El pasado lunes 22 de agosto se llevó a cabo la noche inaugural del Festival de Directores Emergentes, en la Casa de la Ciudadanía Montecarmelo. En la ocasión, se rindió homenaje a la actriz egresada del Departamento de Teatro de la Universidad de Chile, Diana Sanz. En el encuentro de este año, que celebra su decimoquinta versión, siete directores serán parte de la programación presentando sus obras hasta el 31 de agosto.
“Cumplimos quince años y estamos muy contentos porque hemos sacado adelante esta iniciativa, que creemos es fundamental. Desde su creación este encuentro ha sido una vitrina para obras que desentrañan nuevos lenguajes teatrales”, dijo en la ocasión Marco Espinoza, coordinador del Magíster en Artes con mención en Dirección Teatral, unidad que coordina el encuentro. A su vez, Espinoza hizo hincapié en la importancia de sacar el teatro de las aulas y las universidades, acercándolo a la comunidad, motivo por el cual el Festival se lleva a cabo en la Casa de la Ciudadanía Montecarmelo, por tercer año consecutivo. “Estamos muy contentos de acoger el Festival, para nosotros es muy relevante fomentar la creación de nuevas obras y propuestas”, afirmó al respecto Ana María Valdivia, directora del espacio.
Por su parte Igor Pacheco, director del Departamento de Teatro, Detuch, enfatizó en la relación entre unidades y los beneficios que esto conlleva. “Este evento se ha convertido en un crisol de talento de directores teatrales y otras disciplinas, como el diseño y la actuación. Además, la vinculación entre el Magíster en Dirección Teatral y el Detuch da optimismo en el diálogo con la comunidad, generando aliados en el campo de la creación artística”, comentó el director.
En su versión 2016, el Festival de Directores Emergentes está dedicado a la actriz Diana Sanz, egresada del Detuch. Como es tradición, se exhibió un video donde diversas figuras, entre ellas Guillermo Ganga, diseñador teatral; Luis Ureta, director; Millaray Lobos, actriz; Alexis Moreno, director y dramaturgo; y Horacio Pérez, coordinador de la Unidad de Extensión del Departamento de Teatro; recordaron diferentes instancias de trabajo con Sanz.
Por su parte Diana Sanz dijo sentirse muy halagada y en su característico sentido del humor dio un breve discurso, donde entregó consejos a nuevos directores y recordó anécdotas en su trayectoria. “Quiero pedirle a los directores que se preocupen de la voz. Les recomiendo que se sienten en las últimas filas de la platea para que escuchen. Ahora los actores se tragan la última sílaba de cada palabra”, comentó con ironía la actriz.
Luego compartió dos historias ocurridas a lo largo de su carrera. En una de las funciones de Romeo y Julieta, estrenada en el Teatro Nacional Chileno en 1964, empezó a temblar. Según contó la actriz, el público comenzó a irse. “Quedó el desbande, estábamos con Jorge Lillo y María Teresa Fricke en escena. Nos quedamos como estatuas, no nos fuimos: uno no puede abandonar su trabajo”, recordó entre risas Sanz. Luego de haber terminado el temblor, la gente entró de nuevo, “y Jorge me gritó sigue, yo no reaccioné. Me grito más fuerte y seguí. Finalmente pudimos retomar la función”, contó.
La segunda anécdota tuvo lugar en el marco de una de las versiones del Festival Santiago a Mil, en una función de La Remolienda en la Plaza de la Constitución. “Al fondo un grupo de personas comenzó a protestar, nunca entendimos bien por qué. De a poco se acercaron al escenario y empezaron a tirar huevos. Nosotros teníamos que ir esquivándolos, nadie se atrevía a pararlos. Sin embargo, al cabo de un tiempo se fueron y pudimos terminar la obra”, contó Sanz.
La actriz además será jurado del encuentro, cuyas funciones parten el miércoles 24 de agosto y se extienden hasta el 31 del mismo mes. La programación completa de las siete obras en competencia está disponible acá.