El último estudio de la situación laboral de los habitantes del Gran Santiago ocupó como semana de referencia aquella comprendida entre el 11 y 17 de marzo de 2018 y arrojó una tasa de desempleo de 7,6 por ciento. La cifra corresponde a 247.100 personas desocupadas, lo que representa una caída de 0,61 puntos porcentuales respecto de la medición pasada y de 0,17 puntos porcentuales en relación al valor registrado hace un año.
De acuerdo al análisis del Centro de Microdatos, la cifra se sitúa en un nivel medio, es decir, debajo de lo observado previo a 2012, sobre los niveles anotados entre 2012 y 2015 y en el promedio de los últimos dos años. “Esto refleja la alta volatilidad del mercado del trabajo estos últimos años”, puntualizó el director de la entidad, Fabián Duarte.
En este sentido, Duarte explicó que la variación anual de la tasa de desempleo responde a “un fuerte aumento del empleo de 3,3 por ciento, junto a un aumento en la fuerza de trabajo en 3,1 por ciento y de esta manera se revierte la caída registrada en la medición de diciembre”.
Al realizar el desglose por actividad económica, los sectores con mayores tasas de cesantía fueron Construcción con 9,9 por ciento, seguido por Transporte y otros, además de Comercio, ambos con 8,0 por ciento.
En el otro extremo, Industria Manufacturera presentó una tasa de cesantía de 4,8 por ciento y Servicios Personales y de los hogares de 5,6 por ciento.
Otro aspecto importante del estudio se refiere al aumento de la población en edad de trabajar que señaló estar ocupado (57,8 por ciento), lo que significa un incremento de 1,4 y 9,8 puntos porcentuales al comparar con los datos de marzo de 2017 y de diciembre de 2017, respectivamente. Además, se observó un aumento importante en la tasa de participación laboral (62,6 por ciento) que se explica fundamentalmente por la mayor tasa de participación femenina que pasó de 51,7 a 54,1 por ciento, es decir, un alza de 2,4 puntos en doce meses.
Por último, el sondeo mostró que en el mediano plazo se sostiene la tendencia al alza de los ingresos, tanto para asalariados como para trabajadores por cuenta propia, aun cuando para estos últimos exhibieron una caída en la punta.