La Prueba de Selección Universitaria (PSU) ha sido cuestionada por la opinión pública desde las grandes movilizaciones estudiantiles en 2011 y el gobierno de Michelle Bachelet todavía estudia su impacto, en el marco de los posibles cambios que configuren la reforma educacional.
Este año, cuando se pretende cambiar la estructura del sistema educacional, la prueba sigue ejecutándose y los docentes siguen siendo los responsables de sus resultados. Por esto las herramientas para abordarla se vuelven esenciales para profesores y profesoras de todas las áreas.
Los cursos e-learning del Programa de Educación Continua para el Magisterio (PEC) de la Universidad de Chile este año abordan la prueba PSU con un enfoque didáctico que deviene del compromiso con la excelencia de la Casa de Bello.
Según Viviana Stuardo, coordinadora del área e-learning, los cursos PSU se incluyeron en la nueva batería de cursos e-learning con un enfoque de apoyo al docente que hoy está en ejercicio.
“Mientras la PSU se aplique, el Programa de Educación Continua para el Magisterio de la Universidad de Chile debe entregar herramientas a los docentes para poder abordar esta temática en el aula, comprendiendo las teorías de medición que contempla la prueba, la lógica de construcción de ítems y cómo aplicar estas nociones”, explica.
Para Stuardo, si bien el PEC tiene una visión crítica respecto a diversos aspectos curriculares, su misión es apoyar al magisterio en su desarrollo profesional con la entrega de herramientas que faciliten su desempeño en el aula. “Consideramos que la PSU es una realidad a la que se enfrenta el docente y en este contexto debemos apoyarlo”.
La mirada de los tutores
Para Regina Varetto, profesora tutora del curso de “Herramientas para la preparación de PSU Lenguaje”, el vuelco que da el curso es la elaboración misma de preguntas tipo.
“La experiencia que yo tengo en la formación de profesores es que ellos no ven qué enfoque darle a la prueba PSU, ya que carecen de herramientas teóricas y discriminación de ejercicios. Esto sumado a la presión de los colegios por ‘preparar’ para la PSU es un escenario muy complejo para los docentes”, señala.
Para Varetto, la PSU es una prueba muy criticada, sin embargo como se estructura hoy, en casi un cien por ciento apunta la resolución de problemas de comprensión lectora. “Por lo tanto, independientemente de que como instrumento en sí esté en duda, hay que desarrollar esta capacidad en los estudiantes”.
En el lado de las matemáticas, Cristian Cerda, académico y tutor del curso “PSU Matemática: estructura y elaboración de ítemes”, afirma que las y los profesores de matemática debiesen tener los antecedentes que han impulsado los cambios curriculares, para ajustar en un plazo exiguo la planificación de la enseñanza, acorde al ajuste curricular, y favorecer de este modo, los aprendizajes que sus alumnos requieren para enfrentar este tipo de instrumento de medición masivo.
“La estrecha alineación entre el marco curricular (Contenidos Mínimos Obligatorios y Objetivos Fundamentales) que debiera ser enseñado por los docentes y aprendido por los alumnos, en el transcurso de los cuatro años de estudio de la educación media, otorgan una principal y decisiva importancia del rol docente en el aula”, afirma.
Para Cerda, es importante que la PSU siga en un proceso de mejora, a partir de las preguntas de pilotaje, la revisión en la asignación de puntajes, por citar algunos de los aspectos a perfeccionar. “No obstante, este instrumento por sí solo deja en evidencia año tras año, tal como lo hace un termómetro al medir la temperatura de un paciente, lo sintomático de los aprendizajes en virtud del acceso que se tuvo a éste”, concluye.
Ambos cursos, así como otras 21 propuestas pedagógicas en distintas áreas, siguen abiertos para el proceso de inscripción y matrículas hasta el próximo 18 de mayo.