Dr. Rodolfo Armas: "La Universidad de Chile es insustituible"

Dr. Rodolfo Armas: "La Universidad de Chile es insustituible"
Doctor Rodolfo Armas Merino, Premio Nacional de Medicina 2010.
Doctor Rodolfo Armas Merino, Premio Nacional de Medicina 2010.
Jurado: Alfredo Velasco, Luis Martínez, Pablo Rodríguez, Andrés Heerlein, Alejandro Goic, Cecilia Sepúlveda y David Rojas.
Jurado: Alfredo Velasco, Luis Martínez, Pablo Rodríguez, Andrés Heerlein, Alejandro Goic, Cecilia Sepúlveda y David Rojas.

Medio siglo al servicio de la enseñanza tuvo un especial reconocimiento para el Dr. Rodolfo Armas, con el Premio Nacional de Medicina 2010. Se trata de la más alta distinción que se entrega en Chile en este campo, que destaca la trayectoria y la excelencia de este profesional comprometido con las futuras generaciones.

El galardón -que será otorgado oficialmente el próximo 12 de mayo- es para un especialista en Medicina Interna y Gastroenterología que ha sido pionero en investigaciones sobre porfiria y afecciones crónicas del hígado. También, para un autor de numerosas publicaciones y un protagonista en la fundación de una serie de entidades del área como: La Corporación Nacional de Especialidades Médicas (Conacem), la Asociación de Sociedades Médicas (Asocimed), y el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (Fonis).

El Rector Víctor Pérez Vera manifestó al Dr. Armas el orgullo de la Universidad de Chile "por este muy merecido reconocimiento".

Conocer la realidad in situ

"Creo que en Medicina, la Universidad de Chile y los planteles que se desprendieron de ella en regiones, tienen una relación con el Ministerio de Salud que es insustituible para la educación integral, en Pregrado y Postgrado, basada en el conocimiento de la realidad nacional. Eso se da en la Universidad de Chile, pero no en otras instituciones, específicamente privadas", acotó el Premio Nacional.

"El sentido de la Universidad del Estado -expresó en este sentido- es estar preocupada de los intereses de la mayoría de la gente. Por eso, la Universidad de Chile -reiteró- es insustituible". Y es que, desde su perspectiva, "la docencia en campus clínicos permite conocer el contexto nacional muchísimo mejor".

No obstante fue crítico a la hora de analizar el escenario actual que enfrenta su disciplina: "Con terremoto o sin terremoto el Ministerio de Salud -pese a sus esfuerzos- ha perdido un tanto el norte, debido a que se ha registrado una carencia de especialistas en muchos lugares. Es necesario que recurra con más fuerza al sistema universitario para responder de forma adecuada a las necesidades de la sociedad".

Recalcó, por tanto, que "hay escasez de especialistas y de fundamentos técnicos para dar cobertura a las demandas de las personas, las que tras el terremoto y maremoto seguramente van a ser muchas más".

Ello porque la catástrofe natural "dejó a la vista que hay áreas sumamente débiles en el sistema asistencial. Hay regiones muy carentes de médicos. Todo eso debería el Estado usarlo como un estímulo para que las Universidades formen a la gente que se requiere".

Pero no basta con una educación de excelencia, "es importante formar a los jóvenes con un marcado sentido social, en ambientes donde la realidad nacional sea la tónica. Con ello me refiero a no formar especialistas para que se vayan al área privada. Se debe educar con una consciencia social y la Universidad de Chile lo cumple en gran medida".

Compromiso público

"Llevo 50 años en este oficio -contó orgulloso- y sigo trabajando en la Universidad de Chile, contribuyendo a la formación de especialistas en un hospital que también es público, el San Juan de Dios".

En este sentido el Premio Nacional de Medicina sostuvo que la formación de médicos especialistas y "la orientación de la investigación, en gran medida están en el sello de las Universidades Estatales, pues son ellas las que deben resolver los problemas del Estado, los problemas de la Salud Pública".

