Alejandra Araya, directora del Archivo Central Andrés Bello:

"El Archivo está consolidando su instalación en la escena pública y en la memoria de la comunidad"

"El Archivo está consolidando su instalación en la escena pública"
El 10 de agosto de 1994 la Biblioteca Central pasó a ser el Archivo Central Andrés Bello.
El 10 de agosto de 1994 la Biblioteca Central pasó a ser el Archivo Central Andrés Bello.
"La incorporación del Archivo al ámbito de la extensión desde el año 2010 fue un paso muy importante en ese proceso de apertura", señaló la directora del Archivo Central.
"La incorporación del Archivo al ámbito de la extensión desde el año 2010 fue un paso muy importante en ese proceso de apertura", señaló la directora del Archivo Central.
El Rector Vivaldi junto a la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran, y la directora del Archivo Central en la inauguración de la Sala Museo Gabriela Mistral.
El Rector Vivaldi junto a la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran, y la directora del Archivo Central en la inauguración de la Sala Museo Gabriela Mistral.
A la fecha hay más de 9 mil títulos digitalizados disponibles para el público, cifra que espera crecer este año con la digitalización de la Colección Americana.
A la fecha hay más de 9 mil títulos digitalizados disponibles para el público, cifra que espera crecer este año con la digitalización de la Colección Americana.
Las donaciones han sido parte de la historia de fragmentos que han confluido en el Archivo Central, entre ellas, las Caracolas y la biblioteca personal de Pablo Neruda.
Las donaciones han sido parte de la historia de fragmentos que han confluido en el Archivo Central, entre ellas, las Caracolas y la biblioteca personal de Pablo Neruda.
La profesionalización, la digitalización y el aporte a los debates público son algunas de las líneas del proyecto del Archivo Central Andrés Bello, de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones.

Desde sus inicios como Biblioteca Central, el torreón suroriente de la Casa Central ha resguardado libros, manuscritos, partituras, grabados y muchas piezas más que son parte crucial de la historia de Chile.

Con más 152 mil ítems, este lugar estuvo a cargo del bibliófilo Alamiro de Ávila Martell por un cuarto de siglo, hasta su muerte en 1990. Fue el 10 de agosto de 1994 cuando el lugar pasó a constituirse en el Archivo Central Andrés Bello. Desde ahí, su trayectoria ha evolucionado con distintos énfasis y respondiendo a diversas necesidades, en una trayectoria marcada por la creciente idea de abrir el Archivo a la comunidad universitaria y nacional a partir de acciones como su inclusión en la ruta del Día del Patrimonio, la digitalización de textos y más recientemente, la apertura de la Sala Museo Gabriela Mistral.

Entre sus directores han estado el Premio Nacional Humberto Giannini, el poeta Darío Oses, el académico Manuel Dannemann y la Premio Nacional Sonia Montecino. Actualmente es la académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Alejandra Araya, quien encabeza el equipo de Arturo Prat 23.

Constituido por fragmentos que devienen de donaciones como la del poeta Pablo Neruda y de rescates de libros como los de la demolición de la biblioteca del Instituto Nacional y de la Universidad de Chile en 1929, actualmente el Archivo posee más claridad respecto acervo que posee y que hoy quiere difundir, además de poner en valor, como lo ha hecho hasta ahora a partir de acciones como la declaratoria de Monumento Histórico de la Colección Neruda, Americana y Manuscritos.

Como plantea Araya, hoy el Archivo se encuentra “en la consolidación de su instalación en la escena pública y en la memoria de la comunidad universitaria”, a partir de las líneas de trabajo de un plan de desarrollo marcado por “la profesionalización, la digitalización y el aporte a los debates públicos”.

¿Cómo se ha dado este proceso de apertura desde que este lugar era bastante hermético para la comunidad y la sociedad en general?

La incorporación del Archivo al ámbito de la extensión desde el año 2010 fue un paso muy importante en ese proceso de apertura porque se integra el Archivo a una función y a un vínculo con la comunidad que si bien estaba declarado en su decreto de fundación, no se había podido realizar de manera sistemática ni efectiva ni institucional.

