Los candidatos a la rectoría de la Universidad de Chile, Raúl Morales y Ennio Vivaldi, enfrentaron sus posturas en primer debate

Raúl Morales y Ennio Vivaldi enfrentaron sus posturas en primer debate
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María Eugenia Góngora, Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, moderó la conversación
María Eugenia Góngora, Decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, moderó la conversación
Profesor Raúl Morales
Profesor Raúl Morales
Profesor Ennio Vivaldi
Profesor Ennio Vivaldi
Profesor Leonidas Morales
Profesor Leonidas Morales
Profesora Claudia Lagos
Profesora Claudia Lagos
Profesora Luz Ángela Martínez
Profesora Luz Ángela Martínez
Profesor Ernesto Águila, Director del Departamento de Estudios Pedagógicos
Profesor Ernesto Águila, Director del Departamento de Estudios Pedagógicos

El próximo martes 27 de mayo es la segunda vuelta de la elección de rector de la Universidad de Chile. En este contexto, la Facultad de Filosofía y Humanidades organizó ayer un conversatorio con los profesores Morales y Vivaldi. En el encuentro, los académicos y autoridades convocados, más el público interesado, discutieron sobre temas cruciales para la universidad, como el histórico rol de la Universidad de Chile en la educación y la formación de profesores, temas que, entre otros, proyectan el futuro de la casa de estudios más importante del país.

En la primera vuelta el profesor Raúl Morales, de la Facultad de Ciencias, obtuvo el 32,35% de los votos, mientras que Ennio Vivaldi, ex vicedecano de la Facultad de Medicina, sumó el 31,40% de un total de 1. 981 sufragios de académicas y académicos de la Universidad de Chile. 

Presentación de las propuestas y orientaciones a sus eventuales rectorías

El profesor Morales, ex decano de la Facultad de Ciencias y senador universitario, comenzó su presentación marcando y aclarando sus raíces, sus filiaciones políticas y familiares, apuntando al carácter institucional de su candidatura. “Estoy por una universidad pública, nacional y estatal”, declaró.

“Nunca he tenido un abanderamiento político contingente que me haya apartado de la visión universitaria que he defendido. Aún cuando en mi fuero personal sí he tenido una postura política, también familiar, provengo de San Antonio, los Morales son conocidos allá como radicales y los Segura, mi apellido materno, reconocidos como comunistas”.

Destacó que si bien nunca mezcló la política de los partidos con la Universidad de Chile, sí destacó que como decano de Ciencias participó en el programa de ciencias de la actual presidenta Bachelet, junto a otros destacados científicos chilenos, tal como lo hizo con el proyecto del ex presidente Ricardo Lagos Ciencia 2000, el cual tenía como objetivo hacer ciencias al más alto nivel.

“La elección del rector es un tema institucional, no es un tema político. Y en ese contexto seguiré trabajando para que así sea. En donde puedan fluir todas las visiones que hacen rica a nuestra universidad”, expresó el profesor Morales, agregando que la Universidad de Chile necesita resolver temas importantes como la falta de equidad salarial y de género, la integración de campus que se encuentran disgregados y el reconocimiento del cuerpo académico. “Los edificios ayudan, pero quienes hacen la universidad somos nosotros, los académicos, con el apoyo invaluable de los funcionarios”, afirmó.

Por su parte, el académico Vivaldi se centró con mucha convicción en los problemas principales, que a su parecer, padece la universidad: falta de financiamiento y sentido de comunidad.

“Nuestra candidatura le ha significado a gran parte de los académicos, funcionarios y estudiantes un sentido genuino de alegría, algo que nos conmueve hoy día. En muchas facultades la alegría es de quién piensa que se vuelven a abrir grandes perspectivas para el reencuentro de la Universidad de Chile con lo que es su misión histórica, eje fundamental de nuestra candidatura, que por un obvio motivo político desde el 1973 a la época no se ha podido relacionar nuestra excelencia con el mundo real, con el Chile de hoy”, afirmó comenzando su exposición en el debate.

En el eje de financiamiento su análisis es categórico: los distintos espacios educativos de la universidad han sobrevivido sin esfuerzos a nivel central, haciendo que se desarrolle como un "archipiélago de centros de costos".

“La falta de financiamiento es claramente una consecuencia política en el que el país ha estado inmerso, es un conflicto con un tipo de ideología y de ver al quehacer universitario como un mercado y que en ninguna parte del mundo se ha dado”, afirmó.

Programa centrado en tres grandes líneas

Para Vivaldi los principales ejes de su programa son la universidad pública, su rol con el Estado y el cómo fortalecer el quehacer académico. Con respecto al primer punto,, sus esfuerzos estarán dedicados a recomponer un rol público que ha tenido que ser renunciado por su comunidad en las últimas décadas, fortaleciendo especialmente las “redes de comunicación”.

Por el fortalecimiento del rol académico, Vivaldi fue enfático en establecer la transformación de los parámetros desde la dictadura, cuando a la casa de estudios se le escinden sus sedes regionales, pedagogías y colegios asociados.

“Lo que ha pasado con la universidad es lo que la política chilena ha dejado de hacer con sus instituciones. Recordemos con una cierta turbación que hasta el año 1997 en que los estudiantes imponen un cambio de estatuto no se había cambiado el que dejó de herencia la dictadura y Pinochet. Claramente, las condiciones laborales de nuestros académicos es un tema obviamente central. En tiempos de la intervención esta universidad la subvencionábamos nosotros, el sueldo era un tercio de lo que nosotros recibíamos. Esa muestra de lealtad a la Universidad de Chile es lo que hace rica a nuestra institución”, dijo.

