Doctor Sergio Lavandero, director de ACCDiS

Enfermedades crónicas son la causa de más de la mitad de las muertes que se producen anualmente en Chile

Más de la mitad de las muertes en Chile es por enfermedades crónicas
El director del ACCDiS, Sergio Lavandero, explica cómo las enfermedades crónicas, principales causas de muerte en Chile, están siendo abordadas interdisciplinariamente por los integrantes del Centro.
El director del ACCDiS, Sergio Lavandero, explica cómo las enfermedades crónicas, principales causas de muerte en Chile, están siendo abordadas interdisciplinariamente por los integrantes del Centro.
El Centro se plantea como un espacio de formación para estudiantes de pregrado, magister, doctorado, post-doctorado y de especialidades médicas.
El Centro se plantea como un espacio de formación para estudiantes de pregrado, magister, doctorado, post-doctorado y de especialidades médicas.

En la década ´50 la expectativa de vida era cercana a los 56 años, mientras que hoy día ya bordea los 80 años. Este significativo cambio en la esperanza de vida se explica, entre otras causas, por la superación de la desnutrición infantil y disminución de las enfermedades infecciosas, señala el profesor Sergio Lavandero, director del ACCDiS, Centro de Excelencia FONDAP formado por académicos de nuestra Universidad y de la PUC.

¿Cuáles son hoy las principales causas de muerte de los chilenos? Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 26 por ciento de muere por cáncer, 27 por ciento por enfermedades cardiovasculares y 3 por ciento por diabetes, es decir, más de la mitad de nuestra población fallece por enfermedades crónicas.

El panorama se complejiza para la salud en Chile ya que las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) apuntan a que el año 2050, la cantidad de adultos mayores será superior a los menores de 15 años: 21,6 por ciento el primer grupo etario y un 16,6 por ciento los más jóvenes.

Este es uno de los problemas que aborda el ACCDiS desde su creación, gracias al trabajo de 220 personas. Desde una mirada interdisciplinaria, el tema de las enfermedades crónicas es investigado desde seis líneas de trabajo: metabolismo energético y patologías cardiovasculares, biomarcadores en insuficiencia cardiaca, biología celular tumoral e inflamación, biomarcadores para la detección temprana de tumores, historia natural del cáncer de vesícula y nanomedicina y nanoteranosis.

¿Cómo ha cambiado el tipo de problemas de salud por el cuál mueren las personas en Chile?

En los años ´50 acostumbrábamos a dividir el mundo en base al tipo de enfermedades entre países desarrollados y en vías de desarrollo. En los primeros, su población moría de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, mientras que en los segundos su población moría a causa de las enfermedades infecciosas. Sin embargo, la publicación de la OMS “Global Status Report on Noncommunicable Diseases 2010” describe un cambio global de proporciones en que las enfermedades crónicas son ahora la principal causa de morbi-mortalidad en casi todo el mundo. De ahí que casi todos los países han refocalizado sus políticas de salud, ocupándose de las enfermedades crónicas no transmisibles.

¿Por qué se le denomina “crónicas” a este tipo de enfermedades?

Son enfermedades de larga duración, lenta progresión y que, en general, se pueden compensar pero no curar; no se transmiten por vectores infecciosos, pero hoy se sabe que se transmiten de generación en generación al interior de una población, a través de mecanismos socioculturales y conductuales. Además, en su desarrollo participan componentes genéticos y del medio ambiente. El componente ambiental es crítico en el desarrollo de las enfermedades crónicas y puede expresarse en conductas de riesgo para la salud como fumar, consumir exceso de sal, alimentos ricos en grasas saturadas, sedentarismo, entre otras. Aunque se han identificado factores de riesgo bastantes generalizados en todo el mundo, también hay ciertas particularidades que cada sociedad debe identificar. Un buen ejemplo en nuestro país es la altísima prevalencia de cáncer de vesícula en las chilenas, enfermedad casi inexistente en otras latitudes como EE.UU. y Europa.

ACCDiS aspira a desarrollar estrategias de prevención que puedan alterar el curso natural de estas enfermedades, para lo cual lo primero es entender las causas genéticas y ambientales que llevan a su desarrollo y las particularidades que hacen que algunas de ellas sean tan prevalentes en Chile. Cuando dilucidamos las alteraciones moleculares implicadas en su desarrollo, es posible intervenir racionalmente sobre un individuo con un alto riesgo de desarrollar la enfermedad.

¿Cuán masivos son estos hábitos que potencian las posibilidades de desarrollar estas enfermedades?

La Encuesta Nacional de Salud del 2010 mostró que en nuestra población el 41 por ciento fuma, 39 por ciento tiene sobrepeso, 25 por ciento son obesos, 88 por ciento son sedentarios, 29 por ciento tienen presión arterial elevada y 99 por ciento consume más sal que la recomendada internacionalmente. Todas estas características explican que en muy pocas años hemos pasado de la desnutrición a la obesidad, cambio epidemiológico que ha tomado mucho más tiempo en otros países. Esto constituye un escenario ominoso del punto de vista de la mortalidad y morbilidad por enfermedades crónicas en las siguientes décadas, lo que enfatiza la urgencia de generar conocimiento que permita intervenir en el desarrollo y progresión de estas enfermedades.

