Daniela Contreras:

Trama y urdimbre del arte textil

Daniela Contreras: Trama y urdimbre del arte textil
"Optar por el Taller de Arte Textil en pregrado fue lo mejor que me podría haber pasado porque no sólo aprendí técnicas específicas, sino que además el rigor y la disciplina".
"Optar por el Taller de Arte Textil en pregrado fue lo mejor que me podría haber pasado porque no sólo aprendí técnicas específicas, sino que además el rigor y la disciplina".

Creció viendo a las mujeres de su familia tejer. Una práctica que heredó y que incluso la llevó a experimentar con la confección de ropa cuando aún estaba en el colegio. Su fijación por los materiales textiles se mantuvo con los años y se acentúo mientras cursaba la Etapa Básica en Artes Visuales, programa al que ingresó por su interés en la fotografía y en el que descubrió el arte textil.

“Optar por el Taller de Arte Textil en pregrado fue lo mejor que me podría haber pasado porque no sólo aprendí técnicas específicas, sino que además el rigor y la disciplina que se necesita para dedicarse al arte”, dice sobre ese espacio en el que aprendió a crear a partir de técnicas en papel, shibori y tejido a telar, entre otras, encontrando en la última de esas técnicas el lugar en el que se ha instalado como artista.

La historia de la tapicería europea y del tejido precolombino son algunos de los aspectos que le interesan del tejido a telar. “También la producción de imágenes hiperrealistas que de algún modo me permite retomar lo fotográfico a partir de materiales que siento más próximos. Es decir, descubro la técnica y la forma en que quiero representar una imagen, que no tiene que ver con pintura o fotografía, sino con una antigua tradición que está ligada a la reproducción de imágenes en Europa”, dice.

Daniela Contreras divide su tiempo entre las clases de tejido a telar que dicta junto a otras artistas en el MAPA, la ayudantía que realiza en el Departamento de Artes Visuales, la tienda de ropa Atelier 555 que tiene junto a dos amigas y la realización de la obra con que espera obtener su título de artista textil: un autorretrato en el que se la ve tejiendo en su telar y con el que busca relevar la técnica de la tapicería y la labor del artista textil.

“No hay registro de un autorretrato con materiales textiles en tapicería. El tejedor siempre está detrás, sin mostrarse, sin ser reconocido. Como suele suceder hasta ahora, no se le da importancia a un trabajo que es muy significativo para nuestro patrimonio cultural. Y eso, que también se aprende en el Taller, se relaciona con esa delgada línea que existe entre arte, diseño y artesanía”, añade.

Consciente de ello y del valor que se le suele asignar a disciplinas artísticas ligadas a oficios tradicionales, Daniela Contreras concluye: “Hay mucho desconocimiento. ¡Yo digo que estudié arte textil y la gente cree que hago ropa! La Facultad tiene que reconocer la importancia de talleres como el de Arte Textil, el de Orfebrería o el de Cerámica, y creo que instancias como éstas son fundamentales para seguir avanzando en el conocimiento del capital cultural que tiene el país”.