"Evidentemente es una inyección que moviliza y que abre la reflexión. Creo que estas actividades le hacen muy bien tanto a profesores, como a estudiantes. En el Departamento tenemos motivaciones y ganas de que podamos tener estos encuentros más seguido, así que estamos muy contentos", manifestó la Coordinadora de Extensión Docente y académica del Depto. de Danza, Nuri Gutés, al ser consultada por la visita de la bailarina y filósofa Marie Bardet.
Durante la actividad, organizada junto a Proyecto Revuelo y financiada con aportes del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Bardet expuso los principales aspectos en común entre filosofía y danza, dos disciplinas que -aunque parecen estar alejadas- comparten preguntas y problemas que la propia Doctora en Filosofía (Universidad de Paris 8) y Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires) comenta en la siguiente entrevista.
¿Por qué decides entrelazar filosofía y danza en tus investigaciones?
- No sé si decidí vincularlos, o se dio porque al mismo tiempo que estudiaba filosofía, retomé una práctica en danza. Cuando me tocó escribir la tesis de maestría, me di cuenta de que cierta cantidad de preguntas que había tenido en mi práctica de improvisación (en danza) podían tener una forma dentro de la escritura filosófica. No se trata de aplicar una cosa a la otra. Se trata más bien de identificar problemáticas que, aunque no son las mismas sí, se resuelven cuando entran en diálogo: la pregunta por el tiempo, por el presente -que todo el tiempo me hacía en la práctica de la improvisación- tiene una manera de resolverse en la filosofía Bergson que me interesaba hacer cohabitar.
¿Cuál es el papel que ocupa tu propia experiencia como bailarina al momento de realizar investigación?
- Siempre es problemático. Hay veces en que (mi experiencia) está más presente que otras (…) Haciendo cohabitar las dos prácticas (filosofía y danza), surge una serie de preguntas o desplazamientos sobre la relación entre teoría y práctica. Remitir la teoría a su vertiente práctica, al cómo se hace, cómo tomamos la palabra, cómo escribimos, cómo incluimos cierta relación concreta con el mundo dentro de la filosofía me parece mucho más interesante que tomar mi experiencia como una especie de objeto de estudio.
¿Cuáles fueron los principales puntos abordados durante la charla?
- Partí de las ganas de compartir -más que unas idea- un proyecto que moviliza preguntas e ideas. El proyecto se llama "Alrededor de la mesa", viene del campo coreográfico, y está a cargo de los coreógrafos franceses Loic Touzé, Anne Kerzerhoy del colectivo Compost. Lo que este proyecto propone es poner a circular los conocimientos y saberes corporales de habitantes de una ciudad que no son bailarines, por medio de la elaboración de un relato -a través de entrevistas- y de una presentación donde el público se sienta alrededor de la mesa a escuchar esos relatos.
"Por un lado, tenía ganas de compartir esto como un proceso de investigación artístico y desde ahí ver cómo se podían abrir problemáticas que podíamos pensar como una investigación -en mi caso, más filosófica o académica- en torno a varios puntos. Entre ellos, la relación entre palabra y gesto, que habita y que se inventa dentro de la danza. Están también las mezclas entre las maneras de ver, sentir y hacer, que me parecen articulaciones propias de la inventiva, de prácticas de danza, de investigaciones en danza o de prácticas pedagógicas en danza. Entonces, la idea era resaltar esto y dar las herramientas para que después cada persona pudiera pensar sus maneras de hacer."
¿Qué te parece haber tenido la oportunidad de exponer ante estudiantes y profesores de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile?
- Que participen en la conversación profesores y estudiantes juntos es una de las cosa que rescato, porque siempre cuando alguien viene de afuera pone a circular y a pensar los modos de hacer de una institución. Entonces, si eso se puede hacer con distintos estamentos al mismo tiempo, me parece sumamente interesante.