¿Qué hicimos mal como país para llegar a este punto?

Primero, no anticipar ni planificar, lo que hoy en día significa que no educamos a nuestra población para prevenir su aparición, pero fundamentalmente hemos sido lentos y parciales en la implementación de políticas públicas de comprobada efectividad como en el resto del mundo. Un claro ejemplo es el nivel de retraso que tiene Chile en relación a la implementación del Convenio Marco de la OMS para el control del tabaquismo. Hoy somos el país más fumador de Latinoamérica y los campeones mundiales en consumo de tabaco en adolescentes, particularmente en las mujeres. Hay muchos otros ejemplos, como reducir la sal en los alimentos, mejorar el etiquetado nutricional y desarrollar conciencia y compromiso social de las empresas productoras de alimentos, o generar un ambiente que promueva la actividad física en la población. Hay países que partieron mucho antes. 

También es importante hacer una autocrítica, las universidades fallamos al no haber anticipado a tiempo lo que venía. Parte esencial de nuestra función es preocuparnos y proponer soluciones para los problemas que aquejan a Chile. Sin embargo, celebremos que hoy las dos principales universidades chilenas líderes en investigación junto al Programa FONDAP de CONICYT hemos establecido una alianza para establecer el primer centro de excelencia para el estudio de las enfermedades crónicas. Sólo el trabajo colaborativo en equipo puede abordar problemas tan complejos.

¿Cómo es que el ACCDIS aborda este problema tan masivo y complejo?

Tenemos un enfoque multidisciplinario para abordar el problema a distintos niveles: desde la sociedad, las personas, los órganos, las células y las moléculas, por lo tanto tenemos especialistas de la química, la biología, la medicina, las ciencias sociales y la epidemiología. Es una mezcla bastante amplia porque son problemas muy complejos que requieren integración. Por eso creamos el primer centro de excelencia destinado a identificar qué tienen en común todas estas enfermedades, cómo podemos prevenirlas y controlarlas y también difundir a la sociedad entera nuestros hallazgos.

Otra de las potencialidades y deberes del Centro ACCDIS es la formación de recursos humanos avanzados en relación a las enfermedades crónicas. Una gran cantidad de jóvenes investigadores se forman a nivel de pregrado, magister, doctorado, post-doctorado y de especialidades médicas.

¿Cómo se ha abordado en otros países?

Lo han abordado con un enfoque complementario entre estrategias de intervención a nivel poblacional e individual, para lo cual ha sido necesario un conocimiento acabado de la historia natural de las enfermedades crónicas y sus particularidades nacionales o regionales. Mucha de esta información se ha obtenido a partir de estudios epidemiológicos de cohorte. 

Uno de los proyectos más emblemáticos y transversales de nuestro Centro es el estudio MAUCO (Cohorte del Maule), que es el primer estudio longitudinal para enfermedades crónicas que se realiza en Chile, con cerca de 10 mil participantes. En él se estudia la historia natural de las enfermedades cardiovasculares y del cáncer en la comuna de Molina, a 200 km de Santiago. Su fase inicial durará 10 años, pero la idea es que prosiga en el tiempo.

¿Cómo ha avanzado ese estudio hasta el momento?

En este año y medio de trabajo ya se han enrolado cerca de 3,000 habitantes de Molina al estudio, el que ha sido aprobado por los Comités de Etica correspondientes y los participantes realizan el proceso de consentimiento informado, posterior a lo cual se les aplican encuestas para obtener información sociodemográfica, antecedentes de salud y de uso de medicamentos; se le realizan mediciones antropometricas y una variedad de tests físicos y cognitivos, además de la recolección de muestras biológicas. Con toda esta información se generan los bancos de datos y de muestras biológicas. Cada 2 años aproximadamente se vuelve a evaluar a los participantes y durante todo el seguimiento del estudio se monitorea si algunos de los participantes desarrolla algún evento de salud. Para lograr una adecuada vigilancia de los eventos de salud se cuenta con la participación de los Hospitales de Molina, Curicó y Talca. Pronto tendremos los primeros datos y sabremos el comportamiento de los factores de riesgo en esta cohorte.Tenemos confianza en que el trabajo detectivesco de este equipo científico permitirá descubrir las claves y secretos que esconden las enfermedades crónicas en Chile.

Es un gran paso saber más sobre estas enfermedades, pero ¿cómo ese saber más se traduce en cambios?

Así como hoy día Chile está en un proceso de cambio, tenemos que tomar conciencia que el abordaje de las enfermedades crónicas es muy complejo, donde existen múltiples aristas desde biológicas, médicas pero también sociales, culturales y ambientales. Nuestro Centro aspira a aportar nuevos conocimientos en todos los niveles que afectan el desarrollo y progresión de las enfermedades crónicas para así colaborar en la elaboración de políticas públicas que sean atingentes a la realidad y necesidades de los chilenos.