Quien fuera nombrada Rectora de la Universidad de Aysén y posteriormente removida de su cargo en una decisión calificada por la Corte Suprema como "arbitraria e ilegal", asistió a la plenaria del Senado Universitario, invitada por el órgano normativo. En la plenaria del 29 de junio de 2017, la Profesora Roxana Pey Tumanoff se refirió a los proyectos de ley de Reforma a Educación Superior y de Universidades Estatales propuestos por el ejecutivo, que en su opinión ameritan una "oposición férrea y decidida". "Pienso que es un momento muy grave", expresó.
"Hubiéramos esperado que en este gobierno el avance hubiera sido justamente en el sentido de profundizar la democracia de las Universidades Estatales y fortalecer la educación pública, y no todo lo contrario", dijo. En esa línea, la académica argumentó que la ley de Reforma a la Educación Superior es "una trampa", pues "consolida la mercantilización de la educación superior".
"Es una ley que, en vez de garantizar la gratuidad y avanzar hacia la gratuidad, lo que hace es prohibirla", debido al artículo transitorio que estipula "que se puede dar gratuidad solamente cuando el Fisco llegue a recaudar el 29,5% del PIB", sostuvo. "Y todos sabemos que estamos muy lejos de eso".
"Al prohibir la gratuidad va a seguir existiendo la brecha de estudiantes que requieren un apoyo de otro tipo, y ese apoyo de otro tipo es un voucher, es una beca o un crédito". "Ese es el corazón del actual sistema. El lucro está asentado en la existencia de ese tipo de instrumentos. Y es una trampa porque le extrae recursos al Fisco para las instituciones del mercado", afirmó.
"Desde la U. de Chile no podemos seguir siendo cómplices de esa estafa social que significa una educación superior fraudulenta". "Es la trampa para mantener este modelito y además, con unas universidades estatales desactivadas en sus comunidades".
La Prof. Pey se refirió también al financiamiento que reciben los grupos económicos vinculados al negocio de la educación. "Ninguno de nosotros quisiera financiar a estas instituciones, pero lo estamos haciendo hace más de 10 años y en cantidades crecientes". "El grueso del financiamiento en educación superior se lo llevan estos grupos, no se lo llevan las universidades estatales" y "se escudan, para llevárselo, en los estudiantes de escasos recursos". "El estudiante es el que hace de mediador y se lo lleva a la institución del lucro", afirmó.
"La autonomía universitaria radica en el ejercicio deliberativo de su comunidad"
Con respecto al Proyecto de Ley de Universidades del Estado, la académica sostuvo que "debilita el sistema de Universidades Estatales", pues las aísla del conjunto del sistema con una normativa aparte. "Hemos sufrido durante décadas una desatención que nos hace creer que tener una ley de Universidades Estatales es algo bueno, pero resulta que no es algo bueno".
Para la académica, muestra de ello es la intromisión en las formas de gobierno de dichas instituciones, que representan "una pérdida de autonomía total". "Un órgano de gobierno impuesto, con una mayoría nombrada por el gobierno de turno, es un asunto que es inaceptable", dijo al referirse al Consejo Superior que detalla el proyecto.
"La comunidad universitaria queda reducida a una mínima expresión y, es más, las autoridades de la Universidad Estatal, quedan en un rol que es francamente ridículo", expresó.
Al respecto, argumentó que la autonomía universitaria radica en "en el ejercicio deliberativo de la comunidad, en la autodeterminación de su forma de gobierno y su organización". "No está en la libertad de cátedra, como se ha dicho livianamente". "La autonomía está aquí, está en este momento, en este órgano triestamental en ejercicio", afirmó.
Para la académica, "la autonomía no está suficientemente discutida" y ha existido por parte de personeros de gobierno, la prensa y desde el mundo privado "mucha intencionalidad de debilitar el concepto" y se han vertido prejuicios respecto a la gestión de las universidades del Estado.
"Cuando el Estado decide tener una universidad, la decide tener para entregarle autonomía, para todas esas materias que tienen que ver con el conocimiento". Sin ella, se quita la esencia de la universidad, pues "no puede ejercer su función de conservar, generar y transmitir el conocimiento, cosa que tiene enormes implicancias, si es que no tiene esa autonomía frente al mercado y frente al mismo Estado", dijo. En tal sentido, "discutir sobre autonomía no es asunto del pasado, no es retórico. Hoy hay que hacerlo", aseguró.
Además, la académica acusó que a esta línea argumental se han sumado incluso rectores de Universidades Estatales que se sienten "cómodos" con "estatutos que les permite actuar de manera autoritaria", sostuvo. De este modo, argumentó que "todo el ejercicio democrático y participativo produce temor en mucha gente", "porque se figuran algunos fantasmas que han sido exacerbados en algunas discusiones y en algunas opiniones".
"Me parece que es una simpleza y una apropiación de un espacio como es la universidad pública estatal que no les corresponde. Los rectores no son los dueños de las Ues estatales, el estado tampoco es el dueño de las Ues estatales". "Son estatales, pero el Estado no es el gobierno de turno que puede nombrar a sus representantes para dominar las decisiones", dijo.
