El proceso de creación, la relación de la academia con su entorno, la influencia del contexto en los métodos de enseñanza artística y los conflictos de la técnica frente al desarrollo de nuevas tecnologías, fueron parte de los ejes que se abordaron durante el Conversatorio y Debate “El rol de la Universidad y el galerismo público en el arte chileno”, realizado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), el miércoles 25 de noviembre en la Sala Domeyko de la Casa Central de la Universidad de Chile.
La actividad, enmarcada en el trabajo realizado con el Consejo de la Cultura y un convenio con la Galería Gabriela Mistral, contó con la participación del reconocido pintor chileno, Eduardo Bonati y el Premio Nacional de Artes Visuales 2003, Gonzalo Díaz; además del Director del Departamento de Teoría de las Artes, Federico Galende, quien fue el moderador durante el conversatorio y la Directora de Investigación de la VID, Silvia Núñez.
Para el Director de Creación Artística de la VID, Fernando Gaspar, “la valoración del arte nacional ha ido mejorando, pues se ha entendido el rol del Estado en este contexto y el quehacer de las instituciones ha permitido fortalecerlo dentro de la sociedad. Asimismo, el rol de la universidad es clave pues permite contribuir en la comprensión y el impacto de este escenario para la educación y la convivencia ciudadana”.
En tanto, el artista y Académico de la Facultad de Artes, Gonzalo Díaz, manifestó que “la universidad es científica y como artistas siempre estamos mal ubicados en este ámbito, porque tenemos que comportarnos de acuerdo a criterios que no se relacionan a nuestros pensamientos y condiciones de producción. Sin embargo, se ha hecho un camino para entender esta diversidad y con la presencia de la Dirección de Creación Artística, que antes no existía, se visibiliza una respuesta institucional muy positiva”
Finalmente, el pintor Martínez Bonati, concluyó que “aún faltan espacios para comentar sobre arte y creación en el país, pues no hay interés en lo que hacemos como artistas, ni tampoco hemos sabido incentivarlo. Chile es cansino e indiferente, por lo que es necesario incorporar a críticos que hagan pedazos las exposiciones para potenciar la discusión. El alboroto siempre atrae a la curiosidad”.