Discurso del Rector, Prof. Luis A. Riveros, en Firma de Convenio de colaboración artística, entre el SERNAM, el Ministerio de la Cultura y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile

 Antes que nada, quiero darles la bienvenida a esta emblemática sala de la Universidad de Chile, que fuera inaugurada hace unos cinco años, y que lleva el nombre de Amanda Labarca, como un homenaje nuestro, a quien fuera esa bella mujer precursora de la organización del trabajo y de la representación de las mujeres en nuestra institución. Esta Casa Central era un espacio de hombres, y los nombres de Enrique Sazié y de Ignacio Domeyko eran los que marcaban un poco la característica de la institución. Pero hoy también tenemos salas denominadas Amanda Labarca y Eloísa Díaz (nuestra primera médico cirujano). Con ello ha cambiado el contexto de una Universidad que busca también, con su ejemplo, afirmar que aquí debe existir una igualdad de condición, no sólo de oportunidades, para mujeres y hombres, la cual no hemos alcanzado aún.

Todavía hoy, cuando uno mira las estadísticas de nuestros profesores titulares, se advierte una desventaja notable para nuestras mujeres y eso también sucede con las profesoras asociadas. Pero esta situación está cambiando. Hay muchas profesoras jóvenes en la Universidad, y ciertamente, más de la mitad de quienes ingresan a esta institución son mujeres, pese a que la tasa de deserción todavía es más una característica de las mujeres que de los hombres. Detrás de todo esto, existe una situación que va mucho más allá de lo que podamos hacer cada uno de nosotros; y eso tiene que ver con nuestra cultura, con la organización de nuestra sociedad, con nuestras creencias, nuestra historia.

Existen algunos Centros en la Universidad que estudian estos problemas; entre nosotros éste es un tema muy transversal y por eso mismo este convenio es muy bienvenido, porque nos ayuda a dar soluciones y nos contribuye, al mismo tiempo, a renovar las interrogantes para estos grupos de investigación. Los antropólogos, sociólogos, educadores, economistas, abogados, están enfocando, desde distintas perspectivas, este problema general, que yo considero central en nuestra sociedad, la desigualdad.

La desigualdad existe, tiene distintas manifestaciones y una de ellas es la desigualdad de género. Esta situación, en gran medida, tiene un arrastre de décadas y también de siglos, pero en algún punto tenemos que empezar a marcar una diferencia, con una sociedad que brinde oportunidades similares a todos y eso es lo que hoy día simboliza en gran medida este convenio.

Nosotros somos testigos de lo que mencionaba el señor Ministro, haciendo referencia a esta falta de acceso a la cultura de los sectores más populares, aquellos de menores ingresos, a las manifestaciones del arte. Cada vez que hemos ido con nuestra Orquesta Sinfónica, por ejemplo, a una comuna popular, uno observa esa sed de querer estar ahí, de ver y de sentir, porque se percibe como un evento que no está directamente ligado a las propias posibilidades. Por eso, este convenio abre mucho, como oportunidad, para que eso cambie. En medio de esa desigualdad que enfrentan los más pobres, para acceder al arte y a la cultura, las mujeres todavía son más perjudicadas, por una serie de razones que tienen que ver con la estructura y el funcionamiento de las familias y las comunidades más populares.

Este convenio tiene mucho que ver con aquello a lo cual la Universidad aspira. La Universidad quisiera contribuir a una sociedad de mayores oportunidades. Por la vía de las mayores oportunidades deberíamos ser capaces de igualar condiciones, y así tengamos la posibilidad de superar estas desigualdades que no tienen justificación, en el anhelado propósito de muchos. Sin embargo, algunos piensan que todo esto es simplemente una materia de opciones. Según ellos, las mujeres, o los pobres, están en esa situación porque han elegido estar en la condición que están, de alguna manera. Eso no es así, evidentemente, y eso tiene que ver con esta necesidad de abrir más espacios para la ecuanimidad, para la igualdad de oportunidades y condiciones.

Es por eso que esta Universidad también ha dado permanentemente, en su historia, una lucha en defensa de la educación pública. No es posible aceptar que la educación pública sea, por definición, una educación más mala porque a ella van los niños pobres, ni tampoco es posible aceptar que la educación pública tenga que ser, por definición, la educación inepta y desorganizada, y la que brinda solamente las formalidades para que todos nos sintamos tranquilos en nuestras conciencias, pero no las verdaderas oportunidades para los niños, para los jóvenes pobres y para la clase media.

Nosotros, por nuestra parte, vamos a seguir creyendo en la defensa de los derechos de todos los sectores por tener igualdad de trato, igualdad de condiciones, en todos los ámbitos que corresponda. Este país que aspira al desarrollo, que lo sueña y que lo ambiciona tanto, con tanta pasión, desde hace más de un siglo; este país que quisiera ser, como algunos dicen, de las primeras ligas, es un país que no puede pensar solamente que eso se logrará con un ingreso per capita más alto. Nuestras verdaderas expectativas son de una sociedad en la que todos tengamos los mismos derechos, las mismas oportunidades y las mismas condiciones para progresar y poder aportar.

Eso es, en mí opinión, lo que simboliza este convenio, y por eso que vamos a poner todo nuestro empeño, todo el entusiasmo que demostró el Ministro Weinstein. Le comentaba lo realmente contagioso que eso era, porque él es realmente una persona convencida de lo que está haciendo en un área tan importante, la cual se vio, en un inicio, como algo decorativo, ya que hacer arte y cultura desde el Gobierno se veía bien y bonito. Pero ha logrado convencernos que cuando se toma una causa importante y uno se convence de ello, eso se convierte realmente en algo que marca un camino para poder abrir espacios para otros y para la integración de una sociedad, en la que aún reconocemos lo imperfecto, desde el punto de vista de su integración.

De esta manera, señores Ministros, para nosotros esto no es solamente firmar un convenio y facilitar un espacio para que esto ocurra, sino que nosotros estamos realmente convencidos de que aquí hay algo importante y que ésta es una manera de avanzar en esa sociedad de oportunidades que todos queremos construir con mayor o con menor sinceridad. Todos juntos estamos pues en la lucha permanente por tratar de crear un espacio para nuestros jóvenes. Muchas gracias a todos ustedes.

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