Al estar incorporados a la función de la extensión y de la vinculación con el medio en la Universidad, hemos tenido los apoyos necesarios para mostrar todo lo que el archivo tiene que mostrar desde que empezó su proceso de profesionalización.

Ya el archivo está instalado, la gente lo conoce, la comunidad universitaria lo tiene dentro de sus repertorios de instituciones relevantes de la U. de Chile, ya lo localiza de manera más clara en la Casa Central y también lo sitúa como parte de las instituciones que realizan extensión al interior de la U. Ahora tenemos que pensar de mejor modo el tema de las audiencias y los públicos, o sea, a quién queremos llegar ahora como Archivo. Ese es uno de los desafíos que vienen a futuro. 

Sobre la profesionalización, ¿hacia dónde mira este eje del proyecto del Archivo?

Eso tiene dos líneas. Uno, la consolidación de un trabajo de profesionales que tienen las competencias y la experiencia para hacerse cargo del archivo en una gestión moderna. O sea, tenemos archivero, profesionales de la digitalización que tienen expertices en el ámbito de las artes visuales, de la gráfica y la conservación. Un segundo elemento ha sido poner hacia un afuera una metodología de trabajo de la puesta en valor del patrimonio y ofrecer soluciones a algunos problemas que plantean algunos actores de la Universidad e instituciones públicas como el Liceo Manuel de Salas con un proyecto de puesta en valor de su propia memoria y la Biblioteca del Congreso.

¿Qué rol juegan las pasantías de estudiantes en el Archivo Central?

Son una experiencia formativa importante. Ojalá puedan institucionalizarse de mejor modo ya que se pueden transformar en una ventana a instituciones y a temas que posiblemente los estudiantes no tienen en el currículum formal de su formación. Acá se rescata el aprender haciendo y los estudiantes ven a profesionales en acción. También ha sido una especie de semillero de gente que ha continuado sus estudios de postítulo y de postgrado en las áreas y que tiene interés de seguir aportando a lo público a partir de lo que aquí vió.

Cuando vemos la historia del Archivo vemos que ésta se ha constituido literalmente por fragmentos, ¿en qué situación está este trabajo de hilvanar las piezas de su trayectoria y a qué desafíos mira hoy?

Está mucho más claro porque hemos avanzado mucho en la investigación de las colecciones, sabemos cómo llegaron, por qué llegaron y en entender cuál es su riqueza. Este proceso lo vamos a proyectar en el nuevo sitio web que va a estar a fines de agosto y que va a potenciar la apertura del archivo. Esta es una manera de mostrar la riqueza que tiene la U. de Chile, pero también mostrar por qué lo tenemos. No lo tenemos simplemente porque una biblioteca guarda libros; el lugar que ha tenido la U. de Chile en la historia del país explica por qué tenemos los materiales que tenemos, que son textos y objetos fundamentales de una historia.

Esto tiene que ver también con la configuración de un discurso mucho más potente respecto de la relación entre la U. de Chile y el campo cultural del país, cómo nos vinculamos en nuestra historia, por ejemplo, con los grandes proyectos de conformación de la educación pública. Eso se puede ver a partir de las colecciones de lo que fue la antigua Biblioteca Central de la U. de Chile que están aquí; y en las donaciones, porque la gente tiene interés todavía en donar a la U. de Chile, como el propio Neruda que dejó esta pertenencia tan querida, una biblioteca personal a la Universidad.

Además de la página web, tenemos como proyecto la consolidación de una línea editorial. Otro eje es avanzar en digitalizaciones, en poner cada vez más ítems disponibles en los sistemas digitales. Ya llevamos más de 9 mil materiales en línea de todo tipo. Esperamos tener a finales de año la Colección Americana de libros antiguos también en línea. Todo eso va a estar en la página que es una vía expedita de acceso a materiales en buena calidad y descargables gratuitamente, que es la política de la Universidad.