Sobre la situación que enfrenta el Hospital Clínico de Universidad de Chile lamentó que se viera obligado a entrar, crecientemente, en un sistema de autofinanciamiento. En tanto, de su labor académica en el Hospital San Juan de Dios destacó que "cubre un vasto sector rural, porque llega gente de Isla de Maipo, Talagante, Peñaflor, Melipilla, de manera que sus médicos están en medio de una realidad social baja y castigada".

Investigación de primera línea

"Es interesante la proporción de investigaciones que se generan en la Universidad de Chile, comparada con el resto del sistema universitario. Actualmente, en el área médica, más o menos un tercio de lo que se investiga es en nuestra institución, lo que demuestra que la Universidad "juega un papel importantísimo en esta materia", enfatizó.

Por eso el Dr. Armas no dudó en recalcar que esta Casa de Estudios "cumple un papel crucial. Yo me formé aquí y tengo a estudiantes de especialidad. Uno se encuentra con que en ella está la diversidad de todos los sectores sociales y económicos, con gente de distintas regiones del país. No se ve una sectorización económica como ocurre en otros ambientes, y eso la Universidad de Chile no lo puede perder nunca".

Para el Doctor "tan importante como la educación formal es la que se capta al vivir en un medio determinado, diverso y representativo del país". Es decir, con toda la diversidad del país incorporada. En este sentido creo que la Universidad de Chile debe tener un paquete de becas muy grande, para que nadie quede fuera de ella por razones económicas".

El insuficiente financiamiento, aseguró, "se está pagando en la disminución del número de académicos y con profesores desincentivados. En Latinoamérica el ambiente universitario tiene que luchar por mantener un cuerpo docente estable, con los estímulos suficientes para no fugarse al área privada. Eso significa contar con un mayor presupuesto, que no puede salir de los estudiantes".

Un premio inesperado y merecido

"No sé qué criterios usó el jurado para darme el Premio Nacional, pero lo que sí sé es que llevo 50 años en la Medicina. No es corriente que la gente esté a estas alturas aún trabajando, y mucho menos frecuente en un hospital público en el que se hace docencia. Estoy muy agradecido", afirmó emocionado.

Una situación que explicó la Decana de Medicina, Dra. Cecilia Sepúlveda, al relevar los aportes del Premio Nacional. "Estamos felices, es tremendamente importante para nosotros porque esta Facultad -la primera del país- es la que ha formado a la mayor proporción de las generaciones de médicos que actualmente están en ejercicio. Este premio destaca la trayectoria y el aporte a la Medicina. El hecho de que uno de los nuestros haya logrado este reconocimiento habla de que esta unidad académica, a través del Dr. Armas, realmente está haciendo una contribución al desarrollo de la Medicina y por lo tanto aportando a la generación de una mejor salud para todos".

"Él se formó en la Universidad de Chile -añadió la Decana- y ha hecho especializaciones en el extranjero. Toda su vida profesional la ha desarrollado en esta Casa de Estudios como Profesor Titular, formando a muchas generaciones. Ha sido un gran docente tanto en el Pregrado como en el Postítulo. En su línea de investigación ha hecho contribuciones importantes sobre enfermedades hepáticas. Tiene capítulos de libros y cientos de publicaciones en revistas de gran prestigio nacional e internacional".

La autoridad valoró, además, que el galardonado se ha caracterizado por ser "un hombre preocupado por la calidad de la Medicina. Es así como aportó a la creación de la Conacem y del Fonis. Se trata de una persona muy completa... un referente para nuestros estudiantes".

Para conocer más detalles de la vida del Prof. Rodolfo Armas -como el legado de su padre e hijo ya fallecidos, su acercamiento a San Alberto Hurtado y sus vínculos con las víctimas de Derechos Humanos reconocidas en el Informe Rettig- lo invitamos a visitar la noticia: Doctor Rodolfo Armas Merino, Premio Nacional de Medicina.