Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas

Universidad de Chile lidera el primer laboratorio natural del país

Universidad de Chile lidera el primer laboratorio natural del país
Profesor Sergio Lavandero, Director del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas.
Profesor Sergio Lavandero, Director del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas.
El estudio MAUCO que lleva adelante el ACCDiS evaluará y seguirá por diez años a diez mil adultos entre 38 y 74 años, residentes en la ciudad de Molina.
El estudio MAUCO que lleva adelante el ACCDiS evaluará y seguirá por diez años a diez mil adultos entre 38 y 74 años, residentes en la ciudad de Molina.

Llevan un año trabajando, pero recién el próximo martes 28 de abril será la inauguración oficial del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas. Seis investigadores principales, expertos en epidemiología, cáncer de vesícula, cáncer gástrico, investigación científica básica, nanobiomedicina, entre otras áreas, y una red de especialistas que alcanza casi los 200, son parte de esta iniciativa que se adjudicó en 2013 un Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias (Fondap) otorgado por la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICYT).

Actualmente el centro, alojado en la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de nuestra universidad, trabaja en una veintena de estudios vinculados a las enfermedades crónicas. El principal proyecto es el estudio poblacional de enfermedades crónicas Cohorte del Maule (MAUCO), donde construyen el primer “laboratorio natural” o biobanco de la historia de Chile para la investigación de enfermedades cardiovasculares y cáncer.

-¿Por qué deciden dedicarse al estudio de las enfermedades crónicas?

-Las enfermedades crónicas son llamadas las nuevas epidemias. Fundamentalmente son cuatro: las cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas. Antes los países pobres tenían un perfil de enfermedades distinto de los países ricos, entonces lo que se veía eran enfermedades infecciosas y desnutrición.

-¿Cuál es el panorama en Chile?

-Nosotros rápidamente empezamos a ser como los desarrollados. Lo que en otros países se ha demorado mucho, en Chile se ha demorado poco. Se ha precipitado todo esto aparejado de grandes cambios demográficos. Para 2025 se espera que la cantidad de gente joven sea más o menos igual a la gente vieja.

-Y esa gente que envejece, es la que más tiene este tipo de enfermedades…

-Claro. Es que antes en los países pobres la gente moría de enfermedades infecciosas a los 40 ó 50 años. Acá en Chile lo que empezó a ocurrir fue un descenso sostenido de la mortalidad y la fecundidad se ha reducido de cerca de 5 hijos por familia en 1960 a 1,89 en 2010. Estas enfermedades crónicas como cáncer, enfermedades cardiovasculares empiezan de los 50 para arriba, entonces, antes no alcanzaban a verse. Hoy tenemos un tremendo desafío: vivir más, pero vivir mejor.

-¿Y en ese desafío se inscribe este centro?

-Efectivamente. Queremos enfrentar estas enfermedades crónicas, entender por qué ocurren, tratar de prevenirlas y curarlas.

-¿Esas enfermedades estarían asociadas a hábitos?

-Existen factores de riesgo. Por ejemplo, el sedentarismo. En Chile la Encuesta Nacional de Salud muestra que de cada 100 Chile consume más sal de la que se debe según los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS); de 100 chilenos 98 no hace ninguna clase de ejercicio; de 100 chilenos 10 saben que son diabéticos, 30 son hipertensos.    

-¿Cuál es la importancia de conocer las causas por las que se producen estas enfermedades?

-Se van conociendo a través de estudios epidemiológicos, cuya gracia es que se empieza a estudiar antes que aparezcan las enfermedades. Entonces se van tomando fotos de distintos momentos en población sana, es como un censo, se les pesa, se les mide, se toman muestran de sangres y se guarda esa información. Cada dos o cinco años se vuelve a tomar la foto y simultáneamente tienes monitoreados los hospitales. Así que dices, ‘mira, llegó al hospital tal persona’, y se empieza a ver qué características tenía esa persona y se van asociando, determinando causas. Así por ejemplo, se ha descubierto que los hábitos alimenticios son muy importantes.

Biobanco en Maule

El desafío que concentra la mayor cantidad de recursos –humanos y económicos– de ACCDiS es el estudio MAUCO, que evaluará y seguirá por diez años a diez mil adultos entre 38 y 74 años, residentes en la ciudad de Molina, en la región del Maule. A través de este proyecto, se estudiará la historia natural de estas enfermedades  y sus factores de riesgo, proyectando poder incidir a largo plazo en la política pública de prevención y eventual cura de estas enfermedades. “Este es el primer estudio de este tipo que se ha hecho en Chile” afirma el Profesor Lavandero.

-¿Y por qué en el Maule?

-Porque Chile es el país en el mundo en que las mujeres tienen más cáncer de vesícula del mundo, y ¿Dónde se da este cáncer? En la zona del Maule principalmente. Y si no lo estudiamos nosotros ¿Quién lo va a hacer por nosotros?

-¿Tienen alguna hipótesis de por qué podría darse este cáncer ahí?

-Pueden ser desde factores genéticos hasta consumo de algunos alimentos que no se consumen en otros países, también por la presencia de algún elemento ambiental, que pueden ser pesticidas u otro tipo de metal.

-¿En este momento en qué etapa están?

-Ya empezamos el censo, llevamos cerca de tres mil personas. Tomamos muestras y creamos el primer biobanco en que guardamos información de las personas, sacamos sangre, recolectamos orina, muestras de las uñas, del pelo, incluso podemos recolectar muestras del ambiente.

-¿Cuál es el tiempo de duración del proyecto?

-El proyecto es por diez años pero según lo que el gobierno informó es que si nos va bien, no va a terminar, sobre todo porque lo importante es a largo plazo. Esta es como una posta de cuatro por cien. Nosotros estamos partiendo la primera carrera, que sería partir con esto, pero es un proyecto a largo plazo que requiere una mirada de Estado, no de gobiernos.

Alianzas e interdisciplina

La investigación básica, clínica y epidemiológica que persigue ACCDiS no es posible de realizar sin un equipo de diversa y alta especialización y de una sólida red colaboración. “Estos problemas son complejos, hoy en día tú requieres tener una multitud de enfoques  y profesiones”, advierte el director de ACCDiS haciendo alusión al equipo de investigadores de las dos más grandes universidades del país que trabaja en esta iniciativa y a los colaboradores nacionales y extranjeros que apoyan la investigación y que incluye a expertos de University of California Berkeley, Universidad Federal de Minas Gerais y Johns Hopkins School of Medicine, entre otros.

-¿En el Maule están asociados con las instituciones locales para llevar adelante MAUCO?

-Sí, estamos asociados con la municipalidad de Molina, está el Hospital de Molina, el Servicio de Salud del Maule que supervisa todo esto, y estamos asociados con la Universidad de Talca y la Universidad del Maule porque obviamente se requiere infraestructura, personal, y además de eso, nosotros hemos contratado gente que se ha ido a trabajar allá, por lo tanto tenemos toda una red de trabajo.

-Respecto a profesionales del área de la ciencias sociales en el proyecto ¿Hay planes de sumar a investigadores de dichas disciplinas?

-Estamos incorporando profesionales de las ciencias sociales en el proyecto y pensamos hacerlo cada vez más.

-Y además de Molina ¿Tienen otros proyectos?

-Sí, lo de Molina es uno de los 20 proyectos que tiene el centro, los otros son de investigación, cada uno tiene una serie de problemas que estudiar relacionados a las enfermedades crónicas: cáncer, cardiovascular, diabetes, y en el estudio del Maule nos juntamos todos para desarrollarlo. Por ahora MAUCO consume un 40 por ciento de los recursos.