Colegas, amigos y familiares llenaron el Salón de Honor este 15 de noviembre para celebrar los 40 años de servicio que 93 funcionarios(as) y académicos(as) cumplieron este año trabajando por la Universidad de Chile.
Alegría y emoción se respiraba en el ambiente donde los cariñosos aplausos reconocieron el compromiso y la dedicación de este grupo humano que ha permanecido junto nuestra Institución, contribuyendo desde diversas actividades a la preservación de su liderazgo.
"40 años en la Universidad de Chile son un momento de emoción", expresó el Rector Víctor Pérez Vera, quien añadió que la realización de esta ceremonia en medio de las actividades del Aniversario es un señal de la importancia que tiene para la Institución el aporte que cada uno de ellos ha realizado.
En la ocasión, la autoridad académica también extendió sus agradecimientos a las familias de los homenajeados, quienes -indirectamente- también han estado dedicados a este plantel.
Excelencia académica y de calidad humana
"Ustedes ingresaron a la Universidad en momentos difíciles para el país y también para nuestra Casa de Estudios. Y si hoy estamos acá, preservándonos como la mejor Universidad del país, como la Universidad líder, como el adelantado español de la época, se debe en gran parte a ustedes y a sus familias", afirmó el Rector.
"La Universidad de Chile, finalmente, es su gente. Lo que seamos es lo que su gente hace. Por eso, hoy es un momento en que les decimos a ustedes muchas gracias, por haber permitido -con su esfuerzo- que esta Institución siga siendo una Universidad Pública, pluralista, laica, diversa, tolerante y que no solamente tiene la excelencia disciplinaria sino también tiene la vivencia de los valores republicanos", agregó.
En este sentido, el Rector manifestó que la mejor manera que tiene esta comunidad universitaria para expresar su agradecimiento es transmitiéndoles "que pueden estar tranquilos porque la gente que hoy está ingresando a la Institución va a preservar la misma calidad y los mismos valores que ustedes han desarrollado. Con su aporte, la Universidad de Chile va a seguir siendo la Universidad de todos los chilenos y todas las chilenas. Creo que ese es el mejor homenaje que les podemos hacer".
"Hemos dejado la vida, pero nos llevamos grandes riquezas"
El acto contó con la participación de la funcionaria Ximena Fuentes, quien se dirigió a los presentes en nombre de los distinguidos por años de servicio.
"En lo personal he estado en este imponente salón en innumerables ocasiones cantando como integrante del Coro de la Facultad de Medicina, con motivo de la entrega de distinciones a académicos en nuestra Universidad, pero jamás pensé que un día ya no sería espectadora sino una emocionada protagonista", compartió.
"En estos 40 años se ha desarrollado nuestra actividad laboral llena de desafíos, muchos de nosotros estudiando carreras que nos demandaron un doble esfuerzo, otros capacitándose, enfrentando problemas que nos obligaron a crecer. Bajo su alero protector formamos nuestras familias, nacieron nuestros hijos, nos hicimos de grandes amigos, casi hermanos y adoptamos a compañeros como hijos", repasó sobre las vivencias que han reunido en estas décadas.
"Trabajar en la Universidad de Chile ha sido para nosotros participar en una hermosa batalla donde pusimos nuestro mejor esfuerzo y corazón, nos llevamos una rica experiencia de vida que hemos intentado -a la vez- traspasar a las nuevas generaciones que tienen el privilegio, como lo tuvimos nosotros, de trabajar en esta gran Universidad (...) Estoy segura que todos y cada uno de nosotros tiene la convicción que ha contribuido con su trabajo al engrandecimiento de nuestra Universidad. Hemos dejado la vida, pero nos llevamos grandes riquezas", finalizó.
Un espacio de pensamientos diversos
Leopoldo Dominichetti, senador universitario, valoró este reconocimiento como un estímulo a la actividad que se desarrolla en la institución.
