.

Añadió que su interés por la radioastronomía -en particular- surgió mientras estudiaba en el Instituto Nacional. Su profesor de matemáticas, Alfonso Bravo, viajó a Puerto Rico y conoció uno de los primeros radiotelescopios. Cuando regresó al Instituto le contó a sus alumnos: Garay ya sabía que ése sería su destino.

Y así ingresó a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Si bien no contaba con el apoyo de su padre -quien quería que fuese ingeniero-, siguió firme en su propósito. Al finalizar sus estudios, se fue a Harvard a realizar su Magíster y Doctorado en Astronomía. Allí descubrió la "capital del conocimiento", como el mismo Garay le dice a esta universidad.

Maza finalizó su discurso diciendo: "El tiempo dijo que Guido fue un pionero. Se interesó por la radioastronomía cuando ésta aún no arribaba a Chile".

Protoestrellas

Luego fue el turno del protagonista de la jornada: Guido Garay. Dictó una amena charla, con película incluida de su propia creación: "¿Dónde y cómo se forman las estrellas?".

La principal herramienta de estudio de los astrónomos es el espectro electromagnético, que va desde las ondas de radio (que pueden medir metros, kilómetros) hasta los rayos gamma (cuyas ondas miden 0,000000000001 metro). Justo al medio del espectro se encuentra la luz visible, que es la única que capta el ojo del ser humano. Pero los astrónomos tienen otros "ojos": instrumentos especiales con los cuales logran cubrir el espectro.

El interés de Garay son las maternidades de las estrellas: aquellas zonas muy oscuras del espacio, llenas de polvo, donde nacen las estrellas (protoestrellas), las llamadas nubes moleculares. Éstas sólo pueden ser observadas en el infrarrojo o en radio, pues hacen una especie de "ecografía" a estas nubes moleculares. Se trata de un área relativamente nueva de estudio, porque tuvo que esperar la llegada de los radiotelescopios (como el proyecto ALMA), del interferómetro, de los telescopios milimétricos (en Chile existen en La Silla y en Chajnator) o los telescopios espaciales, como el Hubble o el Chandra.

Garay tiene su instrumento favorito: el VLA (Very Large Array), en Nuevo México (EE.UU), con el cual logró descubrir en el corazón de nuestra vecina nebulosa de Orión (la región BN), 20 fuentes que correspondían a protoestrellas. Es su trabajo "regalón".

La formación estelar tiene preguntas sumamente interesantes aún sin contestar. Y en eso trabaja Garay. Una de ellas es: ¿por qué por cada estrella masiva -que tiene unas 20 veces el tamaño de nuestro Sol- se forman del orden de 50 estrellas como nuestro Sol?

Lo llamativo del nacimiento de estrellas es que no se trata de un proceso "silencioso". En el proceso de formación de estrellas la rotación de las nubes moleculares crea discos. Estos discos emiten jets: gigantescos chorros de gas ionizado que han sido hermosamente fotografiados. Y eso es sólo una parte de la historia...

El Doctor Garay terminó su ponencia agradeciendo a sus colegas María Teresa Ruiz y José Maza, a Mariela Fajardo -funcionaria del Departamento de Astronomía-, a la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnología (Conicyt) y a su "extraordinaria" familia.

 

El Doctor Garay ha recibido múltiples distinciones: los premios Bart Bok de la Universidad de Harvard (1985) -donde realizó su Magíster y Doctorado- y Henri Chrétien de la Sociedad Astronómica Americana (1987). Además de la beca Guggenheim de la Fundación John Simon Guggenheim Memorial (1994), la Cátedra Presidencial en Ciencias de la República de Chile (1996) y la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile (1996).
Posee 91 publicaciones ISI, que han sido citadas 2.951 veces. Ha guiado una decena de tesis de postgrado.
Además, dirige el Centro Fondap de Astrofísica (de Conicyt), el cual se encuentra en su octavo año de ejecución. En esta entidad también participan profesionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Universidad de Concepción. Y es el subdirector del Centro Basal de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), también de Conicyt.

La Academia Chilena de Ciencias cuenta con cuatro astrónomos, tres como miembros de número y Garay como miembro correspondiente. Todos pertenecen al Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

La Academia cuenta con 36 miembros de número. Cada uno posee su propio sillón en la amplia casona ubicada en el barrio del Bellas Artes. La primera astrónoma que ingresó a la Academia fue la Dra. Adelina Gutiérrez, en 1967, sólo tres años después de que se creara esta institución (sillón Nº 12). Luego fue el turno de otra mujer: la Dra. María Teresa Ruiz (sillón Nº 2), en 1998. Y en 2003 se sumó a las filas de la Academia, el Dr. José Maza (sillón Nº 14).

El miércoles 15 de abril fue el turno del Dr. Guido Garay, como miembro correspondiente.