"Hay rectores involucrados en apoyar esta propuesta, en eso no hay duda. Imagino que no se atreven a decirlo en sus patios. Yo los emplazaría a que lo digan más claramente, porque esto es inaceptable", exhortó.
Con respecto al financiamiento que contempla el proyecto de ley de Universidades del Estado, Roxana Pey planteó que es "irrisorio" respecto a su generación, mediante un crédito con el Banco Mundial, y en cuanto a los montos –del orden de 800 millones anuales en promedio para cada una de las 18 universidades-. "Lo deja entregado a préstamos internacionales que sabemos muy bien cómo operan. Por ese camino también hay una pérdida de autonomía".
Excepcionalidad para la U. de Chile: Inaceptable
La académica proyectó que, debido a las reacciones que ha generado la iniciativa, "va a haber un intento por hacer una excepción con la U. de Chile" lo que a su parecer es "francamente inaceptable", pues sería contrario al fortalecimiento de un sistema de Universidades del Estado. Agregó que este hecho sería aceptar que "la U. de Chile es la única verdadera Universidad, es la única verdadera comunidad universitaria que merece tener un Estatuto democrático, si abandonamos a las otras a su suerte autoritaria". Para la profesora "es imprescindible que la U. de Chile sea solidaria con el sistema de educación superior en su conjunto".
"Creo que sería muy penoso que entráramos en esa trampa de quedarnos contentos desde la U. de Chile, con que nos respeten nuestro Estatuto, que tanto nos costó", expresó.
"Cuando hemos escuchado a integrantes del gobierno diciendo 'pero de qué se alarman, si el Consejo Directivo, así como lo hemos propuesto, es lo que muchas universidades tienen'. Bueno pues, esas figuras son de la ley del '81, de la ley de la dictadura, y que muchas comunidades de universidades estatales hicieron el trabajo de revertir y fueron frenadas. Recordemos a la USACH y a la U. de Valparaíso, que han llegado a escribir sus Estatutos", hoy "traspapelados mañosamente en el ministerio, en alguna parte por ahí oscura, para que no vean la luz". "Esas comunidades sí hicieron su trabajo y hay otras que no han podido, no porque no han querido", enfatizó.
Estatuto democrático de la U. de Aysén
Sobre el fallo de la Corte Suprema que calificó como un acto "arbitrario e ilegal" su remoción del cargo de Rectora de la U. de Aysén por parte de la Ministra Adriana Delpiano, indicó que cobra especial interés, en el actual contexto de reforma a la educación superior y en particular, en relación al proyecto sobre Universidades Estatales.
"Se dice ahí: una universidad tiene autonomía desde el momento en que es creada. La ley de creación de la U. de Aysén resguardaba esa autonomía, aun cuando no existía el Estatuto propio", expresó. Se agrega que "las autoridades, aun teniendo atribuciones, no pueden ejercerlas de manera arbitraria", explicó.
Para la Prof. Pey, las razones políticas de su remoción se relacionan con el hecho de que la comunidad de la región elaborara "un Estatuto de universidad estatal que contemplaba una construcción de comunidad y la construcción de relación con el entorno social que la acogía", materializado esto último, en un Consejo Social que se puso en práctica y produjo el estatuto.
"Fue un ejercicio extraordinario de reflexión sobre la región y vinculación, que fue muy generoso. Esa propuesta fue presentada y luego minimizada". "Lo que se quiere hacer pasar ahora, esta figura de universidad estatal intervenida, es justamente lo que se ha intentado poner en ejercicio en el caso de la U. de Aysén", con la inclusión de "una Junta Directiva con predominio del gobierno de turno", sostuvo.
"Vamos a tener que hacerle ver a los parlamentarios la imposibilidad de aceptar una figura como esa". "Atenta contra la calidad, porque atenta contra lo que una universidad puede llegar a ser", afirmó.
Remoción del cargo como Rectora de la U. de Aysén
El 1° de agosto de 2016, el Senado Universitario emitió una declaración respaldando a la Prof. Roxana Pey Tumanoff, tras ser removida de su cargo como Rectora de la U. de Aysén, por parte de la Ministra de Educación, Adriana Delpiano. En dicha ocasión, el órgano triestamental de la U. de Chile cuestionó las razones esgrimidas por las autoridades de gobierno en relación a que la propuesta estatutaria y de gobierno institucional de la Universidad de Aysén no se alineaba con la propuesta de Reforma a la Educación Superior. En opinión del órgano colegiado, el hecho era particularmente grave, pues dicho Proyecto de Ley un se encontraba en su primer trámite legislativo.
El 7 de septiembre de 2015, la Presidenta Bachelet la había nombrado como máxima autoridad de la recientemente creada institución de educación superior estatal. Entre sus tareas figuraba la elaboración de los nuevos Estatutos que regirían al plantel, el diseño de las carreras y de los procesos formativos y la conformación del cuerpo docente.
De igual modo que con la creación paralela de la U. de O’Higgins, la U. de Chile fue nombrada como entidad tutora, con el fin de acompañar el proceso y entregar garantías en los estándares de calidad.