Discurso del Prof. Luis A. Riveros, Rector de la Universidad de Chile, en Ceremonia de Inauguración del Año Académico 2005.
Hace unos días debatimos acerca de que íbamos a hacer para la inauguración del año académico 2005. El año pasado estuvo un Premio Nobel con nosotros y dijimos que este año, que es un año importante para el país, tenemos que dar una señal de la universidad que somos. Lo mejor fue esta idea de inaugurar el año académico mostrando algo de lo mejor que tenemos: nuestra Orquesta Sinfónica y nuestro Coro. Porque de esa manera también señalamos una diferencia que es importante. Nosotros somos una universidad en el sentido de la complejidad que envuelve el concepto, pero también en el sentido de la trayectoria nacional y pública que tiene nuestra institución y que en gran medida está marcada por la actividad de extensión artística y cultural.
Hemos querido, por lo tanto, inaugurar el año académico con un concierto. Creo que es una señal importante respecto de la institución que somos y de la institución que queremos ser. Pero también es un mensaje importante en una sociedad que se materializa cada vez más, que se hace cada vez más consumista, en que para algunas personas poco importa que haya un concierto para inaugurar el año académico. El año de trabajo universitario es también una señal en favor del humanismo, en favor del entendimiento, en favor de la comprensión, en favor del amor que tanto necesitamos en Chile para movernos hacia el futuro.
De manera que junto con agradecerles la presencia de todos ustedes lo cual le da un marco importante al inicio de éste año académico, que tiene muchos desafíos importantes para la universidad, que tiene mucho trabajo que debemos seguir haciendo en las reformas que se están practicando en la institución para modelarnos de acuerdo a los tiempos. A este acto, con que hemos querido inaugurar, ustedes le dan un marco propicio y yo quiero agradecerle a la Orquesta Sinfónica su generosidad para colaborar con nosotros y lo mismo a la Camerata Vocal, porque creo que con esto damos esa señal que queremos la Universidad de Chile, nacional y pública, envía un mensaje de humanismo a la sociedad chilena. Muchas gracias.