Contexto

El uso persistente de energéticos fósiles en los últimos 150 años ha traído problemas.

Provocó un aumento de carbono en la biosfera que sobrepasó su capacidad máxima, aumentando la concentración de CO2 en la atmósfera en forma notoria. Gases como el CO2 o el vapor de agua, que son permeables a la radiación solar, no lo son a la radiaciones de onda larga que emite la tierra, por lo que hacen crecer la radiación neta del planeta provocando lo que se conoce hoy como efecto invernadero.

Una forma de remediar este problema y seguir utilizando compuestos orgánicos carbonados como fuente energética, es utilizar aquellos que formen parte de la biosfera, participen en el ciclo del carbono actual y tengan bajo tiempo de residencia en cada una de sus fases, como es el caso de la biomasa en sus diferentes formas, incluyendo la transformación de cultivos agrícolas y forestales como la Bioenergía y especialmente la Agroenergía.

En la biomasa, el carbono emitido a la atmósfera por combustión de los compuestos orgánicos ha sido previamente fijado por las plantas a través de la fotosíntesis, por lo que no hay un aumento neto del C atmosférico. Para bajar el nivel actual de CO2 de la atmósfera, por otra parte, se debe acelerar el almacenamiento de carbono en aquellos componentes del ciclo del carbono de la biosfera que tengan tiempo de residencia largo, como los océanos y el suelo.

Por otra parte, la agroenergía puede tener diversos impactos en la economía de un país. En primer lugar significa un cambio en la agricultura, de producción de alimentos a producción de alimentos y productos energéticos; el aumento en la demanda de los productos agrícolas debiera manifestarse en mejores precios y se generaría un aumento de la producción y de los residuos agrícolas asociados susceptibles de ser transformados en biocombustibles.

Biocombustibles una fuente de energía renovable.

El inminente término de las fuentes de hidrocarburos fósiles, el constante aumento del precio de los combustibles, y el cambio climático provocado por el uso de estos elementos, ha hecho aumentar el interés mundial por fuentes energéticas renovables, menos contaminantes y potencialmente neutras en cuanto a emisión de CO2. Entre las alternativas que reúnen tales características, la biomasa es una de las que tiene el mayor potencial para ser usada a gran escala en la producción de electricidad o mediante conversión, como biocarburantes líquidos y / o gaseosos destinados a sustituir el petróleo en los medios de transporte, industria y otros.

En Chile, país de gran dependencia externa de energía, el desarrollo de la bioenergía está aún a un nivel insipiente. Sin embargo, el potencial agrícola y forestal del país hace que esta fuente alternativa de energía esté llamada a contribuir significativamente, no sólo disminuyendo la dependencia energética, sino transformándose en una alternativa rentable para productores agrícolas y forestales.

Si la biomasa y los biocarburantes obtenidos de vegetales no se usaron en el desarrollo del transporte y la industria moderna en Chile, no se debió precisamente al desconocimiento de las cualidades de éstos, sino que en gran medida a que el costo de su obtención había sido hasta ahora siempre mayor al costo de los combustibles fósiles. Sin embargo, la realidad actual del crudo, su inminente agotamiento y el uso de técnicas agronómicas menos dependientes del petróleo y sus derivados, hace que el cultivo de especies con fines energéticos esté dando beneficios económicos y sociales a los países que, a partir de la primera crisis del petróleo en la década de 1970, tuvieron políticas de investigación y desarrollo en el campo de la bioenergía.

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