"Hay algunas instituciones que han marcado mi vida en el sentido de cómo mirar la realidad y cómo actuar en ella y la Universidad es tal vez una de las más importantes, habiendo otras indudablemente, pero la Universidad ha puesto un sello, me ha hecho mirar la realidad de otra manera, me ha hecho relacionarme con la gente de otra manera, entender con más facilidad las formas distintas de pensar. En la Universidad hay un grupo de pensamientos tan diverso, que se aprende incluso a manejar eso, y en ese sentido, ha sido trascendental en mi formación personal", destacó el académico.
En la ocasión dedicó un mensaje para las nuevas generaciones: "Que crean en la Universidad, que tengan paciencia, que lo que no se logra en un día, se logra en otro día, y el tiempo va haciendo camino".
Una vida rica y desafiante
"Ésta ha sido mi vida", expresó el Vicerrector de Asuntos Académicos Patricio Aceituno, quien compartió con simpatía la visión de su familia frente a su dedicación a esta Casa de Estudios. "Mi señora me dice que la Universidad me abdujo, me quedé pegado aquí. Si cuento los años desde que yo entré a la Universidad -que fue en marzo del '68 como estudiante- llevo más de 40 años, son 42 años", precisó, junto con detallar que el tiempo que pasó fuera del país, estudiando un Doctorado y el año que estuvo en España, lo hizo pensando que volvía a trabajar en este plantel. "Nunca me desvinculé", enfatizó.
A quienes están iniciando su vida laboral en esta Casa de Estudios, el Vicerrector destacó la oportunidad de desarrollo que tendrán. "Es una vida muy rica y muy desafiante. Uno tiene la oportunidad de estar siempre en contacto con la gente más brillante de este país. Asimismo, es un gran desafío ser profesor, porque uno va a tener sentados frente a sí por 20, 30, 40 años a los mejores alumnos, y eso es un privilegio. Y no solamente eso, también las opciones que la Universidad de Chile me dio siempre de mejorar mi formación, de ir a congresos, de recorrer el mundo, ¿qué puedo decir? Es mi vida, mi casa", concluyó.
Por el futuro de la patria
Para el Decano de la Facultad de Derecho, Roberto Nahum, este ceremonia de distinción por años de servicios le evocaron "los maestros que me formaron -muchos de los cuales ya se han ido-, también el recuerdo de generaciones de ex alumnos que hoy son grandes abogados y que han pasado por nuestras aulas. Una mezcla de sentimientos encontrados que en mi caso redoblan mis esfuerzos y mi dedicación por la Universidad de Chile".
En la ocasión, el Decano llamó a los integrantes nuevos a valorar el aporte de esta Institución. "En esta Casa de Estudios se tienen grandes dificultades, pero también se tienen grandes éxitos y que en definitiva el balance final es la sensación de que uno está contribuyendo a la formación de la juventud de la patria".
Energía para seguir aportando
Alegría y congoja es lo que le provocó este solemne acto al Decano de la Facultad de Cs. Veterinarias y Pecuarias, Santiago Urcelay. "Alegría porque es una vida. Uno mira hacia atrás, como decía el Rector, y ve en un segundo toda su trayectoria. Pero al mismo tiempo, siento que tengo mucho más que aportar", compartió la autoridad, junto con comentar los sentimientos compartidos al Rector en el momento de recibir la medalla: "Bueno, ahora nos preparamos para los próximos cuarenta porque me siento bien, con fuerza, con ganas. Estamos nuevamente a cargo de la Facultad para seguir aportando y ofreciendo el máximo de mis capacidades por los próximos años".
Mirando a la juventud, el académico sugirió que "vivan el día a día como si fuera el último de su vida, pero -al mismo tiempo- vivan con la esperanza de que esto va a ser un continuo permanente".