Por su parte, Morales presenta un programa basado principalmente en el fortalecimiento de las condiciones académicas y en el fortalecimiento de la institución para ser una agencia de movilidad social para el país.

“Tenemos que integrarnos en una nueva mirada que proyecte la universidad. La Chile dejó de ser la agencia de movilización de nuestro país. Yo soy de primera generación. De abuelos obreros, de padres empleados. Primer universitario a la Chile. Estudié gratis. La educación pública, la característica que debe tener es que tiene que ser gratis. Y el tema hoy no es educación pública y educación privada, el problema es entender que el debate es instituciones públicas de educación versus instituciones privadas de educación, porque son las instituciones públicas creadas por el estado a las que le asigna una misión, una visión valórica que tiene que responder a la importancia de los valores de la carta fundamental. Por eso también debemos tener una carta fundamental aprobada por todos los chilenos”, dijo.

También criticó la gestión del rector Pérez, afirmando que su segundo período que culmina con esta elección “lo reprobó”.

“El primer período del rector Pérez lo pasé con un 4 y el segundo lo reprobé. Y fui muy duro porque fue un rector que se da el lujo de negar un punto fundamental, el PDI (Proyecto de Desarrollo Institucional). Nos dio un bono que se da en navidad y en fiestas patrias. Los sueldos son de doce meses. Además, no es posible que en la Universidad de Chile las mujeres ganen entre un diez y un 40% menos que los hombres a igualdad de cargo y jerarquía”, puntualizó.

Sueldos y equidad

Para el ex decano de Ciencias, el tema de la equidad salarial al interior de la casa de estudios es una decisión política y criticó la arbietrariedad de la discreción de sueldos que se ha dado hasta el momento en distintas facultades.

“Tengo la voluntad política de transparencia. A contar del 2015, todos los presupuestos van a estar incorporados, incluso las fundaciones. Propongo establecer franjas salariales”, afirmó.

Además planteó la necesidad de reconocer la labor de los académicos, "que hoy en promedio en materia de sueldos ganamos menos del 25% del resto del CRUCH".

En este punto el vicedecano Vivaldi fue enfático en decir que no cree que a partir de la utilización de la marca de la casa de estudios, académicos o funcionarios generen salarios excesivos.

“Ahora, si alguien, algún académico hace negocio en la universidad, una venta de servicios, eso autoriza a cobrar una parte significativa de los ingresos que se reciben al iniciar actividades con el nombre de la universidad. Eso se da en todas las Universidades del mundo. Para combatir eso, hay que integrar con los fondos que tenemos a las distintas grandes y pequeñas Facultades, para que situaciones como estas puedan ser restringidas”, puntualizó.

Institucionalidad para las pedagogías

Otro tema que marcó la pauta del debate fue la posición de cada uno de los candidatos respecto a los proyectos de institucionalidad para las pedagogías que hoy compiten en la universidad.

La universidad actualmente desarrolla un proceso deliberativo enmarcado en comisiones de trabajo institucional, desde las cuales se han generado dos alternativas para la formación de profesores. Una dirigida a recrear el Instituto Pedagógico, a partir de la actual experiencia de formación de profesores de enseñanza media que desarrolla el Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP), y otra propuesta que considera la creación de una Facultad de Educación.

Ernesto Águila, director del DEP, consultó a ambos candidatos con antecedentes de la intención del saliente rector Víctor Pérez de dejar zanjada una discusión al respecto.

“El día martes 13 el rector presentó en el consejo académico la propuesta de un Instituto de Educación transitorio, a pesar de que existe un desacuerdo sobre el tema de la institucionalidad. Intenta amarrar antes de irse en torno a un tema que ha sido sensible, ante el cual se ha debatido y donde no se ha llegado a acuerdo”, dijo.

Ante la consulta, el candidato de Ciencias fue categórico. “En la administración pública, así como se amarra, así se desamarra. Vamos a proceder como corresponde. Estas amarras de último minuto quieren torcer el proceso en la gradualidad que representa. Creo que no corresponde. Más cuando están en juego políticas de largo plazo. Esto es para proyectar la universidad en el largo plazo”, afirmó Morales.

Ante la misma consulta, el candidato Vivaldi por su parte sigue la propuesta de aunar ambos proyectos.

“Me siento totalmente identificado con el sentimiento de esta Facultad, la de Filosofía y Humanidades, cuando se irrumpe en su conceptualización y desarrollo de las pedagogías un proyecto contrario. Para la gente que viene de las áreas industriales, de gestión, la educación es un tema más, para la gente de acá que ha hecho de la pedagogía su vida, es lo central. Por lo tanto, lo que resulta de este proceso muy mal llevado es que nos deja que no fue posible hacer un arreglo para la educación. Lo que quiero enfatizar es que la universidad tiene que aunar, que tiene que ver con su misión de universidad pública y lo importante que es eso para vertebrar a la República. Creo que hay que apuntar a un programa sinérgico, en el cual terminan sumándose la gente del CIAE”, afirmó.

El debate fue la primera experiencia pública que enfrentó a ambos competidores antes de la realización de una segunda vuelta. Un segundo debate se hará el martes en la Radio Universidad de Chile. Por el momento, una gran expectación cubre la carrera sobre quién será el que ocupará la máxima magistratura en la Casa de Bello.

 

Información de los programas de cada candidato en www.raulrector2014.cl y www.vivaldi-rector.cl