La negociación se arrastra desde 2010

El complejo panorama del Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio

El complejo panorama del Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio
Los países negociadores del TPP reiteraron su compromiso de obtener un tratado que "acreciente la competitividad" de las economías participantes promoviendo el emprendimiento y la innovación.
Los países negociadores del TPP reiteraron su compromiso de obtener un tratado que "acreciente la competitividad" de las economías participantes promoviendo el emprendimiento y la innovación.
El Decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Manuel Agosín, afirmó que  "los efectos del TPP serán pequeños en el corto plazo, quizás algo mayores en el largo plazo".
El Decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Manuel Agosín, afirmó que "los efectos del TPP serán pequeños en el corto plazo, quizás algo mayores en el largo plazo".

La reciente Cumbre de Líderes de la APEC en Beijing fue aprovechada por los 11 países participantes del Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio (TPP por sus iniciales en inglés) para reunirse y evaluar los avances respecto a la negociación de este ambicioso tratado. En la instancia reiteraron su compromiso de obtener un acuerdo que "acreciente la competitividad" de las economías participantes, promoviendo el emprendimiento, la innovación y la creación de empleos.

Además, la declaración que se emitió al cerrar el encuentro aseguró que las posiciones divergentes que existen en torno al texto de acuerdo se estarían estrechando "para alcanzar un texto ambicioso y balanceado que permitirá liberalizar los mercados entre nosotros", y que los beneficios del TPP servirán "para promover el desarrollo sustentable, para todos y de manera inclusiva, reconociendo la diversidad de nuestros niveles de desarrollo".

Esta positiva declaración, sin embargo, contrasta con algunos cuestionamientos que han realizado parlamentarios y agrupaciones civiles respecto a la falta de debate público sobre la instancia o acerca de los eventuales efectos negativos que tendría sobre la economía nacional y a la circulación comercial entre los países firmantes.

De esta manera, el 8 de diciembre del año 2013 un grupo de 15 senadores, 34 diputados, 3 diputados electos, y 4 Premios Nacionales publicaron una declaración pública pidiéndole al gobierno que detuviera la negociación del TPP y abriera un debate público con respecto a la materia. Esto ya que los firmantes cuestionaban el que el gobierno mantuviera bajo reserva los textos de la negociación del mencionado acuerdo.

Los orígenes del TPP, cuestionamientos y desafíos

El Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio tiene su origen en un TLC anterior firmado en 2005 entre Chile, Brunei, Nueva Zelanda y Singapur. El "Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica", también llamado "Acuerdo P4", buscaba eliminar el 90 por ciento de los aranceles entre los países miembros para el 1 de enero del 2006 y eliminarlos completamente antes del año 2015.

Aprovechando la "cláusula evolutiva" del acuerdo mencionado, en el año 2010 se incorporaron a la negociación Australia, Estados Unidos, Malasia, Perú y Vietnam, mientras que en 2012 lo hicieron Canadá y México y un año después Japón.

Las áreas que abarca el TPP son variadas, y van desde el acceso a mercados, reglas de origen y obstáculos técnicos al comercio, hasta las telecomunicaciones, la propiedad intelectual, medio ambiente y coherencia regulatoria, entre otras.

Según un documento publicado en la página web de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), la participación de Chile en la negociación "se enmarca en la creciente importancia que para nuestro comercio ha tenido la región del Asia Pacífico, que ha destacado por su dinamismo económico y su alto grado de apertura comercial".

Sin embargo, el secreto con el que se han realizado las negociaciones gatilló algunos cuestionamientos, como el realizado por los firmantes de la carta pública mencionada.

La Presidenta Michelle Bachelet incluyó en su programa de gobierno el compromiso de revisar las condiciones del tratado. Según el programa, el TPP podría transformarse "en una renegociación indirecta de nuestro Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., debilitando acuerdos ya establecidos en materia de propiedad intelectual, farmacéuticos, compras públicas, servicios e inversiones, o llevaría a la instalación de nuevas normas en el sector financiero".

A pesar de esa promesa, para el académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Rodrigo Cooper, no han existido avances respecto a la transparencia del proceso de negociación, y es negativo respecto a que eso cambie en el futuro próximo. En su opinión, "hay muchos trascendidos con respecto al TPP pero no hay nada concreto que alguien pueda leer" ya que "los países participantes se obligaron a la confidencialidad del mismo" hasta que no existan avances sustanciales.

Para el Profesor Cooper, "los TLC nos han ayudado mucho en materia de generación de empleo y desarrollo de la economía, pero nos han impuesto normas que los países desarrollados estiman convenientes para proteger a sus propios productores", por ejemplo, en materias referentes a nuevas tecnologías y propiedad intelectual. En esa línea, Chile debería continuar buscando un equilibrio entre la negociación con economías más desarrolladas pero velando por la producción nacional, ya que la legislación chilena "no protege las marcas comerciales nacionales".

Precisamente en materia de propiedad intelectual se han levantado críticas a la negociación. En una columna publicada en el sitio de la ONG Derechos Digitales el Abogado y Magíster en Derecho Público, Alberto Cerda, afirmó que el acuerdo levantaría "nuevas barreras que obstaculicen la circulación de bienes y servicios, dañando a los consumidores" al no adoptar el agotamiento de los derechos de propiedad intelectual y reforzar las medidas en frontera.

En la misma línea se pronunció en una columna publicada en el portal El Mostrador, el ex embajador de Chile en Brasil, Álvaro Díaz, en junio de 2012. En ese momento, el antiguo diplomático afirmó que de imponerse las propuestas de Estados Unidos en materia de propiedad intelectual se afectaría "seriamente a Chile en materia de dersarrollo, acceso a la salud y democratización del acceso al conocimiento, lo que significa nuevos obstáculos para un país más desarrollado y menos desigual".

Esto ya que las propuestas de Estados Unidos "incrementan significativamente la protección de las patentes, de los datos de prueba de productos farmacéuticos, así como de los derechos de autor en internet".

Sin embargo, el Decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Manuel Agosín, estima que la situación no es tan negativa. Desde su punto de vista, "el problema del TPP no es comercial, se trata de las limitaciones que se le impondrán a Chile para hacer uso de instrumentos como el encaje a las entradas de capital", limitaciones que ya están presentes en los TLC con Estados Unidos y Canadá, pero "que podrían ser aún más estrictas en el TPP".

Para el Profesor Agosín, "los efectos del TPP serán pequeños en el corto plazo, quizás algo mayores en el largo plazo" si el país es capaz de aprovecharlo. Esto ya que "las restricciones a las exportaciones están más bien por el lado de la oferta, vale decir, producimos pocas cosas que podemos vender competitivamente en el mercado mundial".