Vivir plenamente la Universidad
Una larga lista de recuerdos se vino a la memoria del académico Íñigo Díaz. "Se me cruzó toda mi vida universitaria. Llevo más de 40 años, 45 años viviendo en la Universidad de Chile, desde que entré como estudiante, en la Universidad pre reforma. Luego en la Reforma Universitaria de mayo del '68 , todo el gran tema de la intervención militar de la Universidad, la vuelta a la democracia. Me acordé que fui el primer Decano elegido democráticamente después de llegada la democracia, en fin, la última etapa de mi vida como Vicerrector. Así que la verdad es que yo estoy al debe con esta Universidad, por supuesto que sí, y estoy muy contento de haber vivido estos años en la Universidad plenamente".
El académico también dedicó un mensaje a quienes están iniciando este camino: "A las personas que pueden entrar a esta Institución, decirles que hay que respetarla, que hay que quererla, que hay que entregarse por entero a ella. Siempre la Universidad va a tener algo más que entregarnos a nosotros, por lo tanto siempre vamos a estar al debe, siempre vamos a ser nosotros los acreedores de la Universidad, y no la Universidad de nosotros. Es una Institución muy grande que es capaz de acoger a mucha gente en forma muy abierta, muy tolerante, y por lo tanto, aquellos que tengan la suerte de entrar a la Universidad, yo les diría que la respetaran y que la quisieran mucho".
Brillando en todas las disciplinas
Patricio Trujillo, funcionario a cargo del archivo musical de la Orquesta Sinfónica del Centro de Extensión Artístico de la Universidad de Chile, siente "increíble" que ya hayan pasado 40 años. "Yo entre el año '69 en la parte musical y hemos tenido la posibilidad de representar a la Universidad en todo Chile, prácticamente desde Arica a Tierra del Fuego, y también en el extranjero. Llevo 40 años sirviéndole", compartió.
"La gente, de repente, no capta que la Universidad es tan grande que integra todas las disciplinas, y que -en la parte mía, que es el área del arte- se ha llevado el nombre de la Universidad a todo el país y parte del mundo", destacó.
Una ceremonia que llena de orgullo
Alberto Campos, funcionario de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos, nunca imaginó que cumpliría tantos años trabajando en esta Institución. "Los sentimientos que me cruzan son gratos, pero también me siento nervioso. Son tantos años en la Universidad, he estado tantas veces aquí, pero nunca me había tocado estar sentado en un homenaje para mí. Este es un orgullo muy grande".
Un viaje al interior
Con una gran sonrisa, María Arancibia, funcionaria de la Dirección de Bienestar Estudiantil, recorrió su paso por distintas unidades de la Universidad de Chile. "No me dí cuenta cómo se cumplieron los 40 años. Partí en el Semda, luego en Deportes, ahora en Bienestar y puedo asegurar que se aprende mucho (...) fue un gran desafío y me di cuenta de que la Universidad era mucho más de lo que uno se imagina, que había más que aprender. Se conocen diferentes personas, académicos, de todos los personajes y uno aprende mucho de los demás".
El valor de la diversidad
José Solano Henríquez es funcionario del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias y se siente agradecido por haber tenido la oportunidad de ingresar a esta Casa de Estudios. En la ocasión destacó "haber trabajado con grandes personas y ser parte de la formación de mucha gente, pero todo eso se lo debemos a un maestro que es el maestro de maestros: el profesor Humberto Maturana, con el cual yo empecé trabajando en el año '80".
Asimismo puso el acento en las cualidades de esta Institución, donde la diversidad que existe en su interior calificó como "lo más importante".
Un reconocimiento a la labor de todos
La funcionaria administrativa de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Medicina, María Margarita Bahamondes, agradeció profundamente esta ceremonia, porque reconoce la labor de todos los integrantes de esta comunidad universitaria.
"Trabajar en la Universidad de Chile ha sido muy lindo, por lo menos en lo personal. Ello no quiere decir que no haya tenido cosas difíciles. Hay de todo, penas, alegrías, sinsabores, pero lo más importante es que después de hacer un balance, son más las cosas positivas que las negativas".
 |
 |