Encuesta debe ser respondida por 70 por ciento de académicos y funcionarios

Universidad de Chile convoca a integrantes de su comunidad a participar de un verdadero "plebiscito" psicosocial

U. de Chile convoca a participar de un "plebiscito" psicosocial
En sesión de trabajo del 30 de marzo, miembros de las comisiones de trabajo locales y de nivel central; junto a Myriam Barahona, presidenta de la FENAFUCH, resuelven interrogantes sobre el proceso
En sesión de trabajo del 30 de marzo, miembros de las comisiones de trabajo locales y de nivel central; junto a Myriam Barahona, presidenta de la FENAFUCH, resuelven interrogantes sobre el proceso
Elba Rivera, directora de Recursos Humanos de la Universidad de Chile
Elba Rivera, directora de Recursos Humanos de la Universidad de Chile
Comisión central
Comisión central

La Universidad de Chile, al igual que todas las empresas e instituciones nacionales, está obligada por ley desde septiembre de 2015 a implementar la Encuesta Nacional sobre Riesgos Psicosociales, que se aplica por primera vez este 2016. Ésta deberá ser una tarea permanente de la institución, y el trabajo en pos de su realización lleva un buen trecho avanzado.

El cuestionario de 20 preguntas, y que toma cinco minutos contestar, fue creado en España, pero adecuado a la realidad chilena por expertos nacionales, con participación de especialistas de la Escuela de Salud Pública de nuestra institución. El instrumento medirá aquellas situaciones y condiciones del trabajo que tienen la capacidad de afectar en forma negativa, el bienestar y la salud -física, psíquica o social- de las personas; en este caso de la comunidad universitaria.

Los resultados, que abarcan cinco dimensiones Exigencias psicológicas en el trabajo, Trabajo activo y desarrollo de habilidades, Apoyo social en la empresa y calidad de liderazgo, Compensaciones y estima, Doble presencia, se transforman en una línea base que es analizada por un comité de expertos que entrega recomendaciones que deben ser implementadas por la institución a partir de dichos datos.

“Esto sin duda es histórico”, señala Elba Rivera, directora de Recursos Humanos de la Universidad, quien, más entusiasmada que asustada, agrega que es una gran oportunidad para la institución; “si uno tiene interés de ocuparse por mejorar la calidad de vida las personas en la universidad, es la oportunidad para hacerlo”, enfatiza la directora, quien preside esta comisión donde también están Kenny Henry, experto en Prevención de Riesgo de la Dirección de Servicios e Infraestructura (DSI), Scarlett Mac-Ginty, jefa de Gabinete y representante de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, y Ricardo Prieto, representante del Hospital Clínico de la U. de Chile (HCUCh). Como asesor, participa igualmente Andrés Bassi, personero de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).

El proceso no se ejecuta sólo desde nivel central sino que lo sostiene casi un centenar de funcionarios y académicos que son parte de las comisiones locales que deberán lograr que los más de 18 mil académicos y funcionarios de la Universidad de Chile se sientan convocados a participar; equipo que se ha reunido en forma periódica y cuya última sesión se realizó el pasado 30 de marzo, con la presencia en dicha cita de Myriam Barahona, presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Funcionarios de la Universidad de Chile, Fenafuch; quien también se informó y consultó respecto de las características de la iniciativa y sus potencialidades.

¿Por qué se debiera completar la encuesta?, le consultamos a los miembros de esta comisión central.

“Coloquialmente -indica Rivera- nos referimos a la encuesta como un ‘plebiscito en el ámbito de los recursos humanos’, tanto por el importante número de personas que participará, como lo vinculante de sus resultados”. Además, destaca que “se trata de un proceso completamente confidencial, igualitario, que incluye a toda la comunidad incluido las personas que tienen honorarios”.

Para Ricardo Prieto, representante del HCUCh, es muy relevante “la preocupación por la salud mental y general de las personas. Busca prevenir y luego actuar correctivamente acerca de los factores de riesgo detectados”, pero enfatiza que “lo más importante es que es un proceso continuo”, dando cuenta de que es un compromiso que la institución asume respecto de los resultados. “Nos tenemos que hacer cargo de los factores de riesgo y eso es muy interesante por los trabajadores y para todas las personas”, agregó Prieto.

Sobre la relevancia de los resultados, Andrés Bassi, Jefe de Proyecto de la ACHS y asesor de la comisión central, recuerda que las recomendaciones se transformarán en cambios organizacionales tales como “mejorar el clima, mejorar estilos de liderazgos, preocuparse por las mujeres trabajadora, por las familias; un montón de cosas que pudieran surgir a partir de la encuesta”; señala.

La necesidad de aplicar la encuesta y las recomendaciones que van asociadas, nacen como una respuesta de las instituciones que velan por la salud de los trabajadores indica Kenny Henry, experto en Prevención de Riesgo de la DSI, respecto del “incremento de las enfermedades a nivel nacional. Por eso nace el protocolo. Pero no se trata de una mirada a cada uno de los trabajadores; sino que es una mirada general de toda la organización en pos de analizar el clima laboral actual, para tomar medidas que busquen cambiar la cultura de la organización. No el caso a caso”, destaca.

¿Cómo se aplicará?

Existen dos momentos, aclaran los miembros de la comisión. Una primera etapa de ejecución de la encuesta –entre el 25 y 29 de abril próximo- que contempla a Servicios Centrales (incluida Casa Central), una unidad del Hospital Clínico, una Unidad de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (ambas por definir con exactitud) y a la Facultad de Ciencias Sociales. En esta etapa participan todas las personas con nombramiento de Planta, Contrata y Honorarios de dichas unidades. Y un segundo momento, entre el 16 y 27 de mayo, donde todo el resto de la Universidad está invitado a participar.

Confidencialidad absoluta

Los días reseñados, se dispondrá de espacios específicos con computadores donde las personas pondrán contestar la encuesta. El proceso no toma más de 5 minutos, pero debe realizarse sin interrupción. Existirá una lista donde la persona deberá registrarse para llevar un conteo de las encuestas contestadas. El análisis de los resultados es computarizado y externo; los resultados serán públicos.

Para lograr la validación del instrumento, éste debe ser contestado por el 70 por ciento del universo, que en la universidad equivale a más de 13 mil personas.